Los más recientes estudios de la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) arrojan inquietantes previsiones con respecto a la insuficiencia en los esfuerzos realizados para reducir las emisiones de carbono, e incluso estiman que, de no multiplicar el trabajo en este campo, la Tierra podría alcanzar los 2°C de temperatura por encima de los niveles pre-industriales en menos de 20 años, lo que constituiría un fracaso para los objetivos planteados en el Acuerdo de París.
Reino Unido y China son los países que lideran la transición al modelo energético bajo en emisiones de carbono, pero aun así, no tienen el ritmo de desaceleración necesario para conseguir las metas establecidas en el Acuerdo de París, según precisa el análisis PwC, recogido por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
De acuerdo con PwC, el promedio de descarbonización en 2017 fue de 2,6 por ciento. Esta cifra es inferior a la mitad de lo que se necesita para alcanzar un ritmo que asegure mantener el calentamiento global por debajo de los 2°C con respecto a los niveles pre-industriales en 2050.
La consultora resalta «peligrosos» estándares de incrementos de temperatura para este siglo.
Este estudio se publica mientras los gobiernos discuten los puntos claves de la descarbonización en el Reporte Especial del Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, titulado ‘Calentamiento Global de 1,5°C’.
«Hay muchas soluciones para este problema, los gobiernos solo necesitan empezar a implementarlos. Recientes reformas del Sistema de Emisiones de la Unión Europea han incrementado el precio del carbono este año. Es un buen ejemplo de lo que se necesita», explicó Jonathan Grant, director de Cambio Climático en PwC.
Protagonistas de la descarbonización según PwC
China es, indiscutiblemente, uno de los líderes en materia de políticas climáticas. En 2017 logró descarbonizar su economía en un 5,2 por ciento, al ser una de las potencias económicas más importantes del mundo, genera un impacto enorme.
En los últimos 10 años, China redujo en 41 por ciento la presencia de carbono en su economía. Además, se mantiene como líder del crecimiento renovable, con avances significativos para lograr que un 20 por ciento de su generación energética provenga de fuentes bajas en carbono para 2030. Esta es otra de las disposiciones establecidas en el Acuerdo de París.
A pesar de estos avances, aún hay un incremento de 1,4 por ciento de emisiones en el gigante asiático, según el registro de 2017.
Por otra parte, Reino Unido logró en 2017 una descarbonización de 4,7 por ciento. Se convirtió en el país que más rápido avanza hacia una economía baja en carbono.
En tierras británicas, la demanda de carbón y gas cayó en 2017. A pesar de que su consumo petrolero se mantuvo, muchos combustibles fósiles son reemplazados progresivamente por energías renovables. Hubo un incremento del 33 por ciento en la generación eléctrica proveniente de la energía eólica y otro 22 por ciento de la solar. También se registró un consumo más eficiente.
«Reino Unido es un líder global en el impulso de la transición a una economía baja en emisiones de carbono. Renovables, eficiencia energética y crecimiento de los servicios contribuyeron a que se colocaran en la cima de esta área», reseña el análisis de PwC.
Pese a estos factores positivos, los combustibles fósiles son la fuente energética dominante en Reino Unido con un 80% del uso total.
Llamado de atención
Con este contexto, los 2°C de temperatura con respecto al nivel pre-industrial, de los que debería alejarse el planeta, podrían alcanzarse en 2036. Los acuerdos existentes hasta ahora marcan una trayectoria de 2,6°C para finales de siglo, siempre y cuando se cumplan los pactos acordados.
Por este motivo, las organizaciones internacionales hacen un llamado para ser más ambiciosos frente a cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Aún queda terreno que recorrer en cuanto a las conversaciones entre organizaciones como las Naciones Unidas o la Unión Europea y los gobiernos de los países que la conforman.
Esta misma semana, el Europarlamento aprobó una meta de reducción de emisiones de vehículos en 40 por ciento para 2030, que debe discutirse con los estados para aplicarse. Como este caso, existen muchas otras propuestas que no logran penetrar por diversos factores políticos y económicos.
Para más información, visite Energía16
Lea también: Energía limpia para la descarbonización