El vino sobre el mantel es una historia de tradición y modernidad. En el paladar, son evocaciones; pero sobre el paisaje y su transformación por el esfuerzo representa un sueño que Ramón González empezó hace unas cuantas décadas y que se ha cumplido con creces, con el apoyo de Banco Santander: la creación de una bodega donde producir Ribeiro.
En 2022, la bodega Ramón do Casar logró el premio al mejor vino en España por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Un triunfo de la emigración gallega, de la gente que se lanzó a buscar un futuro en América. En 1955, Ramón fue uno de esos gallegos que marchó ilusionado a Venezuela, que se convertiría en la segunda patria de toda su familia. Con trabajo duro y perseverancia fue logrando sus metas. Con el dinero que pudo ahorrar fue comprando viñedos en Galicia y algunas de las tierras en las que trabajó siendo chaval. Así fue cimentando la base del sueño que vio la luz con el nuevo milenio.
Sus hijos Ramón, Etelvino y Javier González Sabucedo hicieron realidad el sueño de su padre, agrupando las viñas que este fue comprando y adquirieron otras hasta un total de 25 hectáreas. “Mi padre tenía el sueño de las fincas, de las viñas, de la bodega. Nosotros teníamos el sueño de un gran vino”, asegura Ramón González Sabucedo.
Y en 2013, inauguraron la Bodega Ramón do Casar, ubicada cerca de Ourense, a orillas del Miño. Desde el tramo del curso medio del río, se avista el perfil blanco del edificio de la bodega y los sucesivos verdes de la ladera. En su base, se hallan las líneas del viñedo, divididas por la carretera comarcal. Un paisaje vitícola visible, moderno y característico, que transforma el antiguo y tradicional sistema adaptándose a los nuevas tecnologías.
Sobre esa tierra que vio nacer y crecer a Ramón, sus hijos lograron reflotar el Ribeiro, símbolo indisoluble de la tierra gallega, pero minusvalorado, en ocasiones, frente a sus competidores más directos. En cada botella del Ribeiro de la bodega Ramón do Casar está el espíritu emprendedor de todos los gallegos que emigraron sin perder el amor por su tierra. Como homenaje, las cinco variedades de vino que produce la bodega van recubiertas por etiquetas en forma de imágenes captadas por Alberto Martí, fotógrafo de la emigración gallega.
Banco Santander, apoyando al sector agroalimentario
La bodega Ramón do Casar forma parte de los más de 425.000 clientes del sector agro, agricultores y ganaderos, a los que Banco Santander apoya en sus sueños y en sus realidades cotidianas. Solo en 2022 aportó más de 4.200 millones de euros. Recientemente la entidad ha puesto en marcha el Préstamo Sequía que tiene como fin paliar la compleja situación de sequía que vive el campo español, así como poder hacer frente a otras adversidades climáticas, como las inundaciones. Este préstamo, además, ya se ha preconcedido a más de 100.000 clientes, que contarán con asesoramiento personalizado.
Una iniciativa que se suma a las ya existentes en la entidad, pues Banco Santander lleva años apoyando al sector agroalimentario. Para ello, cuenta con los Anticipos Cosecha, el Préstamos I+D+I Agro o los préstamos a largo plazo para la transformación de fincas a cultivos más rentables.
La sostenibilidad, presente en el proceso de elaboración
El tesón de los tres hermanos y la experiencia del enólogo Pablo Estévez, han convertido a Ramón do Casar en una bodega de absoluta referencia en el mercado vitivinícola español. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación destacó el Ramón do Casar Nobre 2020 como el mejor vino de España. Un éxito, que servirá de estímulo para la futura ampliación de la bodega y la expansión internacional con la que intentarán llegar a Venezuela, aquella que acogió a tantos gallegos y, sobre todo, a Ramón González.
El compromiso se mantiene. Ramón do Casar trabaja incansablemente en perfeccionar hasta el más mínimo detalle en cada una de sus elaboraciones, además de mantenerse fiel a su sueño de potenciar las variedades gallegas más importantes y “elaborar el mejor vino blanco posible”, según el enólogo. Fieles a una tierra que los vio crecer, a su paisaje y a su fertilidad, la bodega Ramón do Casar no se olvida de la sostenibilidad. Aunque los residuos derivados de la elaboración de los vinos son mínimos, se han implantado procesos de economía circular. Una vez recogidos los raspones –la estructura leñosa del racimo que soporta las uvas–, los tratan para utilizarlos como abono en los viñedos. La pepita y la piel de la uva, en cambio, las venden a una destilería para la elaboración de orujos de Galicia, que son tan especiales también.
La dedicación y el trabajo de la familia González Sabucedo para cumplir el sueño de Ramón contó desde el principio con el apoyo de Banco Santander. Para la expansión futura de Ramón do Casar también confiarán en Banco Santander.
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