Siem Reap, es una de las provincias más turísticas de Camboya. Suele ser el punto de partida para visitar el complejo arqueológico y deslumbrarse con sus templos milenarios. En sus alrededores han proliferado las ventas de souvenirs y de comida ambulante, incluidas las fritangas de carne de perro. Ante la queja de grupos ecologistas y proteccionistas de animales las autoridades prohibieron el comercio de perros para el consumo humano.
Cerca de esa ciudad están los famosos templos de Ankor Wat, declarados Patrimonio de la Humanidad por su espectacular belleza y valía arqueológica. En las proximidades hay una intensa actividad comercial, abundantes hoteles y posadas. Restaurantes de todas las categorías conviven con puestos de comida callejera. Y una escena cultural muy creativa, que incluye actividades circenses.
Los camboyanos compran y venden perros en forma ilegal. Y cuentan con centros donde los sacrifican para ofrecerlos como platillos exóticos a los turistas. Los activistas a favor de los derechos de los animales han denunciado esas prácticas innobles y crecientes en la región.
Las autoridades de la provincia de Siem Reap emitieron una orden que prohíbe la compra, venta y matanza de canes para consumo humano. Sin embargo, el comercio continúa siendo legal en otras regiones del país.
De acuerdo con la orden que prohíbe el comercio, se aplicarán las sanciones establecidas en la ley de salud y producción animal. Los infractores podrían enfrentar hasta 5 años de cárcel y multas de entre 7 millones y 50 millones de riels (entre 1.750 y 12.500 dólares).
Las autoridades vincularon la medida a la popularidad de Siem Reap como destino turístico y sitio sagrado. Los templos de Ankor Wat atraen a más de 2 millones de visitantes cada año. Por supuesto, el turismo desapareció este año debido a la pandemia de coronavirus.
La prohibición también hace un reconocimiento de los canes como mascotas leales y protectoras de casas, granjas y animales del campo. Además, describe el comercio de la carne de perro como inhumano y un peligro: puede propagar enfermedades.
Camboya prohíbe el comercio de carne de perro
Un reciente informe de dos grupos pro-animales identificaron 21 restaurantes en Siem Reap especializados en carne de perro y 110 en la capital camboyana, Phnom Penh. El documento incidió en la decisión de Camboya de prohibir el comercio de la carne de perro.
Las organizaciones Cuatro Patas, con sede en Austria, y Rescate Animal en Camboya denunciaron que unos 2.900 perros al mes, unos 34.000 al año, son servidos en restaurantes en Siem Reap.
«Esperamos que esta decisión sirva de modelo para que el resto del país haga lo mismo y proteja la vida de millones de perros», dijo Katherine Polak, directora de Cuatro Patas en el Sudeste de Asia.
El departamento regional de Agricultura anunció que esa es la primera provincia camboyana en prohibir la muerte de perros para comerciar con su carne. Asimismo, en proteger los derechos de estos animales de compañía.
Las autoridades recordaron que la ingesta de carne de perro ha causado serios problemas de salud a las personas que la consumieron. En 2015, cuatro personas perdieron la vida y más de treinta resultaron intoxicadas. Participaron en un banquete en el cual sirvieron estofado de carne de perros que habían sido envenenados.
En Camboya el consumo de carne de perro, denominada en los establecimientos «carne especial», se tolera y no es ilegal. Salvo ahora en Siem Reap, pero su consumo no está tan extendido como en Vietnam o China.
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