Por Benito Guerrero
30/06/2016
uando en 1999 Luxottica compró Ray-Ban las gafas se vendían en las gasolineras de Estados Unidos por 19 dólares. La multinacional italiana –fabricante también de las lentes de otras marcas como Chanel, Prada, Armani, Burberry o Versace– decidió de inmediato eliminar estos puntos de venta y convenció a varios famosos de que las utilizaran en el cine para que les sirviera como trampolín hacia una nueva etapa. En poco tiempo Ray-Ban se convirtió en un producto más cotizado.
Una gran promoción y la mayor calidad de los cristales hizo que las gafas se comercializaran cuatro veces más rápido que cuando se exponían en las estaciones de servicio. De este modo, actualmente el modelo Aviador se puede conseguir a partir de los 80 euros.
En el año 2013 la firma puso en marcha un servicio Remix con el que el consumidor puede personalizar sus gafas antes de comprarlas y conseguir así un producto único. Este servicio online supone ahora el 40% de las ventas totales de la compañía. Las gafas de sol graduadas representaron en 2015 el 30% del negocio.
En 2016 Ray-Ban planea poner en marcha un servicio con el que el consumidor podrá probarse virtualmente las gafas a través de una aplicación antes de visitar una tienda donde comprar el producto. De la estrategia comercial de la marca con sede en Milán se pueden extraer tres claves de éxito para hacer funcionar el mercado del retail, es decir, de aquellas empresas que se dedican a vender productos al por menor.
La primera es no rebajar los precios para salvar una mala situación; la segunda, seleccionar correctamente los puntos de venta para no estar necesariamente en todas partes, y la tercera, dar al consumidor lo que pide, ofrecer un producto que vaya un paso más allá de lo que oferta el resto del mercado. Luxottica obtuvo en el pasado ejercicio unos beneficios de 9.600 millones de dólares (casi 9.000 millones de euros), siendo Ray-Ban el producto más vendido de la firma italiana. Además, según prevé Seeking Alpha, esos beneficios de Luxottica crecerán más del 10% en la próxima década gracias a su expansión global.
El timo de las gafas en Facebook
Los usuarios de Facebook están acostumbrados a recibir invitaciones a eventos en los que se sortean productos de las marcas con más éxito en el mercado como Apple o Zara. Ahora ha llegado el turno de Ray-Ban. Si el usuario cae en la trampa –además de conseguir mercancía falsa– los ciberdelincuentes habrán obtenido todos sus datos, incluso el número de su tarjeta de crédito. Es sencillo descubrir cuando se trata de un fraude: primero, la redacción del texto del evento es defectuosa; segundo, el nombre de la marca original es Ray-Ban, no Rayban, y tercero, la web que aparece en la descripción del evento no es oficial.