Por Cambio16
08/12/2016
Bajo las leyes de libre competencia, cuando hay un solo jugador en un mercado, si le va bien, inmediatamente las propias leyes de mercado permitirán que surja un competidor que ofrezca lo mismo que el primero, con lo cual los precios de venta se estabilizarán como resultado de la presencia del nuevo actor.
Sin embargo, esta ley de funcionamiento de mercados bajo libre competencia parece que no se cumple en el caso del sector farmacéutico. Alguien podría decir que esto tiene que ver con las patentes que otorgan derechos exclusivos de explotación durante un periodo determinado, para permitir que los laboratorios recuperen los costos de investigación y desarrollo de la nueva droga, pudiendo durante este tiempo cobrar precios altos por las medicinas que han desarrollado.
El problema es cuando ese desarrollo en el camino deja de ser original y único porque surgen nuevas propuestas alternativas. En esos casos, las leyes de mercado deberían empujar a que los precios se regulen por sí solos. Sin embargo, eso no está ocurriendo y un reciente artículo de The Wall Street Journal, titulado Drugmakers Find Competition Doesn’t Keep a Lid on Prices, plantea que la competencia no está logrando que los precios bajen.
«El problema de que la competencia provoque el alza de precios en medicinas estaría pasando con mayor frecuencia, lo que ha motivado la atención de los reguladores y de las organizaciones de consumidores en todo el mundo»
La inquietud se ha generado luego de que Pfizer Inc., y Eli Lilly & Co., elevaron el precio de uno de sus productos casi al mismo tiempo. Primero Pfizer subió el precio de la Viagra en 13% en junio y, en menos de una semana, Lilly subió el precio de su producto de competencia Cialis en el mismo porcentaje.
Si bien parece extraño o alguien podría considerar esto una casualidad, lo cierto es que no es la primera vez que ambas empresas realizan algo así. En el año 2011, la caja con seis pastillas de cualquiera de los productos costaba casi 5 veces menos de lo que cuesta ahora.
De acuerdo al artículo, estas no serían las únicas empresas que están mostrando este comportamiento en la industria farmacéutica y principalmente ocurre cuando se trata de medicina sobre las cuales existe cierto mercado dependiente.
Si bien la Viagra y el Cialis son pastillas que no son completamente necesarias para vivir. El problema se presenta cuando un diabético necesita comprar su dosis de insulina y todas las marcas elevan los precios al mismo tiempo. Esta persona no tiene posibilidad de buscar otra alternativa.
El caso ha puesto en alerta a las agencias de competencia y a las organizaciones de consumidores que están pidiendo investigaciones, bajo el supuesto que las empresas están conversando para aumentar juntas los precios (cosa que han negado).