Por Cambio16 | Efe
25/10/2016
La gestora del PSOE y algunos de los barones territoriales han elevado la amenaza hacia el PSC, hasta llegar a hablar incluso de «divorcio», si los socialistas catalanes no rectifican y acatan la abstención en bloque, y no mínima, a la investidura de Mariano Rajoy decidida por el Comité Federal.
Las advertencias de Ferraz y de presidentes autonómicos como el extremeño Guillermo Fernández Vara o el castellanomanchego Emiliano García-Page han respondido al desafío del líder del PSC, Miquel Iceta, que ha garantizado la «desobediencia» de sus diputados al mandato del máximo órgano del PSOE aunque implique un cambio de relación entre ambas formaciones.
Mientras, los dirigentes políticos a los que el Rey ha recibido hasta la fecja en su ronda de consultas para la investidura dan por hecho que habrá Gobierno en minoría dirigido por Mariano Rajoy gracias a la abstención del PSOE, un cambio de posición reprobado por la mayoría de los partidos con los que ha hablado el monarca. Sólo los portavoces de Foro, Isidro Martínez Oblanca, UPN, Javier Esparza, y Coalición Canaria, Ana Oramas, han anunciado al jefe del Estado que votarán a favor de Rajoy, mientras que sus otros seis interlocutores de los partidos minoritarios, tres de ellos integrados en Unidos Podemos, le han ratificado que votarán no.
Ante la previsible ratificación del no en el Consell Nacional del PSC de este martes, el portavoz de la gestora del PSOE, el andaluz Mario Jiménez, ha avisado que el «desacato» obligará a «evaluar» la relación con la federación catalana. Sin embargo, Jiménez ha deseado no llegar a la ruptura: «Confío, y a ello nos vamos a poner, en que impere el ‘seny’ catalán».
Jiménez ha subrayado que en el mandato acordado por el Comité Federal «no caben interpretaciones de ningún tipo», por lo que la abstención deberá ser en bloque y no limitada a once diputados, como quieren el PSC y otros dirigentes partidarios del no a Rajoy. «No hay ningún tipo de mecanismo alternativo», ha zanjado Jiménez en declaraciones en la Cadena SER.
Más contundente ha sido García-Page, que pese a asegurar que van a intentar «por todos los medios» que se mantenga el hermanamiento con el PSC, no descarta que la crisis desemboque en la ruptura.
«Si alguien quiere el divorcio, como saben ustedes ahora en España, con que lo pida una de las partes vale», ha comparado el presidente castellanomanchego, quien ha recordado al PSC que cuando se tiene un acuerdo, «es a las duras y a las maduras».
Fernández Vara se ha unido a quienes sostienen que si el PSC no acata, se genera una situación que «hay que resolver, y no vale decir no pasa nada». «No es normal», ha aseverado. No obstante, el dirigente extremeño ha precisado que no se tiene que ver detrás de las «consecuencias» que pueda tener la desobediencia «la idea de buscar ruptura ni nada por el estilo».
El más taxativo con el PSC ha sido el expresidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien comprendería que el PSOE «rompiera definitivamente» con el PSC: «No sólo bajan de votos en Cataluña, es que también nos hacen perderlos en España». «Con los resultados de Iceta, cualquier día desaparece el PSC», ha arremetido Ibarra en La Sexta, donde ha considerado «tan fácil sustituir al PSC como crear una federación catalana del PSOE«.
Los líderes de ocho federaciones -Baleares, País Vasco, La Rioja, Castilla y León, Madrid, Murcia, Navarra y Ceuta- que apoyan el no han enviado una carta al presidente de la gestora, Javier Fernández, para que la abstención no sea en bloque, sino mínima, con el fin de no agrandar más la división en el partido.
En el texto, se afirma que la llamada abstención técnica «reforzaría el sentido político» de la acción del PSOE y sería «claramente beneficiosa en el objetivo compartido de empezar a superar la situación de división actual».
«Todos somos conscientes de la dificultad de esta situación y pretendemos ayudar a superarla con el menor coste para el PSOE«, subrayan los dirigentes ‘sanchistas’, que piden a Fernández una reunión urgente para debatir sobre su reivindicación.
Según la presidenta balear, Francina Armengol, «si de verdad se quiere coser el partido, no se quiere romper, convendría hacerlo de la forma más hábil».
Para el PSOE andaluz, «no cabe abstención técnica» porque el mandato es de «obligado cumplimiento», según su secretario de Organización, Juan Cornejo, quien se ha mostrado convencido de que las federaciones críticas «reconsiderarán» su posición.
«Es curioso que casi todas las personas que manifestaban su posición del no a la investidura ahora están por la abstención técnica», ha llamado la atención Cornejo.
Además de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, el presidente valenciano, Ximo Puig, ha defendido una abstención en bloque porque facilitar el gobierno al PP «ni es una decisión ideológica, ni ética, ni moral», sino «instrumental» para evitar terceras elecciones.
El presidente aragonés, Javier Lambán, ha defendido el desbloqueo con el argumento de que, en este momento, es recomendable «reprimir las vísceras y dar paso a la razón».
Además de los miembros del PSC, otros diputados socialistas, como la independiente Margarita Robles y el vasco Odon Elorza se han reafirmado en el no a Rajoy y han abogado por el voto en conciencia.