Purdue Pharma se declaró culpable de tres cargos criminales ante las autoridades del Departamento de Justicia de Estados Unidos. La compañía reconoció los daños irreparables causados con la producción y distribución del poderoso analgésico OxyContin, cuya administración bajo receta derivó en una crisis de adicciones y cientos de miles de muertes por su componente de opioides.
La firma, propiedad de la familia Sackler, actualmente enfrenta demandas de al menos 49 estados. Los recursos jurídicos argumentan que la farmacéutica ha cobrado la vida de unas 450.000 personas desde 1999 por el consumo del OxyContin. Además, le reclaman el pago de 2,2 billones de dólares para cubrir los daños ocasionados.
La farmacéutica Purdue Pharma, que se declaró en bancarrota en 2019 por otras 2.600 demandas, admitió su culpabilidad. Asumió su responsabilidad y aceptó pagar 8.300 millones de dólares (unos 7.000 millones de euros) por concepto de multas, daño civil e indemnizaciones.
«El abuso y negligencia en la prescripción de opiáceos ha contribuido a una tragedia nacional de adicción y muertes. Y se suman a aquellas causadas por los opiáceos que circulan ilícitamente en las calles”, dijo el subfiscal general, Jeffrey A. Rosen, al anunciar la decisión.
Los fiscales federales consideraron que la farmacéutica ofreció incentivos a los médicos que prescribieran OxyContin como analgésico. De ahí que uno de los delitos que la firma asume haber cometido es la violación del estatuto federal antisoborno. El otro delito es engaño a la agencia estadounidense del medicamento entre los años 2007 y 2017.
Purdue Pharma admite su culpabilidad
El OxyContin estaba compuesto por opioides, a veces llamados narcóticos. Este tipo de medicamento incluye fuertes analgésicos recetados, como oxicodona, hidrocodona, fentanilo y tramadol. La droga ilegal llamada heroína es también un opioide. Algunos opioides se producen a partir de la planta del opio, y otros son sintéticos, hechos en laboratorios.
Su consumo causa efectos secundarios como somnolencia, niebla mental, náuseas y estreñimiento. También pueden producir respiración lenta, lo que puede conducir a muertes por sobredosis.
El presidente de la firma, Steve Miller, quien se unió a la junta directiva en julio de 2018, reiteró la culpabilidad de la farmacéutica. “Purdue Pharma lamenta profundamente y acepta la responsabilidad de las infracciones detalladas por el Departamento de Justicia en la declaración acordada de los hechos”, apuntó.
También señaló que «el acuerdo de conciliación allanará el camino para que Purdue presente un plan de reorganización al tribunal de quiebras. Incluye la transferencia de activos a una empresa de beneficio público. Y en última instancia, entregará más de 10.000millones de dólares en valor a los reclamantes y las comunidades».
Convenio apresurado ante las elecciones
El acuerdo alcanzado entre Purdue Pharma y el Departamento de Justicia no absuelve a los directivos o dueños de la empresa de responsabilidad penal. La investigación criminal sigue su curso.
Sin embargo, en opinión de la secretaria de Justicia de Massachusetts, Maura Healey, el Departamento de Justicia federal “fracasó”. Indicó que “la justicia en este caso requiere revelar la verdad y obligar a los culpables a rendir cuentas, no a lograr un acuerdo apresurado antes de una elección” presidencial, como ha ocurrido en este caso.
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