Una investigación reciente de la ONG Center for Climate Integrity determinó que la industria del plástico ha mentido por décadas. Ha fomentado el reciclaje a sabiendas de su inutilidad. Mientras inunda el mundo con sus productos y tiene planes para continuar aumentando su producción.
La invención de la parkesina en 1850 por Alexander Parkes marcó el inicio de la producción industrial de plástico. Aunque inicialmente su uso era limitado, el plástico se ha popularizado hasta convertirse en un material omnipresente en nuestra vida cotidiana. En 1950, se producían dos millones de toneladas de diferentes versiones de plástico a nivel mundial. Esta cifra se disparó a 390 millones de toneladas en 2021. Si la tendencia actual continúa, se estima que en 2050 se producirán 1.480 millones de toneladas de plástico, según datos de la Plastic Soup Foundation.
A pesar de su versatilidad y bajo costo, el plástico presenta un grave problema: no se degrada y se ha convertido en una de las mayores fuentes de contaminación del planeta. Según la Organización de Naciones Unidas, desde mediados del siglo XX, unos 7.000 millones de toneladas de plásticos se han convertido en residuos. Estos residuos se acumulan en vertederos o se arrojan sin control al medio ambiente, donde interfieren con los ecosistemas. Se estima que actualmente unos 13 millones de toneladas de plásticos acaban en el mar cada año.
El reciclaje, un proceso complejo y costoso
Más del 99% del plástico se fabrica a partir de combustibles fósiles, principalmente petróleo y gas, lo que hace que su reciclaje sea un proceso complejo. Existen ciertos tipos de plásticos que no tienen mercados finales, es decir, no hay empresas que los compren y los utilicen como materia prima para fabricar nuevos productos, lo que los hace imposibles de reciclar.
La diversidad de materiales plásticos limita técnicamente la reciclabilidad. Los plásticos más puros son más fáciles de procesar que los de composiciones complejas. Además, durante el proceso de reciclaje, la calidad de los plásticos se degrada, lo que limita las veces que se pueden reutilizar.
La toxicidad del material y de sus aditivos químicos, así como el elevado coste de los procesos e instalaciones de producción de materiales plásticos reciclados, son otros factores que dificultan el reciclaje de plásticos. De hecho, es más barato fabricar plástico virgen que reciclarlo.
Develado fraude de varias décadas
El sistema de reciclaje de plásticos está en crisis. Según un informe reciente de la asociación estadounidense Center for Climate Integrity, la industria del plástico ha promovido el reciclaje de estos materiales a pesar de conocer su escasa viabilidad técnica y económica.
El informe, titulado “El fraude del reciclaje del plástico”, revela que grandes empresas petroquímicas como Exxon, Chevron, Dow y DuPont han sabido durante más de 30 años que el reciclaje de plásticos no es viable ni técnica ni económicamente. Sin embargo, estas empresas han orquestado campañas de marketing y educación pública para convencer al público y a las administraciones de la reciclabilidad de estos materiales.
Richard Wiles, presidente del CCI, afirma que “las empresas mintieron” y pide que se les haga responsables por el daño causado. El plástico, que se fabrica a partir del petróleo y el gas, es difícil de reciclar. Requiere una clasificación meticulosa, ya que la mayoría de los miles de variedades de plástico químicamente distintas no pueden reciclarse juntas. Además, el material se degrada cada vez que se reutiliza, lo que significa que generalmente solo puede reutilizarse una o dos veces.
El informe sostiene que la industria ha conocido estos problemas durante décadas, pero los ha ocultado en sus campañas de marketing. Los autores del informe afirman que las pruebas demuestran que las empresas petroleras y petroquímicas, así como sus asociaciones comerciales, pueden haber infringido leyes diseñadas para proteger al público del marketing engañoso y la contaminación.
«Engañando a los consumidores, a los responsables políticos y a los reguladores sobre la viabilidad del reciclado de plásticos, las empresas petroquímicas han garantizado la continua expansión de la producción de plástico, que ha provocado una crisis de residuos plásticos y contaminación».
