La represión de los cuerpos de seguridad de la dictadura madurista así como la detención de los manifestantes no logran frenar el descontento popular. Si bien las protestas son diarias en Venezuela, en los últimos días han arreciado. La falta de agua, de gasolina, de gas doméstico, de servicios de salud golpean a una población que debe escoger entre el coronavirus y el hambre. Y muchas veces recibe ambos.
Desde la semana pasada, las protestas de calle han ido en aumento. Se suceden de forma espontánea, en los estados Anzoátegui, Sucre y Nueva Esparta, al nororiente. En Bolívar y Amazonas al sur. También en las otrora pujantes regiones industriales de Aragua, Carabobo y Lara. En Miranda, en Táchira, en Falcón y en Yaracuy.
La ONG de derechos humanos denuncian la cruda represión con detenciones, y mucha violencia en todos los casos. Pero aún así las protestas siguen.
La teoría del «cuero seco»
A Antonio Guzmán Blanco, quien fuera presidente de Venezuela en el S. XIX, se le atribuye la frase «Venezuela es un cuero seco, lo pisas por un lado y se levanta por el otro». Si bien estas palabras fueron pronunciadas hace más de siglo y medio, han cobrado vigencia en estos tiempos turbulentos que vive la nación suramericana.
El estado Yaracuy, al centro del país, ha vivido jornadas diarias de protestas que acumulan ya casi una semana. Habitantes de las localidades de Nirgua y Sabana de Parra, salieron por cinco días consecutivos a las calles para reclamar mejores servicios entre ellos agua potable y gas doméstico.
En la ciudad de Chivacoa, municipio Bruzual, se reportaron allanamientos ilegales y detenciones arbitrarias. Efectivos de la GNB entraron a una casa sin orden alguna y detuvieron a un hombre, según quedó registrado en vídeos.
No se detiene
La policía de Yaracuy y la Guardia Nacional actuó «haciendo uso excesivo de la fuerza» contra los manifestantes, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social. «Esta es la respuesta a las protestas pacíficas de trabajadores y vecinos» en Nirgua, tuiteó la ONG. La publicación incluyó un vídeo en el cual aparecen uniformados arrastrando a un hombre por el asfalto.
La fuerte represión de los cuerpos de seguridad en ese estado, que llevó a la detención de más de 30 personas la semana pasada no amilanaron a los ciudadanos. Por el contrario, se mantienen en pie de lucha. Tan solo el sábado pasado hubo protestas en 7 de las 14 municipios de la entidad.
Este lunes 28 y martes 29 de septiembre, en varios estados del país, la gente salió a la calle otra vez manifestarse. Las exigencias son, una y otra vez, acceso al agua, a la electricidad, al gas doméstico y a la gasolina, entre otros servicios.
Aún en medio de la pandemia
Luego de las masivas protestas de 2017, así como los picos que han ocurrido en algunos momentos particularmente críticos, se ha cometido el error de pensar que las manifestaciones han cesado. La calle se «enfrió», dicen algunos teóricos al hablar de este fenómeno. Pero la realidad, en términos estadísticos, es muy distinta. En todos estos años, incluso cuando el difunto presidente Higo Chávez gozaba de cierta popularidad, adquirida dentro y fuera del país con los ingresos de un barril de crudo a 100 dólares (antes de que la industria petrolera colapsara por la propia ineficiencia y corrupción del régimen) el país ha sido un hervidero.
El año 2017 fue particularmente conflictivo. Hubo 9.787 protestas en Venezuela. Los años siguientes, percibidos como «más pacíficos» hubo en realidad muchas más manifestaciones de calle. Hubo 12.715 en 2018 y 16.739 en 2019, de acuerdo con las cifras reportadas por el OVCS.
Para 2020, la pandemia y los confinamientos para controlarla redujeron estas manifestaciones. Pero aún así, en los primeros 8 meses hubo 5.811 protestas.
Solo en agosto el total de protestas fue de 748. Las razones eran principalmente la falta de gasolina y fallas de los servicios públicos. Un promedio de 25 protestas diarias. Un total de 33 detenidos y cuatro heridos originó la represión contra estas protestas.
Cuarentena radical no aplaca los ánimos
El lunes 28 de septiembre comenzó otra semana de «cuarentena radical». Un curioso sistema del régimen que flexibiliza las medidas de confinamiento una semana y la recrudece en la siguiente.
La semana que culminó el domingo las medidas eran más relajadas, lo que hacía esperar que a partir de este lunes las protestas disminuyeran, debido a las restricciones. Sin embargo, el coronavirus tampoco aplaca los ánimos. Las protestas por las constantes fallas en el servicio de agua recrudecieron en estos dos primeros días numerosas regiones. En el norte del estado Anzoátegui, donde no hubo protestas aisladas la semana pasada, los habitantes de Barcelona, Puerto La Cruz, Lechería y Guanta colapsaron las principales avenidas. No tienen agua.
