Por Miguel Angel Artola
01/05/2016
La legislación laboral ha sido tema de confrontación entre las formaciones políticas hasta el último momento en El Congreso de los Diputados. En el penúltimo Pleno de la breve XI legislatura se sometía a la consideración de la Cámara la propuesta de Podemos para derogar la reforma laboral del PP y también la protagonizada por José Luis Rodríguez Zapatero. Los socialistas optaban por la abstención y los populares votaban en contra junto con los parlamentarios de Democracia y Libertat que emulando a la antigua CiU sumaban sus votos a los de los bancos azules.
En el Congreso surgido de los comicios del 20 de diciembre, aunque con matices, podían haberse dado cambios sustanciales en las condiciones del mercado laboral en España. PSOE y Podemos podían haber llegado a acuerdos de gran calado sobre la derogación al menos de la reforma laboral de los populares, reforma del Estatuto de los Trabajadores para potenciar la negociación colectiva, nuevas cuotas para autónomos dependiendo del nivel de sus ingresos, y aumento del salario mínimo interprofesional. Incluso Ciudadanos contaba con un programa de reformas para complementar con aportaciones del Estado los salarios más bajos.
La celebración del 1 de mayo de 2016 podía haber tenido para los sindicatos otro color diferente si hubiese habido fumata blanca entre los partidos de la oposición. Del Partido Popular no deben esperar nada nuevo. “La reforma laboral es una reforma equilibrada, completa y eficaz” destacan los populares en su página web. Y mantener su aplicación «permitirá que España alcance su objetivo de contar con 20 millones de ocupados en 2020».
No hay ninguna duda de que la reforma del mercado de trabajo estará sobre la mesa de los parlamentarios en la próxima legislatura. Y tampoco que llegar a acuerdos será una tarea ardua y complicada. Para muestra lo ocurrido en la negociación del pacto rubricado entre socialistas y ciudadanos. Ha terminado la mini legislatura sin saber si el acuerdo contemplaba la derogación de la reforma laboral del PP o todo lo contrario. Según la lectura del PSOE y del propio Pedro Sánchez, el acuerdo recoge la derogación de la reforma laboral y para Ciudadanos se habla sólo de cambiar alguna cosa “concreta y limitada”.
El 1 de mayo es una jornada de fiesta y reivindicación, pero pronto habrá que comenzar a pensar o repensar el voto para la nueva cita con las urnas del 26J. En Cambio16 hemos querido resumir las posiciones de los cuatro grandes partidos en cuanto a la legislación laboral.
Salario Mínimo
Aproximadamente un tercio de los asalariados cobran actualmente en salario mínimo interprofesional en España. Una cifra superior, de largo, a los cinco millones de personas, especialmente jóvenes que se incorporan al mercado laboral y mujeres con escasa cualificación laboral. Tras la subida del 1% de 2016, el SMI actual es de 655,20€ en 14 pagas, o lo que es lo mismo -y necesario para compararlo con el resto de Europa- 756,70€ pagas en doce meses.
Estamos algo por debajo de Grecia y Portugal pero si miramos lo que cobran franceses, británicos o irlandeses es para ponerse a llorar. En un país con el que compartimos frontera, como Francia, el SMI es de 1.457,52.
¿Y qué opinan los partidos? El PP es consciente de la necesidad de aumentar paulatinamente el SMI pero asegura que no pudo hacerlo durante la etapa de recesión y pone como ejemplo de su voluntad la subida del 1% experimentada por el salario mínimo en 2016. Ciudadanos tampoco es partidario de la subida del SMI pero si refleja en su programa electoral la necesidad de complementos salariales a cargo de los presupuestos generales del Estado para aquellas personas que no puedan sufragar su día a día con una cantidad tan ajustada. Las formaciones de izquierda sí hablan abiertamente de subidas. El PSOE apuesta por una subida laboral del 5% anual hasta alcanzar “en un período razonable” el 60% del salario medio en el país hasta rondar los 1000 euros. En el pacto socialistas ciudadanos la subida quedaba relegada a un mínimo del 1% para el próximo año y al compromiso de “ir recuperando su pérdida de poder adquisitivo”. Por último Podemos apuesta por subir de forma progresiva el Salario Mínimo Interprofesional de los 648,60 euros actuales hasta los 800 euros en 2018.
