La firma automotriz alemana, Volkswagen, no ve con buenos ojos readaptar el hardware de los coches diésel antiguos, ya que no sería algo viable a corto plazo, según le dijo a Reuters una fuente de la empresa.
De acuerdo con la fuente, que decidió no revelar su nombre, los proveedores no estarían dispuestos a asumir esa responsabilidad. Por otra parte, los fabricantes de los vehículos también se negaron a dar garantías sobre los cambios de hardware.
A pesar de los rumores que circulaban relacionados con que el gobierno alemán buscaría un acuerdo para no prohibir la circulación de estos vehículos, esta posibilidad se redujo cuando el principal fabricante de autos del país asumió una postura negativa frente a readaptar el hardware de los coches diésel antiguos.
Alternativas a readaptar el hardware de los coches diésel antiguos
Esta semana inician las reuniones entre los líderes de alto rango de partidos de la coalición conservadora de la canciller Angela Merkel y los socialdemócratas de centroizquierda. En este contexto pretenden conversar sobre esta propuesta y otros aspectos de la transición energética alemana.
Ante el rechazo que causa la propuesta de readaptar el hardware de los coches diésel antiguos, surgen otras alternativas planteadas en el seno de estas reuniones.
Una de las opciones viables sería sustituir la vieja flota de coches diésel por una nueva. «Debemos intentar, en interés de los clientes y también de las empresas automovilísticas, una renovación de la flota», planteaba Merkel.
De esta forma, se propondría un «Plan Renove», una estrategia que desarrollaría el gobierno alemán para facilitar el cambio de vehículo de los ciudadanos. «No podemos dejar que el propietario del coche sea el único que pague», adelantaba Merkel.
La decisión será anunciada después de las conversaciones entre el gobierno alemán, los ministerios implicados y las firmas que hacen vida en el sector automotriz.
Un cambio necesario
La propuesta de readaptar el hardware de los coches diésel antiguos o, en su defecto, cambiar las flotas, nace en el seno del proceso de transición energética que encabeza Alemania.
El Gobierno ha aplicado medidas que obligan a las ciudades restringir el tráfico de motores diésel. La primera ciudad que acató estas directrices fue Hamburgo, que prohibió la circulación de los vehículos turismos diésel Euro 5 en las principales avenidas de la localidad.
En los próximos meses se extenderá esta medida a Frankfurt y retirará la circulación de los diésel Euro 4. Además, se contempla remover también a los coches Euro 1 y Euro 2, que funcionan a base de gasolina. Posteriormente, se ampliará el veto a los Euro 5.
Loa Euro 1, 2, 3, 4 y 5 son normativas que arropan a los vehículos con ciertas características, principalmente en lo que respecta a los niveles de emisión de dióxido de carbono (CO2) y los gases que contienen nitrógeno y oxígeno (NOx).
La propuesta de readaptar el hardware de los coches diésel antiguos consiste precisamente en modificar la estructura de un automóvil que entre dentro de los parámetros de las normativas antiguas, como Euro 5, para disminuir sus emisiones de gases contaminantes con la finalidad de que esté en regla con la más reciente Euro 6.
Para más información, visite Energía16
Lea también: Renault, Nissan y Mitsubishi integrarán sistema operativo de Google para sus vehículos