Desde 2005, en forma espaciada pero constante, unos 56 chimpancés han muerto por una rara enfermedad en Sierra Leona (África occidental). Cuidadores y veterinarios presenciaron alarmados las formas tan diversas de los decesos, pero después de largas investigaciones encontraron en una bacteria la posible causa de sus malestares letales.
Habituados a juguetear y treparse por los árboles, los sociables huéspedes del Santuario de Chimpancés de Tacugama han sucumbido ante la bacteria. Al principio se creía que eran casos aislados, pero atando cabos se concluyó que estos monos contrajeron infecciones con una especie recién descubierta de la bacteria Sarcina. Parecida a la Sarcina Ventriculi, un tipo de bacteria que se encuentra comúnmente en el medio ambiente y que ocasionalmente se asocia con enfermedades gastrointestinales en humanos.
En estos 15 años, murieron 56 chimpancés de Tacugama. 32 presentaron anorexia, debilidad neuromuscular, ataxia, convulsiones, vómitos y distensión abdominal. Los signos persistieron durante una mediana de 6 días antes de la recuperación o el deceso. Lamentablemente, en todos los casos recuperados, la enfermedad reapareció y derivó en muerte.
En los 24 casos restantes, las causas fueron descubiertas postmortem. Sin signos premonitorios detectados por el personal de atención.
A pesar de estas manifestaciones dispares, todas las presentaciones clínicas estaban asociadas. Y eran claramente reconocibles como la misma «enfermedad misteriosa»: el síndrome epizoótico neurológico y gastroentérico (ENGS).
El veterinario y epidemiólogo Tony Goldberg explicó que eligieron el término de «síndrome» para reflejar la naturaleza heterogénea de las presentaciones clínicas. Al mismo tiempo de la sospecha de una etiopatogenia común en estos chimpancés en Sierra Leona.
Mueren chimpancés en Sierra Leona, por una bacteria
Después de luchar por identificar la causa de la enfermedad durante años, Golberg y su equipo, apuntan a la recién descubierta Sarcina.
Los hallazgos, publicados en Nature Communications, sugieren que algunas especies de Sarcina pueden ser muy virulentas. Pero hasta ahora, no han sido reconocidas. “Esta es una enfermedad infecciosa desconocida que representa un grave riesgo para la salud. Y la supervivencia de una especie en peligro de extinción, que resulta ser nuestro pariente más cercano”, señaló Goldberg de la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos.
El Santuario de Tacugama alberga casi 100 chimpancés de Sierra Leona, amenazados y en peligro de extinción. Esta organización los rescata del comercio ilegal y los cuida en su hábitat natural.
Los veterinarios de Tacugama siguieron varias pistas falsas, incluido un virus que causa problemas neurológicos. Hasta vacunaron a todos los chimpancés en el santuario. También realizaron una limpieza exhaustiva de una planta venenosa encontrada en el recinto, pero siguieron llegando casos.
“Tal vez existan muchas variedades de Sarcina diferentes que se ven iguales. Pero han adquirido propiedades genéticas que les permiten ser más patógenas. Y so puede tener repercusiones para la salud humana y animal”, dice la autora principal del estudio, Leah Owens.
Ahora el equipo de investigación solicita subvenciones para tratar de identificar la fuente de la bacteria. Analiza muestras de agua, aire, alimentos y vegetación. Una posibilidad es que la bacteria sea ubicua. Pero algo en el medio ambiente, en el santuario o en la fisiología de los simios, desencadena la enfermedad. La mayoría de los casos ocurren cada marzo durante la estación seca y calurosa. También cuando los animales reciben más comida.
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