Técnicamente inviable
Desde la década de 1950, los fabricantes de plásticos han promovido la idea de la desechabilidad para asegurar un mercado en constante crecimiento para sus productos. Según Davis Allen, investigador del Center for Climate Integrity, la industria sabía que, si se centraba en los plásticos de un solo uso, los consumidores seguirían comprando. En una conferencia de la industria en 1956, la Sociedad de la Industria del Plástico, ahora conocida como Asociación de la Industria del Plástico, instó a los productores a centrarse en el “bajo coste, gran volumen” y la “prescindibilidad”.
En las décadas siguientes, la industria promovió la idea de que los plásticos podían ser fácilmente desechados en vertederos o incinerados. Sin embargo, en los 80´s, cuando los ayuntamientos comenzaron a considerar la prohibición de las bolsas de plástico y otros productos, la industria comenzó a promover una nueva solución: el reciclaje.
Según el informe del CCI, la industria ha sabido durante mucho tiempo que el reciclaje de plásticos no es viable desde el punto de vista económico o práctico. A pesar de esto, la Sociedad de la Industria del Plástico creó en 1984 la Fundación para el Reciclaje de Plásticos y lanzó una campaña centrada en el compromiso del sector con el reciclaje.
Propuesta engañosa
La Sociedad de la Industria del Plástico también creó un centro de investigación sobre el reciclaje de plásticos en la Universidad Rutgers de Nueva Jersey en 1985. A principios de los años 90, otro grupo de la industria publicó anuncios proclamando que “una botella puede volver a ser una botella, una y otra vez”. El mensaje ocultaba la realidad de que el reciclaje de plásticos es un proceso costoso y técnicamente desafiante. La mayoría de los plásticos solo pueden ser reciclados una o dos veces antes de degradarse.
A puerta cerrada, los líderes de la industria del plástico han admitido que el reciclaje no es una solución real al problema de los residuos sólidos. En 1994, un representante de Eastman Chemical expresó en una conferencia que, aunque el reciclaje de plásticos podría ser una realidad en algún momento, es más probable que nos demos cuenta de que no podemos depender del reciclaje para resolver el problema de los residuos sólidos. Ese mismo año, un empleado de Exxon manifestó a los empleados del American Plastics Council que, aunque están comprometidos con las actividades de reciclaje de plásticos, no están comprometidos con los resultados.
La campaña de blanqueo de los plásticos, de acuerdo con la organización medioambiental, habría durado más de 30 años. Richard Wiles, del Center for Climate Integrity (CCI), acusa a la industria de cometer un fraude. Aunque el informe del CCI no alega que las empresas hayan infringido leyes específicas, Alyssa Johl, coautora del informe y abogada, sospecha que podrían haber infringido las leyes de alteración del orden público, crimen organizado y fraude al consumidor. Según el informe, la mala conducta de la industria del plástico continúa hasta el día de hoy.
Chasing Arrows
El símbolo de reciclaje de plásticos se remonta a 1970. Fue creado por Gary Anderson, un estudiante de la Universidad de California del Sur en Los Ángeles, como parte de un concurso de diseño organizado por la Container Corporation of America para el primer Día de la Tierra. En 1988, el grupo comercial introdujo el símbolo de reciclaje de plástico, conocido como ‘Chasing arrows’ (flechas perseguidoras), a pesar de las críticas de que el símbolo es engañoso.
La Chasing Arrows identifica el tipo de resina plástica de la que está hecho el producto, proporcionando una idea de su potencial reciclabilidad. Fue introducido por la Society of the Plastics Industry para ayudar a las empresas de reciclaje a separar los distintos plásticos para su reprocesamiento.
El símbolo se convirtió en un elemento reconocible para los consumidores. La industria promovió su uso a través de campañas publicitarias y materiales educativos. Sin embargo, el informe del CCC critica estos esfuerzos, argumentando que crearon una falsa impresión de la facilidad y eficacia en el reciclaje de plásticos.
Siete tipos
Catalogaron hasta siete tipos distintos de códigos de identificación de la resina:
- 1 – polietileno tereftalato (PET) (botellas de bebidas, vasos, otros envases, etc.)
- 2 – alta densidad (HDPE) (botellas, tazas, jarras de leche, etc.)
- 3 – cloruro de polivinilo (PVC) (tuberías, revestimientos, pisos, etc.)
- 4 – polietileno de baja densidad (LDPE) (bolsas de plástico, anillos de seis paquetes, tubos, etc.)
