Por Iñigo Aduriz
17/05/2017
Tan solo unas horas después de que el Congreso de los Diputados aprobara por una amplísima mayoría la reprobación del ministro de Justicia, Rafael Catalá, del fiscal general del Estado, José Manuel Maza y del fiscal anticorrupción, Manuel Moix, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha querido dejar claro que no está entre sus planes cesarlos de sus cargos como le ha exigido el poder legislativo.
#SesiónDeControl @AHernandoVera, de @gpscongreso, pregunta a @marianorajoy por la reacción del Gobierno ante recientes casos de corrupción pic.twitter.com/m8htyqZOZo
— Congreso (@Congreso_Es) 17 de mayo de 2017
«Tengo plena confianza en las personas a las que ha hecho mención», le ha dicho el jefe del Ejecutivo al portavoz socialista, Antonio Hernando, que durante la sesión de control al Gobierno, se había interesado por las decisiones que tenía previsto adoptar el Gabinete tras la decisión del Congreso de este martes.
Rajoy ha considerado que en la lucha contra la corrupción lo que se debe hacer es «mejorar los controles, perseguirla y castigarla» y ha asegurado que, para ello, su equipo ha aumentado las sanciones. «Estamos mejorando en el conocimiento, en el descubrimiento y en la persecución de los casos», ha concluido.
Hernando le ha recomendado a Rajoy que renuncie a sus «privilegios» y vaya a declarar «en persona a la Audiencia Nacional» como testigo del caso Gürtel. «Señor Rajoy, sea fuerte, dé la cara ante el tribunal y olvídese del plasma», le ha espetado, parafraseando al «Luis sé fuerte» del famoso SMS que le envió el jefe del Ejecutivo al extesorero del PP, Luis Bárcenas, imputado por corrupción.
El presidente del Gobierno le ha respondido haciendo alusión a la crisis interna que vive el PSOE. «Creo que lo más importante en esta materia de lucha contra la corrupción es que el próximo domingo día 21 llegue su Pentecostés y dejen de hacer méritos para que gane uno y no pierda otro», ha remachado.