La India es la cuna de las llamadas religiones y corrientes filosóficas, como el hinduismo, budismo, jainismo y sijismo que han florecido dentro y fuera de sus fronteras. La India también es el país del Kamasutra y de templos eróticos de Khajuraho. Sri Sri Ravi Shankar, uno de los líderes espirituales más reconocidos, afirma que una persona que piensa mucho en el sexo pierde control de su atención y de sus emociones.
Una parte esencial del conocimiento del yoga y del dharma -del sánscrito “ley” o “realidad”- es que el deseo y la conducta sexual fuera de control son una de las principales causas de la pérdida de energía. Y, en última instancia del sufrimiento. El gurú indio Ravi Shankar también conocido como Guruyí o Gurudev por sus seguidores, explica que “pensar mucho en el sexo hace perder el control de las emociones mentales”.
Además, señala que este tipo de persona “vive una paradoja: quiere ser atractiva para tener sexo. Pero su mismo deseo la drena y la hace poco atractiva, «le quita fuerza, vigor, compromiso».
Pasar el tiempo contemplando imágenes sexuales en la mente o en una computadora es una actividad obsesiva. Genera «una tormenta de negatividad», reveló al portal de noticias alternativas Pijamasurf.
Esto distrae de observar la realidad y la belleza de las cosas presentes. En la India a esto se le llama kamagni, el fuego del deseo en su aspecto negativo, que todo lo consume y destruye. La perdición de los yoguis es dejarse acarrear por el deseo y perder su balance y concentración, comentó.
Lo que piensa Ravi Shankar del sexo
El guía espiritual, seguido por multitudes en la India y en muchos países. Tiene canal en youtube y es activo en las redes sociales. Recientemente se pronunció sobre la violencia armada en la escuela primaria Robb de Uvalde, Texas. También ha escrito sobre la pandemia y, de la crisis climática que colocan en encrucijada al hombre.
En la entrevista Ravi Shankar habla de sexo y sexualidad, del binomio «yoga y bhoga». Bhoga significa disfrutar y gastar energía. Yoga es la aplicación y conservación de la conciencia y la energía. La práctica del yoga enseña que existen placeres muy superiores a los placeres materiales que se producen en un cuerpo que no ha refinado su conciencia.
El placer del samadhi es descrito como mil veces superior a cualquier placer mundano o sensorial. Por ser el estado de conciencia que se alcanza cuando, durante la meditación, la persona siente que se está fundiendo con el universo.
Famosamente los yoguis, por cultivar su mente y mantenerse puros, se volvían enormemente atractivos para las mujeres y las diosas. Que buscaban seducirlos, atraídas por sus tapas o su tejorasa. La práctica del yoga, bien entendida (no como ir a un estudio de yoga y aprender a estirarse), es el antídoto para impedir que la mente se desborde en su persecución del bhoga, refiere el gurú indio.
En la India, uno de los cuatro estadios tradicionales que un hombre debe atravesar es el brahmacarya. Este es el estado de un estudiante célibe y significa literalmente «práctica» o «movimiento (carya) del brahman. Antes que a la clase social de los brahmanes, este término remite al Brahman, a lo absoluto o infinito. Por eso, se puede decir que el brahmacarya es el principio del entrenamiento de un movimiento que concluye con el estadio del sannyasin. El renunciante que idealmente alcanza el brahman, liberándose del mundo condicionado.
Estados elevados de conciencia
Considera Ravi Shankar que con toda la energía que se le dedica, para la mayoría de las personas el sexo es una forma de drenaje energético. No obstante, puede ser usado con fines espirituales. Ciertas escuelas esotéricas enseñan que es, de hecho, la herramienta más poderosa para alcanzar los estados más elevados de conciencia.
En todos los casos, el uso del sexo como práctica, algo que muy pocas personas realmente logran, requiere de una mente que está libre del apego y de las obsesiones y apetitos materiales, sostiene.
El Kamasutra, el manual de sensualidad por excelencia, fue compilado en el siglo III y habla de ideas aún más antiguas. «Kama en sánscrito no significa sexo, sino placer, deseo», explica Nybdi Aditya Haksar a BBC Mundo, quien lo tradujo desde esa lengua.
De los siete capítulos que componen el Kamasutra, solo uno, el número dos, habla de sexo. «Es muy gráfico, explica en gran detalle las posturas que pueden ser adoptadas en las relaciones sexuales», dijo. Este libro se concentra en la búsqueda del placer en cada aspecto de la existencia. Haksar es muy cauteloso en ponerlo en contexto. «Esta búsqueda es sólo uno de los tres principios de la vida humana. Los otros son la búsqueda de la bondad y la virtud y la búsqueda de la prosperidad y la riqueza».
En la India la sexualidad ha jugado un papel significativo desde la época védica. Pero fue en el surgimiento del tantrismo, hacia el siglo VI , que las prácticas sexuales fueron consideradas un medio para obtener la perfección espiritual y la absoluta libertad. Tanto en el hinduismo como en el budismo vajrayana .
La fuerza del océano
Ravi Shankar inició en abril una gira por Europa. Su primera parada fue en España, específicamente en Barcelona y Mallorca.
En sus jornadas de charlas, música y horas de meditación, dijo que “detrás de cada evento está el conocimiento. Detrás de cada persona está el amor y detrás de cada objeto está el infinito”.
Asimismo manifestó que “cuando una gota cae en el océano, la gota adquiere la fuerza del océano. Si estuviera solo, se habría secado. Pero cuando llega al océano, se vuelve inmortal. Gana la fuerza del océano. Estar en el camino espiritual significa abrirse al infinito. Uno no pierde nada. Uno gana infinito…!”.