La comida rápida suele atrapar a sus comensales con sabores apetitosos, presentaciones que nos hacen agua la boca y envoltorios llamativos. También suele resolver los aprietos de los que están de prisa o tienen poca solvencia en sus bolsillos. En los últimos años se han ido desenmascarando y descubriendo sus componentes y aditivos nocivos para la salud.
Estos alimentos, llamados «comida chatarra», aportan limitado valor nutricional y muchas calorías. En especial, azúcares y grasas saturadas perjudiciales para el corazón y cantidades de sal que pueden elevar la presión sanguínea. De allí los trastornos digestivos que pueden derivarse de una ingesta no comedida. Los riesgos cardiovasculares, alteraciones hepáticas, diabetes tipo 2, entre otras afecciones.
Pedram Shojai es investigador y fundador de Whole TV, un canal especializado en salud. Presenta conferencias en vivo con médicos y especialistas. Así como documentales sobre dietas y ejercicios en redes sociales y otras plataformas. En un artículo publicado en Medium, especifica en detalle los males para la salud que ocasionan estas comidas.
Dice que esa oferta gastronómica es activamente dañina para la composición del cuerpo. «Los químicos y conservantes que se usan para mantener la comida rápida, disponible y adictiva son inorgánicos y resultan desastrosos para el organismo”, dice.
Shojai señala que el autor de bestsellers Seth Siegel se ha detenido a analizar las actuaciones y decisiones de la EPA (Agencia de Protección Ambiental) dedicada a proteger la salud de las personas, el medio ambiente y los recursos naturales.
Siegel apunta que n los últimos veinte años la EPA no ha agregado una nueva sustancia química a su lista de regulación. «Sin embargo, se inventan e introducen miles de productos químicos al año en nuestro ecosistema colectivo”, afirma.
La comida rápida en sus interioridades
La FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) obliga a los restaurantes de comida rápida a incluir el valor nutricional de sus productos. Pero no es suficiente, sostiene Shojai en el artículo “The Secret Chemicals in Fast Food and What They’re Doing To You”.
El analista explica algunos de los productos químicos más comunes en la comida rápida y lo que realmente hacen en el cuerpo. Y empieza por el propilenglicol. Una sustancia sintética que se utiliza como lubricante comercial y puede encontrarse en anticongelantes y desodorantes. En la industria de la comida rápida, se utiliza para hacer concentrados de especias, colorantes alimentarios y aromatizantes.
¿Y en el cuerpo humano? En altas concentraciones, puede causar convulsiones y problemas neurológicos, anota.
También hace referencia al colorante de caramelo (que contiene 2 y 4-metilimidazol). “Si está comiendo comida rápida de color caramelo, es probable que esté teñida con este compuesto. Es un aditivo elaborado a partir de un compuesto sintético que resulta de azúcares con amoníaco que reaccionan con sulfito, creando 2 y 4-metilimidazol”.
Esas dos sustancias químicas se han relacionado con el cáncer de tiroides, hígado y pulmón. El Centro para la Ciencia y el Interés Público de Estados Unidos ha recomendado evitarlo, pero todavía se comercializa y se promociona.
Igual ocurre con el dióxido de silicio. Los establecimientos de comida rápida utilizan este aditivo para evitar la acumulación de elementos a base de carne, como sopas y chiles. Cuando no llega al tracto digestivo, se puede encontrar en cemento, cerámica y vidrio. Es terrible para el síndrome del intestino permeable.
Sustancias y químicos nocivos como ingredientes
El articulista precisa los químicos contenidos en la comida rápida y su impacto en la salud. Otro de los elementos que destaca es la celulosa. “Es esencialmente aserrín y se utiliza para evitar pagar por agentes espesantes reales como la harina o el aceite”, añade.
Debido a que se considera una fibra no digerible de origen vegetal, los expertos dicen que no daña el sistema digestivo a menos que se ingiera en grandes cantidades, refiere Pedram Shojai. Lo que sí hace es llenar el espacio en la comida falsa y hacer que el organismo la procese con mayor prontitud la comida rápida. Más de lo que lo haría con la comida normal.
Otra sustancia muy usada es la TBHQ, la butilhidroquinina terciaria que proviene del petróleo. Un combustible. Se emplea comúnmente para mantener la comida rápida ‘fresca’ durante más tiempo. Usado en cantidades «excesivas» causa estragos en el sistema digestivo. «Náuseas, vómitos, tinnitus y delirio», advierte.
En su escrito también incluye al dimetilpolisiloxano, la sustancia de la que están hechos los implantes mamarios, la boligoma y la plastilina
Los establecimientos de comida rápida utilizan este compuesto de silicona para evitar que el aceite de sus freidoras forme espuma, lo que significa que no tienen que cambiar el aceite con tanta frecuencia.
Lo interesante de esta sustancia química es que la FDA permite que esté protegida por sustancias químicas que no deben figurar en la etiqueta, como el formaldehído, que puede causar alergias, daño cerebral, cáncer y trastornos autoinmunes.
Igualmente se sabe que daña los ojos y el sistema respiratorio. Además, provoca episodios de acné agravado.
Otras sustancias de alto riesgo
Shojai menciona también el pirofosfato ácido de sodio contenido en la comida rápida o chatarra. “Esta sustancia química es una sal fosfórica comestible y se utiliza como agente leudante y para evitar la decoloración. Piense en papas fritas o nuggets. Esponja los alimentos que de otro modo se enmohecerían, se secarían, se ennegrecerían o se endurecerían. En el cuerpo, puede causar problemas de visión y enfermedades cardiovasculares”, apunta.
Cuando este compuesto aparece en los laxantes, provoca deshidratación, desequilibrios de electrolitos y caries en huesos y dientes.
«¿Asqueado con tanta información?», pregunta en el artículo “Los químicos secretos en la comida rápida y lo que le están haciendo”. La FDA clasifica muchos de estos productos químicos y sintéticos como GRAS (generalmente reconocidos como seguros), pero si se utilizan en cantidades mínimas, casi imposibles de rastrear. Pero pueden contener muchas diferentes y con muchos y variados resultados
Por lo tanto, si piensa que está ahorrando unos centavos comprando estas comidas en el camino de regreso a casa, sepa que a largo plazo tendrá un alto el costo para su salud.