- 5 – polipropileno (PP) (autopartes, fibras industriales, envases de alimentos, etc.)
- 6 – poliestireno (PS) (utensilios de plástico, espuma de poliestireno, bandejas de cafetería, etc.)
- 7 – otros plásticos, como acrílico, nailon, policarbonato o ácido poliláctico (PLA).
Sin embargo, mientras que el 30% de los plásticos de los números 1 y 2 se reciclan, los de los números 3 a 7 son mucho más difíciles de reutilizar. De hecho, los números 6 y 7 son prácticamente imposibles de reciclar.
Reciclaje químico
En los últimos años, la industria del plástico ha promovido el reciclaje químico, un proceso que descompone los polímeros plásticos en moléculas pequeñas para fabricar nuevos plásticos, combustibles sintéticos y otros productos. Sin embargo, este proceso es contaminante y consume más energía que el reciclaje tradicional de plásticos.
Según un informe, la industria del plástico ha reconocido durante mucho tiempo que el reciclaje químico no es una solución real a los residuos plásticos. En 1994, Irwin Levowitz, vicepresidente de Exxon Chemical, calificó una forma común de reciclaje químico de “proceso fundamentalmente antieconómico”.
En 2003, un asesor comercial veterano criticó a la industria por promover el reciclaje químico, calificándolo de “otro ejemplo de cómo la no-ciencia se metió en las mentes de la industria y de los activistas medioambientales por igual”.
«Esto no es más que otro ejemplo, una nueva versión, del engaño que vimos antes»
Davis Allen
Bajo escrutinio
El informe llega en un momento en que la industria del plástico y el reciclaje se enfrentan a un creciente escrutinio público. Hace dos años, el fiscal general de California, Rob Bonta, inició una investigación sobre los productores de combustibles fósiles y petroquímicos por su papel en la crisis mundial de contaminación por plásticos. Además, el estado de Nueva York presentó una demanda contra PepsiCo en 2023, alegando que sus plásticos de un solo uso violan las leyes de alteración del orden público y que la empresa engañó a los consumidores sobre la eficacia del reciclaje.
La opinión pública también está cada vez más preocupada por el impacto climático de la producción y eliminación de plásticos. Representan el 3,4% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. En los últimos años, varias ciudades y estados han demandado a la industria petrolera por encubrir los peligros de la crisis climática. Richard Wiles, del Center for Climate Integrity, cree que el primer paso para resolver el problema es responsabilizar a las empresas.
Judith Enck, ex administradora regional de la Agencia de Protección del Medio Ambiente y fundadora del grupo de defensa Beyond Plastics, calificó como “muy sólido” el informe de la organización ambientalista. Recomendó que todos los fiscales generales del país y la Comisión Federal de Comercio lo lean.
Por su parte la Asociación de la Industria del Plástico, en un comunicado dijo que el informe «fue creado por una organización activista y contraria al reciclado y hace caso omiso de las increíbles inversiones en tecnologías de reciclado realizadas por nuestra industria». «Por desgracia, utilizan información obsoleta y afirmaciones falsas para seguir engañando al público sobre el reciclado», añadió. No especificó qué afirmaciones eran obsoletas o falsas.
Producción en aumento
El informe de Center for Climate Integrity acusa a las empresas petroquímicas de “crear” y “perpetuar” la crisis mundial de los residuos plásticos y de “imponer costes” a las comunidades que tienen que pagar las consecuencias. Estas empresas han utilizado la falsa promesa del reciclaje de plásticos para aumentar exponencialmente la producción de plástico virgen en los últimos años.
La producción de plástico ha aumentado exponencialmente en las últimas cinco décadas, con una estimación de 9.200 millones de toneladas métricas (Mt) producidas a nivel mundial. De estas, más de 6.900 Mt han terminado en vertederos o contribuyendo a la contaminación ambiental.
En 2019, la producción mundial de plástico alcanzó los 368 millones de toneladas métricas (Mt), y se espera que esta cifra se duplique en los próximos 20 años. A pesar de este crecimiento, solo el 9% de los residuos plásticos del mundo se ha reciclado alguna vez. Mientras que el 12% se ha incinerado y el 79% restante se ha acumulado en los ecosistemas naturales.
