Por Iñigo Aduriz
16/06/2017
El Gobierno quiere reforzar la alianza con Francia una vez que Emmanuel Macron ha consolidado su liderazgo tras las elecciones presidenciales y ante la más que probable victoria de su proyecto político en los comicios legislativos que tendrán lugar este mismo fin de semana.
En esa línea y con el objetivo de preparar el Consejo Europeo de la próxima semana, Mariano Rajoy viaja este viernes a París donde se verá con Macron en una reunión bilateral. Según explican fuentes de la Presidencia del Gobierno, ambos almorzarán en el Palacio del Elíseo.
Moncloa considera este encuentro como «una gran oportunidad para generar un buen clima de entendimiento mutuo desde el inicio de la interlocución entre ambos presidentes». El Ejecutivo cree que la buena sintonía «resulta especialmente importante por la intensidad de la cooperación bilateral entre ambos países así como por la necesidad de mantener una estrategia coordinada en el marco de la Unión Europea y de los desafíos a los que se enfrenta».
El equipo de Rajoy celebra que el presidente Macron haya informado de que otorgará prioridad a la política europea, porque según explican «podría abrir una ventana de oportunidad para impulsar dicha coordinación en el marco de la Unión en una coyuntura marcada por dos cuestiones fundamentales: el Brexit y la reflexión sobre el futuro de la Unión».
El Gobierno se ve como «un socio estratégico» de Francia para la consecución de un «objetivo prioritario» que es «la profundización del proceso de integración europea». Y Moncloa cree que la colaboración franco española «podría contribuir de manera significativa al impulso del proyecto europeo en un momento clave para su futuro».
Ambos países han alcanzado un excelente nivel de entendimiento en diversos temas bilaterales de importancia como la lucha antiterrorista y el tráfico de drogas, el control de fronteras exteriores o las interconexiones energéticas. Asimismo, Francia es el primer cliente de España, el segundo mayor proveedor, el cuarto inversor con un stock de inversión cercano a 40.000 millones de euros, y el decimotercer país receptor de inversiones españolas con un stock de 10.000 millones de euros.