Por José Juan Verón
La forma de asignar escaños en España se conoce como método d’Hondt, recogido en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (1985). Es un sistema proporcional que funciona bien en grandes circunscripciones y genera resultados desproporcionados a favor de las fuerzas más votadas en las pequeñas, algo que se consideró apropiado en su momento para favorecer la existencia de grandes fuerzas políticas que pudieran garantizar la gobernabilidad.
Desde el punto de vista técnico es sencillo pero laborioso, se calcula al dividir el número de votos recibidos por un partido por la cuota de distribución.
Suponiendo que hay cuatro partidos y seis escaños en juego (Tarragona, Córdoba, Girona, Guipúzcoa, Toledo, Almería, Badajoz y Jaén los tienen), se dividen los votos a cada partido sucesivamente por 1, 2, 3, 4…; se otorgan los escaños a las casillas que obtienen el cociente mayor:
La fórmula favorece a los partidos grandes porque con más votos es posible obtener más escaños adicionales (en la tabla que sirve de ejemplo, el Partido A tiene el doble de votos pero el triple de escaños que el Partido C; el Partido B tiene el doble de escaños pero no el doble de votos que el Partido C).
Existen otros sistemas de asignación proporcional de escaños, cuyos resultados no distan apenas si no llevan consigo una reforma en el tamaño de las circunscripciones.