La semana anterior, vecinos de los sectores de la urbanización Nueva Barcelona reclamaron por los dos meses que llevan sin recibir agua por tuberías. La situación ha generado un «mercado negro», donde se cobra hasta 60 dólares una carga de agua en un camión cisterna.
Lunes de pronóstico
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social registró este lunes un total de 76 protestas en 19 estados del país, por el colapso y la escasez de los servicios públicos.
La distribución de la gasolina, los cortes prolongados de luz, la falta de agua potable y la escasez de gas doméstico son los motivos principales. Poner en riesgo la vida, en medio de la pandemia, no parece razón suficiente para quedarse en casa.
El OVCS dijo que Nueva Esparta, un estado insular al no oriente del país, fue la entidad con mayor número de protestas, con un total de 22. Los cuerpos de seguridad reprimieron salvajemente, una vez más, a los manifestantes. Usaron perdigones, bombas lacrimógenas y detenciones arbitrarias, y mucha sevicia.
Protestas por toda Venezuela
Un grupo de ciudadanos protestó la mañana de este martes frente a la sede de la telefónica estatal Cantv, en Caracas, para denunciar las recurrentes fallas en el servicio de Internet y telefonía fija.
En las torres de Petróleos de Venezuela en Maracaibo, estado Zulia, trabajadores jubilados y activos se concentraron este martes para exigirle al régimen chavista el pago de los intereses generados por el fondo de pensiones desde 2016.
Aproximadamente 50 presos del Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas de la Costa Oriental del Lago en Cabimas, estado Zulia, salieron la tarde del lunes 28 de septiembre a la calle a protestar para exigir mejores condiciones.
En un vídeo publicado por la ONG Una Ventana a la Libertad se observa a los reclusos sin camisa trancando la avenida Andrés Bello, en el sector La Misión de Cabimas.
Este martes, por segundo día consecutivo, habitantes de San Carlos, estado Cojedes, alzaron su voz en protesta por la escasez de gasolina en la región. Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y de la policía levantaron la protesta con gases lacrimógenos y perdigones.
La situación se agrava
El politólogo y director de la consultora Polity, John Magdaleno, afirmó que las acciones de calle de los últimos días en algunas regiones de Venezuela demuestran que «no es cierto que en pandemia se han calmado las protestas».
Entrevistado por la emisora Unión Radio, el especialista explicó que «el descontento sigue teniendo expresión pública y se traduce en una expresión colectiva del malestar, incluso en tiempos de pandemia».
Criticas a Borrell
En Caracas representantes europeos enviados por Josep Borrell y el régimen de Nicolás Maduro se reunieron para tratar el aplazamiento de las elecciones parlamentarias, fijadas para el 6 de diciembre.
Durante los encuentros, el régimen chavista reiteró que la contienda se desarrollará en la fecha fijada. Asegura que responde a un mandato constitucional, aunque habría mostrado la posibilidad de evaluar los escenarios, informó el periódico TalCual, de Caracas.
En respuesta a estos encuentros, más de 200 personalidades de Iberoamérica enviaron este martes una comunicación dirigida a la presidente de la Comisión Europea, al presidente del Consejo Europeo y a los 27 ministros de Relaciones Exteriores agrupados en la Unión Europea en rechazo a las iniciativas que viene desarrollando Josep Borrell, alto representante de esa comunidad política para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, en acuerdo con el gobierno de España.
Llamamiento a la UE
En la carta, calificaron las últimas operaciones políticas de Borrell como una misión incongruente que obstaculiza el rescate por la libertad en Venezuela. Rechazaron que el Gobierno de España promueva esas maniobras para avalar unas ilegítimas elecciones parlamentarias.
“El alto representante, actuando también como representante del gobierno español, intenta minar el consenso internacional sobre la necesidad de establecer un gobierno de transición de Venezuela para reinstitucionalizar el país, gestionar la crisis humanitaria y poder entonces convocar a elecciones presidenciales verdaderamente libres y soberanas”, dice el exhorto.
Además, instaron a la comunidad europea a desmarcarse de los intereses del gobierno Español, así como a promover la actuación de la Corte Penal Internacional junto a la OEA y otros organismos que aceleran las medidas necesarias para desalojar al régimen de Nicolás Maduro.
El emplazamiento lo encabezan líderes opositores como María Corina Machado, Antonio Ledezma, Diego Arria y Asdrúbal Aguiar. Cuenta con el respaldo de expresidentes de Latinoamérica como Andrés Pastrana, Álvaro Uribe, Jorge Tuto Quiroga y Vicente Fox.
Además, figuran el presidente de Vox, Santiago Abascal; el presidente del Partido Popular, Pablo Casado; la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. También los diputados españoles Cayetana Álvarez de Toledo y Víctor González: Igualmente figuran los académicos y escritores Mario Vargas Llosa, Álvaro Vargas Llosa y Héctor Schamis.
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