Por Cambio16
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho balance de final de curso político de la presente legislatura y explicar las líneas generales del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016. Un balance con poca autocrítica y muy enfocado a las próximas elecciones generales.
Ha asegurado aspirar a tener «más futuro que pasado» y se ha ofrecido ante las próximas elecciones generales como garantía de estabilidad y crecimiento económico y como barrera a una independencia de Cataluña que ha aseverado que no se conseguirá «de ninguna de las maneras».
Rajoy ha realizado el último balance de final de curso político en una comparecencia en el Palacio de la Moncloa tras la reunión del Consejo de Ministros, en la que se ha aprobado el proyecto de ley de presupuestos generales del Estado para 2016.
Unas cuentas públicas cuyas líneas generales ha presentado y que cree que evidencian que «la recuperación está ahí» y que el rumbo económico que ha seguido en los últimos cuatro años es el que asegura la estabilidad en el futuro.
Pero de forma especial se ha dedicado a destacar las cifras de esos presupuestos dedicadas al gasto social (un 53,5%), a devolver esfuerzos a colectivos como los funcionarios al subirles el sueldo un 1%, y a las que van a suponer una mejora de un 8,7% de la financiación autonómica.
A las comunidades ha advertido, no obstante, de que el déficit hay que cumplirlo y que no se trata de una decisión «caprichosa».
Entiende el presidente que esos presupuestos «cierran una etapa dificilísima para todos los españoles y se abre un nuevo periodo de crecimiento sostenido y de creación intensa de empleo».
Pero ha advertido a pocos meses de las elecciones generales que ese futuro halagüeño no está garantizado y sólo será posible con políticas como las de esta legislatura y si no se abren paso algunos riesgos que cree que no provienen de la economía, sino de la incertidumbre política.
El 27S
Y el primero que ha citado ha sido el del independentismo catalán, con una cita electoral el 27 de septiembre que ha asegurado que no será plebiscitaria de la misma forma que no hubo el referéndum al que aspiraba el presidente de la Generalitat, Artur Mas.
Frente a este desafío, ha insistido en que el Gobierno hará cumplir la ley, actuará activamente para ello, dará la batalla en favor de millones de catalanes y garantiza que no habrá independencia «de ninguna de las maneras».
Rajoy ha respondido a las palabras de Mas en las que éste pidió el voto para su lista unitaria asegurando que es la que «asusta» al Gobierno, subrayando que al Ejecutivo «no le asusta en absoluto» y precisando que el presidente de al Generalitat puede acudir a las elecciones en compañía de quien quiera y en una lista encabezada por una persona procedente del Partido Comunista (en alusión a Raúl Romeva).
Pero ha insistido en que también tiene la obligación de cumplir la ley.
Ante la posibilidad de una futura reforma de la Constitución, ha reiterado que no lo considera una prioridad.
El PSOE
Al riesgo independentista Rajoy ha sumado el de propuestas como las del PSOE de revertir las reformas puestas en marcha en la presente legislatura porque eso cree que haría que España perdiera crédito internacional tras haber costado mucho recuperarlo.
También ha reprochado a los socialistas sus pactos con independentistas y radicales de izquierda tras las elecciones municipales, que ha considerado muy perjudicial para España si se intentaran repetir tras los comicios generales.
Él pretende conseguir la confianza mayoritaria de los españoles y no ha querido «adelantar acontecimientos» ante la posibilidad de una gran coalición tras los comicios o expresar sus preferencias sobre posibles pactos con otras fuerzas políticas.
Corrupción
«Yo trabajo para tener más futuro que pasado y creo que lo puedo conseguir», ha recalcado el presidente del Gobierno, quien ha emplazado al veredicto de los ciudadanos la posibilidad de que le pasen factura algunas medidas económicas de la legislatura o los casos de corrupción que han afectado a personas del PP.
Se ha referido en concreto al sumario de la operación Púnica para considerar que se han puesto de manifiesto actitudes «nada edificantes y absolutamente reprochables» y para reiterar su compromiso para intentar que no se repitan nunca más.
Grecia
Rajoy ha considerado también un riesgo de futuro la situación de Grecia aunque ha confiado en que se logre finalmente un acuerdo.
Para él, de la crisis griega se pueden extraer lecciones como que los gobiernos están para resolver problemas, no para crearlos, y que no se puede prometer a los ciudadanos cosas imposibles.
El presidente se ha ofrecido como garante de fortaleza ante todos esos riesgos y se ha conjurado a poner todo su empeño para evitar que se pueda malograr «la enorme tarea de los españoles durante estos años y cuyos frutos -ha dicho- sólo estamos empezando a recoger».