Reforma Laboral y Estatuto de los Trabajadores
La actual reforma laboral es la clave del éxito de la recuperación económica de España, de volver a tasas de crecimiento positivas del PIB y de reducir las listas del desempleo. Es el mantra que repite el PP en cada acto político y programa electoral convencido de las bondades de sus reformas. También lo cree la Comisión Europea, convencida de que España con una mayor flexibilidad ha logrado salvar “400.000 puestos de trabajo”. Europa considera incluso que la reforma se quedó corta y demanda nuevos ajustes. Ciudadanos aboga por seguir con las reformas. Ya lo decía su líder Albert Rivera en la entrevista mantenida con Cambio16 en la pasada campaña. “No derogaría la reforma laboral del PP”, un titular que completaba con su apuesta por abaratar la contratación en lugar de seguir con el debate de la reducción de las indemnizaciones por despido. La opinión que tiene Ciudadanos de los sindicatos no es precisamente buena según sus propios escritos. “Ciudadanos denuncia a unos sindicatos vendidos al poder político, callados e inoperantes mientras millones de españoles van al paro”, toda una declaración de intenciones.
Una de las principales críticas de los sindicatos a la actual legislación laboral es la pérdida de equilibrio de poder entre trabajadores y empresarios. Consideran de facto que se ha “cargado” la negociación colectiva. El lío creado es palpable con numerosos convenios sin firmarse, y pleitos en los tribunales por la desaparición de la ultraactividad, por la que un convenio no se derogaba hasta que se negociaba otro. La actual ley en vigor contempla que en caso de que no haya acuerdo y transcurrido un año desde la finalización de la vigencia del convenio, el empresario pueda imponer si le beneficia -que siempre le beneficia- las condiciones laborales de un convenio de rango superior, como el estatal. Y si no existiera dicho convenio recurrir incluso al Salario Mínimo Interprofesional.
Los socialistas creen que a fin de recuperar ese equilibrio de poder entre sindicatos y patronal hay que derogar aspectos de la ley de los populares -que no toda- para evitar un modelo de empleo “precario y de bajos salarios”, así como la negociación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores.
Por parte de Podemos y tal y como han reflejado en su intento parlamentario de derogar las reformas laborales de PP y PSOE, su apuesta pasa por un nuevo modelo de relaciones laborales que fomente las 35 horas semanales, aumento de la inspección laboral, limitación de horas extras y rentas complementarias para los trabajadores con sueldos bajos.
Régimen de autónomos
Para muchos hombres y mujeres, dar el paso de trabajar por cuenta ajena a lanzarse por el camino del “emprendimiento” ha sido más un acto de necesidad que de voluntarismo.
La cuota mínima a pagar por un autónomo en España es de 267,03€ al mes. Es cierto que el PP ha aumentado la posibilidad a jóvenes y parados de larga duración para que puedan ingresar en el RETA ( Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) con bonificaciones importantes, pero la diferencia con otros países de la Eurozona es sustancial. Desde los 149 euros al mes en Alemania a los 49 de Francia, siendo el primer año sin coste.
No será difícil a sus señorías ponerse de acuerdo en esta materia en el próximo Congreso. El PP defiende las bondades de su Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven que ha permitido la incorporación al mercado laboral de más de 400.000 jóvenes gracias sobre todo a la tarifa plana de 50 euros. Otras medidas como la posibilidad de capitalizar el 100% del paro para iniciar una actividad como autónomo también han sido positivas. PSOE y Ciudadanos no han tenido muchas complicaciones para fijar una postura común sobre el régimen de autónomos. Abogan por establecer un nuevo sistema de cotización en función de los ingresos reales y una cotización reducida de 45 euros para todos aquellos autónomos que no superen el sueldo mínimo interprofesional. Podemos también aboga por establecer cuotas progresivas según el rendimiento de los autónomos y gratuidad para los que no superen el Salario Mínimo Interprofesional. También propone darles voz en el diálogo social así como la creación de la figura de autónomos con responsabilidad limitada para que no expongan la totalidad de sus bienes a la hora de iniciar una actividad empresarial.
Y otro apunte para el final, sin ánimo de aguar la festividad del 1 de Mayo, España sigue “fundiendo” su Fondo de Reserva de la Seguridad Social, conocido popularmente como “la hucha de las pensiones”. La diferencia entre lo que pagan las personas que trabajan y el coste de las pensiones sigue siendo negativa y el Gobierno sacó el 2015 otros 13.250 para cuadrar las cuentas hasta dejar la caja en 32.487 millones, la mitad de lo que contaba en 2011. Si la reactivación económica no trae más empleo y de mejor calidad, para que aumenten las bases de cotización, en pocos años el fondo se quedará sin activos y tendremos que plantearnos de dónde se saca el dinero para pagar las pensiones.
Con pancartas o sin ellas, en la manifestación o en casa, el 1 de Mayo siempre es un buen momento para reivindicar y pensar en nuestro futuro como trabajadores.