Son la primera línea de defensa contra el «enemigo invisible». Reciben muchos aplausos, muchos elogios, mucho reconocimiento, pero poca protección. Los trabajadores sanitarios lo resienten y lo reclaman.
Afirman que están agotados. Se quejan principalmente del personal insuficiente y del poco material de protección confiable frente a la COVID-19. La situación de Madrid, que ha sido crítica en términos generales por la enorme cantidad, lo ha sido más para los trabajadores del sistema de salud, que llegó a estar al borde del colapso en el pico de la curva.
Necesarios y necesitados
Con el lema «Sanitarios necesarios«, enfermeros y médicos se plantaron frente a varios hospitales en Madrid para exigir más medios en la región, la más golpeada por el coronavirus en España.
Guardaron dos minutos de silencio en las puertas de los centros de salud de la capital. Al mismo tiempo, alzaban pancartas con frases como «¿Quién cuida a quien nos cuida?» o «No somos héroes ni kamikazes, necesitamos material de protección de verdad».
Cifras alarmantes
Además de lo lógico de su preocupación, los números parecen darle la razón a los sanitarios en sus reclamos. Las cifras del Ministerio de Sanidad muestran que los contagios en los profesionales sanitarios en España ascienden a casi 44.000, un 20% del total.
Estas cifras colocan a España muy por encima de otos países. En China, por ejemplo, es el 3,8%, en Estados Unidos, del 3% de media en el país y hasta el 11% en algunos estados. Incluso los registros más negativos están lejos de los registros españoles. Por ejemplo, Italia, uno de los países más castigados por la pandemia, exhibe un 11% de sanitarios entre los contagiados.
Creciente preocupación
Una encuesta realizada por la asociación Médicos Unidos por sus Derechos (MUD) refleja que el 86,8% de los profesionales considera que podrían haber sido vector del coronavirus de la COVID-19 en toda ESpaña por carecer del material de protección adecuado.
El sondeo también mostró que el 49% de los médicos considera que aún no tiene el material necesario o que no está homologado para realizar su trabajo con seguridad.
El 23% de los médicos diagnosticados de COVID-19 afirman haber vuelto al trabajo sin la repetición del test PCR. Además, el 66,5% de los médicos ha atendido a pacientes infectados. Es decir, dos tercios de los facultativos españoles han tenido que dedicar su atención al coronavirus.
Médicos Unidos por sus Derechos indica en su informe que entre las lecciones que se pueden aprender de esta pandemia está que «un sistema de salud no se puede basar en la sobrecarga de sus trabajadores, sino en la buena gestión, la buena organización y el buen trato a los profesionales que lo integran».
Por otro, lado, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) presentará una querella contra Sanidad por la gestión de la crisis de la COVID-19.
El sindicato afirma que a la precariedad de material se suma la falta de efectivos. Apuntan a los datos de Seguridad Social, según los cuales, durante el mes de abril se contrataron 23.328 personas en el sector de la Sanidad.
«Esta cifra (a la que se sumarían otras 7.000 contrataciones en marzo) está muy lejos de las 50.000 anunciadas en su momento por el Gobierno y no compensa las miles de bajas por contagios y los 18.320 contratos que se perdieron en la sanidad durante enero y febrero».
Ante esta situación, los sanitarios reclaman por la falta de protección, las difíciles condiciones de trabajo, la presión a la que son sometidos. La sociedad les ha ofrecido sus aplausos. Quizás sea la hora de que le brinden también solidaridad.
Lea también:
Seopan: España requiere 21.400 millones en inversión hospitalaria