Por Pablo G. Bejerano
27/09/2016
La realidad virtual ha llegado para quedarse esta vez. Las gafas hoy son más sofisticadas que las que vimos en anteriores oleadas de esta tecnología. Los mareos parecen prácticamente superados y ya se ha puesto en marcha una maquinaria industrial para crear contenido de realidad virtual.
Este año salen a la venta varios modelos de gafas, todas barnizadas con su correspondiente capa de marketing. Hacemos un repaso a los productos de los grandes fabricantes para distinguir el uso que se le puede dar a cada uno.
Oculus Rift
Sin duda, están llamadas a ser las reinas de la realidad virtual. Su respaldo por parte de Facebook, que compró la compañía hace dos años, y su carácter pionero llevan a pensar que harán furor. Aunque su precio echa para atrás: 699 euros (sin incluir impuestos). Y es que las Oculus Rift están indicadas para un tipo de público muy específico: los gamers (jugadores de videojuegos).
Las gafas funcionan conectadas a un equipo informático, que por cierto tiene que ser muy potente, con un procesador y tarjeta gráfica de última generación, así como con más de 8 GB de RAM. Sus especificaciones son de alta gama, al igual que la precisión de los sensores que detectan el movimiento de la cabeza.
Este dispositivo está pensado para todo tipo de videojuegos, pero sobre todo para los que consumen muchos recursos, como algunos de los títulos más conocidos que se juegan en primera persona.
“Este sector ha liderado el mercado de la tecnología durante los últimos 30 años y, como no podía ser de otra manera, está siendo el gran protagonista de la realidad virtual”, indica José María Moreno, director general de la Asociación Española de Videojuegos. Las Oculus Rift tenían su lanzamiento previsto para abril pero ha habido retrasos.
HTC Vive
La otra gran opción son las HTC Vive. En la línea de las Oculus, ambas compiten directamente por los jugadores empedernidos. Pero tampoco sirve cualquier ordenador. “HTC y Oculus no son sólo el dispositivo”, comenta Óscar Hormigos, CEO de The App Date, una organización especializada en aplicaciones móviles y que últimamente ha estado profundizando en las posibilidades que ofrece la realidad virtual. “Necesitas un ordenador que soporte las características técnicas. Ahora mismo la mínima combinación que puedes tener, incluyendo ordenador y gafas, están en torno a 2.000 euros”, asegura Hormigos.
“Permitirá a los jugadores gozar de nuevas y espectaculares experiencias que complementarán las que vienen disfrutando hasta el momento”, comenta José María Moreno. El hecho de que las HTC Vive y las Oculus estén orientadas a consumir videojuegos no quiere decir que no sirvan para otras tareas, como ver cine en 360º o contenidos educativos. Pero únicamente para estas tareas son opciones con un precio demasiado alto. En España el dispositivo se puede adquirir ya. Su precio es de 899 euros.
Samsung Galaxy Gear VR
Las Gear VR son otro tipo de apuesta. No van conectadas a un ordenador sino que se encajan en un smartphone en las gafas (sólo funciona con los de alta gama de Samsung). Ya están en el mercado y cuestan 99 euros, un alivio en comparación con los otros precios.
“Son el dispositivo ganador”, asegura Hormigos. “La gran revolución de la realidad virtual va a ser la movilidad. Un móvil es un dispositivo que llevas en el bolsillo. Son gafas asequibles y no se necesitan cables”. No sirven para jugar con videojuegos, pero funcionan bien para ver reportajes, cine o hacer viajes virtuales. Resultan las más indicadas para un público general.
PlayStation VR
Se prevén para octubre de 2016 y su precio de salida será 399 euros. Siguen el modelo de Oculus y HTC Vive, aunque conectadas a la PlayStation en lugar de a un ordenador. “El dispositivo está muy bien, es 20.000 veces más potente que el móvil, pero no podríamos decir que esté por encima de una experiencia de HTC ni de Oculus”, opina Hormigos. Aunque si son menos potentes es porque una PlayStation 4 no se puede comparar con un ordenador de 1.500 euros. Pero, sin duda, para los usuarios de PlayStation es una gran opción.
Cardboard
Son un modelo de cartón que lanzó Google y que cualquiera lo puede copiar y difundir. Así, se han distribuido millones de estas gafas como regalo en promociones. Las Google Cardboard tienen desventajas: “No permiten ninguna regulación y la distancia entre los ojos es distinta en cada persona, así como la curvatura”, apunta Hormigos.
Además, las lentes suelen ser de plástico. La experiencia, por tanto, es mucho menos impactante. Aunque su uso, como en las Galaxy Gear VR, está indicado para un amplio abanico de contenidos.