Por Cambio16
05/01/2017
El azúcar es un aditivo fundamental que consumimos diariamente. Pero, ¿cómo reaccionaría nuestro organismo si pasáramos un mes sin tomarlo?
«Se encuentra en el pollo, en las lonchas de queso, en el beicon, en el salmón ahumado, en la mostaza, en las salsas para la ensalada, en las galletas y en prácticamente cualquier marca de pan de molde. Está por todas partes —de manera oculta— y es deliciosa», según afirmó el periodista David Leonhardt, en su artículo para The New York Times.
Sin embargo, también hay quien la llama «el veneno blanco», y esto se debe a alguna razón. De hecho, en 1972, el nutricionista británico John Yudkin, ya lo advirtió en su libro Pure, White and Deadly —Pura, blanca y mortífera—. Según Yudkin, existía una relación entre el consumo excesivo de azúcar y los problemas cardíacos, la obesidad y la diabetes.
«Espero que después de que hayas leído este libro te haya podido convencer de que el azúcar es realmente peligroso», declaró el investigador. Sin embargo, en aquel entonces, la comunidad científica no tomó en serio el trabajo de Yudkin.
Para ver qué efectos tenía el azúcar en su vida, Leonhardt decidió eliminar de su dieta todos los azúcares menos los que aparecen de manera natural en frutas y vegetales, así como en la leche. Al mismo tiempo, no tomó azúcares añadidos durante 30 días.
De acuerdo con los expertos del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), es necesario «leer la etiqueta de cada producto, prestando especial atención en aquellos que acaban con el sufijo ‘-osa’, puesto que solo el 5% de nuestra ingesta diaria de calorías debe provenir del azúcar». El periodista estadounidense recuerda que los edulcorantes artificiales que contienen las llamadas bebidas ‘light’ pueden resultar incluso más peligrosos que el propio azúcar.
Según los nutricionistas, consumimos el equivalente a un kilogramo de azúcar a la semana. Pero, ¿para qué se agrega a casi todos los alimentos? Esto se debe a cinco razones: dar color, textura y sabor; facilitar la fermentación de algunos productos —por ejemplo, el yogur— y funcionar como conservante, afirmaron las investigadoras Kara R. Goldfein y Joanne L. Slavin en su artículo para la revista científica Comprehensive Reviews In Food Science and Food Safety.
Los activistas del movimiento ‘antiazúcar’ llamado Whole 30 afirman que «luchar contra el cáncer es duro. Parir un bebé es duro. Perder a un padre es duro. Beber café sin azúcar no lo es, has hecho cosas mucho más difíciles que esta». Durante el experimento, varios participantes admitieron que tras renunciar al azúcar, se dieron cuenta de que algunos alimentos dulces que normalmente les parecían apetitosos, «cambiaron» de sabor y empezaron a resultar realmente desagradables.
«Si pruebas y experimentas algo como lo que yo he hecho, te digo que tu nueva normalidad será más saludable y tendrás la misma capacidad de disfrutar de los alimentos que antes», expresó el periodista estadounidense.
De acuerdo con los activistas que se sometieron a este experimento, la vida sin azúcar cambia los hábitos alimenticios y redefine el apetito de una persona. En lo que respecta al peso, muchos de ellos perdieron entre 2 y 5 kilogramos en un mes.