Se prevé un crecimiento significativo en el sector del reciclaje de plásticos en los próximos ocho años. Se espera que el mercado de plásticos reciclados posconsumo aumente de USD 14,2 mil millones en 2020 a USD 18,8 mil millones para 2025, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 5,7% entre 2020 y 2025. Un informe de Market Research Future estima el crecimiento del mercado mundial en más de un 50%, de 41.240 millones de dólares en 2022 a 66.660 millones de dólares en 2030.
En Europa
El último informe de Plastics Recyclers Europe (PRE) revela que la capacidad total de reciclaje de plásticos en Europa alcanzó los 12,5 millones de toneladas en 2022. Sin embargo, la tasa de crecimiento se redujo del 17% al 10% interanual debido a las fuertes perturbaciones del mercado.
El informe analiza 850 plantas de reciclaje distribuidas por toda Europa. La mayoría de estas plantas son pequeñas, con una capacidad media de 15.000 toneladas anuales. El sector del reciclaje de plásticos genera ingresos de 10.400 millones de euros y emplea a más de 30.000 trabajadores. En cuanto a los tipos de polímeros, las poliolefinas flexibles, el PET y las poliolefinas rígidas siguen siendo los que cuentan con mayor capacidad, representando más del 80% del total.
La Directiva Marco de Residuos de la Comisión Europea ha establecido una meta de recolección del 50% de los residuos domésticos para 2020. Además, la asociación paneuropea líder PlasticsEurope se ha propuesto la meta de cero vertederos para 2040.
Alternativa a la vista: bioplásticos
Es esencial reconocer que, aunque los plásticos presentan desafíos ambientales significativos, muchos de ellos son indispensables en nuestra vida diaria. Por eso se apunta a los plásticos de un solo uso debido a las dificultades asociadas con su reciclaje. El reciclaje de plásticos enfrenta numerosos desafíos y aún no está claro si todos ellos pueden ser superados.
En respuesta un número creciente de empresas está optando por envases compostables, biodegradables o reutilizables, fabricados con bioplásticos. Los bioplásticos se derivan de materias primas renovables como los residuos agrícolas y son biodegradables. Además de ser reciclables, reducen la huella de carbono, ahorran energía en su fabricación y no contienen aditivos. Se espera que la producción de bioplásticos se triplique de aquí a 2027. Pasando de 2,1 millones de toneladas en 2020 a más de 6 millones. Actualmente, el 72% de los bioplásticos se producen en Asia y Europa.
Otra opción es la producción de anilina. Un componente clave en la producción de numerosos plásticos, a partir de biomasa vegetal. Covestro, líder en la fabricación de materiales de alto rendimiento, inauguró una planta piloto en Leverkusen especializada en la producción de anilina bio-basada. El proceso utilizado destaca el papel crucial de la biotecnología industrial. Mediante la fermentación de azúcares industriales con microorganismos específicos, se obtiene un producto intermedio que, a través de la catálisis química, resulta en anilina con carbono totalmente derivado de plantas.
Este avance en la producción de anilina a base de biomasa marca un hito en el camino hacia una industria química más sostenible y una economía circular robusta. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para superar los desafíos asociados con el reciclaje de plásticos y promover prácticas más sostenibles en la industria del plástico.
“Necesitamos cerrar la llave de la producción de plásticos problemáticos, no reciclables y tóxicos. Si la producción sigue creciendo un 10 % al año, no hay sistema capaz de gestionar los residuos, por eficiente que sea. El problema de la contaminación por plásticos solo se va a resolver reduciendo la producción”.
Alberto Quesada, asesor regional de Contaminación Marina de MarViva, ONG latinoamericana
Cerrar la llave de la contaminación con plásticos
Los países de la ONU han acordado negociar el primer tratado internacional para frenar la contaminación por plásticos en todo el planeta. El acuerdo, que se espera que esté redactado antes de que finalice el 2024. Abordará el ciclo completo de vida de este material, desde su producción hasta su eliminación.
La última ronda de negociaciones del tratado internacional para frenar la contaminación por plásticos se realizó en noviembre de 2023. El think tank Center for International Environmental Law presentó un informe desalentador. Indica que los representantes acreditados del lobby de los combustibles fósiles y las industrias químicas superaron a los diplomáticos de 70 delegaciones combinadas. Sugiere que la influencia de la industria sobre los decisores políticos sigue siendo notable.