Por Cambio16
17/12/2017
¿Te has preguntado alguna vez qué hace más feliz a la gente? ¿O qué nos hace a nosotros más felices?
Fechas como Navidad pueden plantearnos estas preguntas.
Puede sucederte que no sábes qué regalar, o no tienes para hacerlo.
Tal vez crees que necesitas un objeto impresionante y costoso para asegurarle a esa persona que la quieres. Y quizá es lo contrario.
¿Haz pensado si tuviste una infancia feliz?
¿Recuerdas la mañana de Navidad o tu cumpleaños, cuando te despertaste y sabías que había regalos para ti esperando a la vuelta de la esquina? o
O ¿recuerdas las luces del árbol o las velas que brillaban sobre el pastel de cumpleaños mientras tu familia y amigos se divertían?
¿Qué momento en el que te sentiste feliz recuerdas más?
No trates de pensar demasiado; de hecho, es posible que descubras que las cosas que te elevaron al pináculo de la felicidad a la edad de 8 años solo crearon una placentera efusión que se desvaneció en poco tiempo.
De hecho, los investigadores han establecido cuánto tiempo nos hacen felices los objetos materiales, y soloduran entre seis y 12 semanas.
Por mucho que hayas deseado un determinado juguete, una vez que lo tenías, te aburrías o te acostumbrabas, y el placer que obtenías se desvanecía.
Sigue leyendo y conoce importantes consideraciones sobre qué hace más feliz a la gente.
Seguro encontrarás solución a alguna preguntas que en algún momento te hiciste y no encontrabas respuesta.
Materialismo Vs. Experiencialismo
Los investigadores creen que obtener la felicidad de los objetos, llamado materialismo en la literatura de psicología, nos brinda mucho menos placer que otro mecanismo de felicidad, la experiencia.
El experiencialismo, o el uso de experiencias para obtener placer, parece hacernos mucho más felices que el materialismo.
Precisamente, el por qué sigue siendo un tema de debate.
Considera nuestro ejemplo anterior: si los objetos nos hicieran más felices, recordaríamos la mayoría de los obsequios que recibimos en un cumpleaños anterior.
En cambio, tendemos a recordar más claramente el contexto que rodea esos regalos: la fiesta de cumpleaños, la mañana de Navidad, una cena del Día de San Valentín.
No recordamos el regalo tanto como recordamos la experiencia que rodeó el regalo.
Ha habido mucha investigación dedicada al estudio del materialismo.
Los estudios de Sartre
A partir de la década de 1950, el filósofo John Paul Sartre dividió las formas de alcanzar la felicidad en tres categorías: tener, hacer y ser.
El tercero, ser, garantiza otro artículo en sí mismo, así que solo nos concentraremos en tener y hacer por el momento.
En la década de 1990, sociólogos y psicólogos comenzaron a entrenar sus miras en el estudio de la felicidad externa.
Y los conceptos de Sartre sobre el tener y el hacer se convirtieron en las ideas psicosociales.
Los resultados de este intenso estudio dejaron muy mal al materialismo.
De hecho, los psicólogos han vinculado el materialismo a los trastornos de la personalidad y las enfermedades como el narcisismo, la ansiedad social y la insatisfacción general con la vida.
Esta creencia se refleja en al menos una escuela de pensamiento religioso: los budistas.
Ellos sienten que los objetos materiales en realidad sirven como impedimentos para la verdadera felicidad.
Entre cosas y experiencias
El experiencialismo, por su lado, ha tenido mejor escrutinio científico.
Un estudio realizado en 2009 en la Universidad Estatal de San Francisco descubrió que, cuando se comparaban lado a lado, las experiencias hacían a las personas mucho más felices que los objetos.
La encuesta solicitó a 154 estudiantes universitarios que escribieran sobre una determinada experiencia o un objeto comprado en los últimos tres meses solo para hacerlo feliz.
Los psicólogos encontraron que los participantes expresaron su felicidad por sus compras; por supuesto.
Sin embargo, los encuestados que escribieron sobre compras, se enfocaron más en la experiencia que en el objeto.
El estudio demostró que las experiencias no solo nos dan una mayor felicidad, sino que también proporcionan una felicidad duradera.
¿Cuál es exactamente el problema con el concepto de que los objetos pueden traer felicidad? ¿Por qué el materialismo obtiene tan mala reputación?
Y aún más, ¿por qué las experiencias parecen hacernos más felices?
Objetos o experiencias: ¿Qué hace más feliz a la gente?
Hay algunos detalles en el estudio de San Francisco: se encuestó solo a un segmento específico, adultos jóvenes.
Aún así, el estudio apoyó que la experiencia supera a los objetos cuando se trata de brindar felicidad.
La razón de esto todavía es un tema de debate.
El investigador principal del estudio de San Francisco, Ryan Howell, postuló que la mayoría de los recuerdos son experiencias compartidas.
Como tal, pueden brindarnos más felicidad porque fomentan lazos con otras personas.
Y la gente parece menos envidiosa cuando les cuentas sobre tu reciente viaje que cuando hablas de tu auto nuevo.
El experiencialismo también está sujeto al revisionismo, lo que puede explicar por qué las experiencias nos hacen más felices.
Podemos manipular nuestros recuerdos de ellos para hacernos aún más felices.
Es posible que la octava fiesta de cumpleaños que recuerdaste anteriormente no haya sucedido precisamente de la manera en que la recuerdas.
Sin embargo, tus impresiones sobre cómo te hizo sentir un objeto son mucho menos fluidas.
Un hilo común entre objetos y experiencias
Hay un hilo común cuando se trata de experiencialismo y materialismo: el dinero.
Los estudios de la felicidad proponen examinar cómo las cosas que pagamos nos brindan placer.
(La tercera parte del triunvirato de felicidad de Sartre, –el ser-,por lo general, no se puede comprar.)
Lo significativo de la idea de que la experiencia puede traer felicidad es que la experiencia a menudo cuesta dinero.
Un viaje, entradas para un espectáculo, una cena romántica… todas estas cosas cuestan dinero.
De allí el extenso debate sobre si el dinero puede comprar felicidad.
Ésto, a pesar de la gran cantidad de datos que muestran que las personas ricas no son más felices que el promedio.
Lo que nos hace realmente felices
Tan extenso ha sido este debate que, cuando la ciencia se propuso entrar en él, tardó más de siete décadas en hallar una respuesta.
El Estudio sobre Desarrollo Adulto de la Universidad de Harvard ha hallado la respuesta a qué hace más feliz a la gente.
En una de las famosas charlas TED, el psiquiatra Robert Waldinger, director del proyecto, desveló los resultados.
El psiquiatra aseguró que lo importante para mantenernos felices y saludables es mantener la calidad de nuestras relaciones.
Y explica que una relación de buena calidad es aquella en la que puedes ser tú mismo y sentirte seguro.
«Claro que ninguna relación es ideal, pero esas son cualidades que hacen que la gente sea feliz».
La fama o el dinero no dan la felicidad
El estudio determina que, pese a que «hay gente famosa feliz y gente famosa infeliz», la fama y el dinero no aseguran la felicidad.
«Más allá de un nivel en que nuestras necesidades están cubiertas, un aumento en el ingreso no necesariamente nos hará más felices«.
Por lo tanto, para ser feliz y mantener una vida saludable, lo recomendable es mantener amistades profundas y saludables.