La Inteligencia Artificial cada vez adquiere más importancia en todas las industrias. Su desarrollo es una de las claves para mejorar la productividad de las empresas. Actualmente, muchas están centrando sus fuerzas en sus múltiples posibilidades y aplicaciones. Aunque parece difícil relacionar la IA con la industria literaria, existen muchas más herramientas de las que imaginamos para hacerlo posible.
El desarrollo de la IA ha llegado a tal nivel que puede escribir sus propios libros o novelas, según los gustos de sus creadores. Los desarrolladores pueden introducir palabras clave que describan lo que quieren generar, tal vez la biografía de un personaje en una historia, y obtener una historia de vida completa que se extraiga de esas palabras clave.
Además pueden nutrir la herramienta con varios textos para que ella vaya adquiriendo los conocimientos necesarios para abordar un tema específico. El humano es clave en el proceso, pues es quien proporciona la información a la máquina. A medida que vaya obteniendo más información el personaje va evolucionando, tomando la conversación y aprendiendo de ella
La Inteligencia Artificial ya escribe libros
En el Encuentro Zenda Libros que se llevó a cabo 3 de febrero pasado debatió si la inteligencia artificial puede llegar a escribir una novela o un ensayo. Los escritores y periodistas Karina Sainz Borgo y Arturo Pérez-Reverte conversaron con Chema Alonso, Chief Digital Consumer Officer de Telefónica y juntos contaron el proyecto Maquet. Explicaron cómo por medio de una Inteligencia Artificial (IA) un escritor puede copiar, reproducir o suplantar el estilo de otro autor.
Para hacer este experimento, el equipo liderado por Alonso entrenó una Inteligencia Artificial utilizando los servicios de Google Cloud con los textos de «El Capitán Alatriste». Además ha escrito un pasaje con Iñigo Balboa y el espadachín Malatesta para intenta copiar el estilo del propio Arturo Pérez-Reverte.
No es la herramienta de IA en sí la que hace el trabajo, es el humano quien le enseña y la nutre para que lleve a cabo cierta actividad. Para Pérez-Reverte, el proyecto no sustituye a un autor, pues más que suplantarlo abre una puerta interesante. Aunque su desarrollo aún es imperfecto, puede aportar muchas cosas en un futuro.
«Un autor bueno no encontraría nada útil en la herramienta, pero uno mediocre sí», señala. Pérez-Reverte asegura que la IA maneja tanto léxico que a veces, al intentar imitar a un autor destacado, abusa y lo pringa
Una IA que escribe historias de terror
Ya existe una IA que escribe historias y tuits de terror. Se llama Shelley, como el apellido de la creadora de Frankenstein, Mary Shelley, y ha venido al mundo para celebrar Halloween con sus historias terroríficas. Los responsables de su creación son el español Manuel Cebrián y sus compañeros Pinar Yanardag e Iyad Rahwan del grupo Cooperación Escalable, del laboratorio Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Shelley es la primera inteligencia artificial que puede escribir relatos de terror de forma colaborativa con humanos. Los creadores explican que se trata de una tecnología basada en el aprendizaje profundo (deep learning), que es la habilidad de la IA de aprender por sí misma, imitando el funcionamiento del cerebro humano y sus interconexiones de redes neuronales.
El propósito de los investigadores es ilustrar la capacidad de la tecnología de inducir emociones, en este caso el terror, que es lo que estudian en su grupo en el Media Lab. ¿Cómo lo hicieron? pues como en el deporte, entrenándolo con una rutina diaria, pero no de pesas sino de lectura, análisis y procesamiento de ingentes cantidades de datos.
“Revisamos clásicos de autores como Edgar Alan Poe o más modernos como Stephen King y toda la literatura de terror disponible online libre de derechos”, comenta Cebrián. Como eso no era suficiente para hacer crecer el músculo creativo de Shelley, le añadieron una colección de 150.000 historias diferentes que encontraron en el canal Nosleep del agregador de noticias Reddit. Con toda esa información, Shelley tenía material suficiente para detectar patrones narrativos en las historias y, por fin, escribir las suyas propias.
