Por Iñigo Aduriz
25/05/2017
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, considera que la propuesta de pactar un reférendum de independencia que plantea la Generalitat de Cataluña es «imposible». En una carta en respuesta a la que le mandó Carles Puigdemont ayer mismo, el jefe del Ejecutivo le recalca al president catalán no solo «la imposibilidad de tomar parte en aquello que propone, sino también la imposibilidad de que su Gobierno plantee tan grave amenaza a la convivencia y al orden constitucional».
En la misiva (ver PDF), difundida esta misma tarde por la Presidencia del Gobierno, Rajoy le expresa a Puigdemont que su «voluntad de dialogar y de llegar acuerdos con la Generalitat de Cataluña, como con cualquier otro gobierno autonómico», es «plena y sincera».
Le advierte, no obstante, de que esa voluntad de entendimiento «tiene como único límite el respeto a la soberanía nacional y al Estado de Derecho». Así le recuerda que ninguno de ellos pueden negociar en términos que no están contemplados en la Constitución: «Ni usted ni yo tenemos capacidad para negociar sobre aquello de lo que no disponemos. Ello supondría hurtar de sus derechos al conjunto del pueblo español, y por ende, a los catalanes, y ningún legítimo gobernante puede proceder de esta manera», apunta.
Rajoy insiste en que su «primera» obligación «es la defensa del orden constitucional». «A nadie se le oculta que la propuesta política a la que se me invita consiste en pactar con el gobierno que usted preside, la forma de vulnerar el núcleo esencial de la Constitución española», le insiste.
También le explica a Puigdemont que no acepta su propuesta porque «al mismo tiempo en que reclama al Gobierno de la Nación que acepte la celebración de ese referéndum, prepara un conjunto de iniciativas legales que suponen la liquidación absoluta de nuestro orden constitucional». «Mal se compadece el diálogo que dice ofrecer, con la amenaza de una declaración de independencia para el caso de no ser satisfechas sus pretensiones», advierte.
Finalmente, Rajoy invita a Puigdemont a «recuperar los planteamientos que, lejos de generar desencuentro y frustración, se ajusten al común marco de convivencia y respondan a las necesidades reales de los catalanes», para que, «desde esa posición», se logren «encontrar espacios de acuerdo en beneficio de todos».