POR ANDRÉS TOVAR | ILUSTRACIÓN: LUIS MORENO
20/02/2017
Cuando un artista muere joven y de forma inesperada, los aficionados en algún momento hacemos ese juego mental de preguntar qué hubiera sido de ese personaje si estuviera vivo hoy en día. Las generaciones anteriores vivieron duelos por Buddy Holly, Ritchie Valens, Jim Morrison y John Lennon, mientras que la más reciente tiene a Amy Winehouse. Otros casos como Bowie y Prince podrían contarse, pero ambos estuvieron con nosotros mucho más tiempo.
Los que crecimos en los años 80 y 90 también tuvimos nuestros propios héroes caídos, desde Randy Rhoads y Cliff Burton a Bradley Nowell y Shannon Hoon. pero hay uno que despuntó en este firmamento de ángeles: Kurt Cobain. El icono de Nirvana hubiese cumplido este 20 de febrero sus 50 años si no se hubiera suicidado en 1994, con un legado musical que continúa ardiendo brillantemente a más de dos décadas después de su muerte.
Si Cobain todavía estuviera vivo hoy, ¿Dónde estaría ahora? Tal vez incluso más que los otros artistas de la época de Cobain que sobrevivido los excesos y a la envoltura de la muerte, Cobain probablemente estaría en algo muy diferente ahora, siendo alguien que ayudó (accidentalmente o no) a crear todo un género y un cambio cultural en los agonizantes 80 y tempranos 90. En su mundo, Cobain inventó las reglas; nunca le fueron definidas.
Desde luego, seguro no estaría tocando grunge, eso es seguro. Aquel innovador y recordado MTV Unplugged en Nueva York de 1994 le demostró al mundo que Cobain era capaz hacer algo más que gritar y romper la stratocaster; aquel ambiente folk-country del álbum y los inolvidables covers de «El hombre que vendió el mundo» (The Man Who Sold The World) de Bowie y el de «Donde dormiste anoche» (Where did you sleep last night) -para quienes no lo sabían, es originalmente una canción original de los nativos Apalaches, que se remonta a finales de 1870- empujó los límites de las expectativas para la banda y develó que aquel rubito que lanzaba alaridos tenía una voz que sonaba muy bien.
«Sería bueno cambiarme a la guitarra acústica y comenzar a ser visto como como un cantante y compositor, en lugar de un rockero grunge. Podría sentarme en una silla y tocar la guitarra acústica como Johnny Cash o algo así, y no va a ser una gran broma» dijo en aquella época en una de sus entrevistas a la televisión internacional. Los años pasaban por él, así como sus traumas, y el Unplugged quiso plantar esa semilla en la mente del público, pero Cobain ya estaba muerto para el momento de su lanzamiento en noviembre de 1994. Es probable que hubiera sido sólo el comienzo de la exploración de una gama más amplia de tonos.
También cabría pensar si Nirvana existiría o se hubiera disuelto. Además de expresar su deseo de crear en solitario en un momento dado, Cobain también discutió unirse a Hole -la banda liderada por su esposa, Courtney Love-. Los rumores siempre han abundado que en realidad escribió gran parte del material de Hole en 1994, pero nunca fue oficial. Algo dudoso también teniendo en cuenta que en aquel momento la prensa mundial hacia comidilla de la pareja y sus planes de divorcio, solo opacados por su muerte.
En los días posteriores a la muerte de Cobain, Michael Stipe -la entrañable voz de REM– habló que ambos habían planeado trabajar juntos, lo cual pudo hacer sido una unión que seguramente pudo haber aportado mucho a la historia de la música. Todo lo que vino después en los años 90 -en especial el aumento del pop-punk y emo– tiene ineludiblemente la influencia de Cobain.
Y también estaba su talento para el arte, en particular para el dibujo, que había disfrutado desde sus días escolares. Los discos de Nirvana ofrecían una visión indeleble de su talento fuera de la música con varias pinturas, collages y esculturas que mostraban su amor por la imaginería macabra y su fascinación por los detalles anatómicos. El lanzamiento póstumo de varias de sus obras en 2003 subrayó además cuántas dotes de artista visual tenía, por lo que probablemente habría seguido esta pasión hasta que el tiempo y el dinero se lo permitieran. Fue una gran parte de lo que él era.
Con toda probabilidad, Nirvana no habría sobrevivido, incluso si Kurt se hubiera mantenido vivo, y eso es una de las cosas que ha hecho legendaria a la banda: siempre tuvo una sensación de peligro y volatilidad alrededor del grupo; las presiones que se tejían sobre Cobain los días previos a su muerte, su desilusión por el negocio de la música y por lo que consideraba la mala interpretación de su visión artística, probablemente habrían obligado a la banda a tomar por lo menos un paréntesis, si no una división permanente. A lo mejor posteriormente se hubieran reunido, por amor, nostalgia o dinero, y hubiéramos visto a un Kurt Cobain muy diferente al de aquellas canciones desgarradoras que muchos escuchamos en el colegio.
Su legado como padre sería muy diferente, también. Tal vez hubiera canalizado su energía en ser un padre cariñoso para su hija Frances Bean, después de la inevitable ruptura con Courtney. En aquella época era difícil imaginar a Courtney Love quedarse con la custodia de su hija, por lo que Frances habría probablemente quedado con su padre. Y tal vez el poder transformador de los hijos lo hubiese rehabilitado y la pequeña no se hubiera convertido en la «anti-celebridad» que es hoy en día.
Y, por supuesto, también existe la posibilidad de que Cobain se hubiera retirado de la vida pública en su totalidad, pasando sus días escondido en su Aberdeen natal. ¿Quién podría haberlo culpado? Definió una generación y reescribió el libro de reglas para la música popular al hacer caso omiso esencialmente de convenciones y rompiendo todas las reglas, sólo para ver su arte hecho un producto bastardo de la industria. Nadie se hubiera sorprendido si hubiera mandado todo a la mierda y hubiera desaparecido. Es posible que incluso eso le hubiese salvado la vida.
¿Qué haría Kurt Cobain si hoy estuviese vivo…?