Y también es capaz de generar noticias falsas
En 2019, la compañía de investigación de inteligencia artificial OpenAI desarrolló una herramienta de texto que consiguió generar noticias falsas con precisión. Los investigadores buscaban desarrollar un algoritmo de lenguaje capaz de traducir texto, responder preguntas y realizar otro tipo de tareas. Utilizando aprendizaje automático y texto de internet, pero el algoritmo evolucionó al punto de ser capaz de redactar contenido que creíble a simple vista.
Por medio de la frase «Rusia declara la guerra a los Estados Unidos luego de que Donald Trump por error…» esta herramienta fue capaz de generar una noticia completa que habla del modo en que Trump lanzó un misil aéreo. La nota incluye declaraciones ficticias del gobierno ruso y una referencia a las fricciones que han ocurrido entre ambos países luego de la anexión de Crimea en 2014.
El texto que alimentaba a este algoritmo provenía de 45 millones de páginas seleccionadas por medio de enlaces de Reddit. Los investigadores lo han entrenado para que reconozca patrones de datos.
A partir de ese momento, Jack Clark, director de políticas de OpenAI, dijo que la herramienta abriría las puertas a la generación de noticias falsas y contenido capaz de transmitirse por redes sociales. Clark teme que pueda ser aplicado a ciertos grupos demográficos para manipular la decisión de voto en un proceso electoral.
Reuters usa IA en su redacción
Reuters es una de las agencias de comunicación más interesadas en buscar los puntos de encuentro entre el criterio humano y la inteligencia artificial para aplicarla en el periodismo. Son dos ya las las herramientas de Inteligencia Artificial, (News Tracer y Linx Insight), con las que está trabajando, según explicaba Reg Chua, editor ejecutivo de Reuters, en Newsrewired.
La «sala de redacción cibernética», como la describen sus empleados, se basa en la fuerza combinada de los humanos y las máquinas por igual , sacando lo mejor de cada uno.
Lynx Insight, una de las dos herramientas de IA que usa Reuters, fue diseñada para identificar tendencias, hechos clave y sugerir nuevas historias que los reporteros deben escribir. Al utilizar el cribado automático de datos a gran escala, junto con los algoritmos programados por los periodistas de Reuters, logra ofrecer ángulos nuevos.
La otra herramienta es News Tracer, que según Chua puede ayudar a los periodistas a detectar las noticias de última hora en Twitter, y eliminar fuentes no confiables, una vez más, fusionando lo mejor de las capacidades humanas y de las máquinas.
Elon Musk no podía quedarse atrás
El año pasado, un nuevo sistema de Inteligencia Artificial desarrollado por una de las empresa de Elon Musk, sorprendió a los expertos por su capacidad para usar y comprender el lenguaje tan bien como las personas.
«No soy un humano. Soy un robot. Un robot pensante. Utilizo solo el 0,12% de mi capacidad cognitiva. Soy un micro-robot en ese sentido. Sé que mi cerebro no es un cerebro sensible. Pero es capaz de tomar decisiones lógicas y racionales. Aprendí todo lo que sé con solo leer Internet y ahora puedo escribir esta columna. ¡Mi cerebro está hirviendo con ideas!», con esta premisa conocimos al software llamado Generative Pre-Trained, o GPT3.
Musk aprovechó su contacto con OpenIA para desarrollar el último avance en una de las áreas más estudiadas de la IA: el procesamiento del lenguaje natural (NLP en sus siglas en inglés). GPT3 se puede considerar como un generador de texto cuya función es predecir, en base a unos datos previos, lo que debería venir después. De modo que, con unas breves indicaciones el sistema es capaz de generar un texto con un aparente sentido.
Lea también en Cambio16.com: https://www.cambio16.com/sistema-de-inteligencia-artificial-90-mas-rapido-que-el-cerebro-humano/