En las últimos semanas se ha acelerado el deterioro de las condiciones de vida en Cuba y sus habitantes emprendieron el domingo una jornada histórica de protestas que ha sorprendido al mundo y al propio régimen de Miguel Díaz Canel. La crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus ha sido la última adversidad de la larga lista que los cubanos han afrontado desde 1959, con la toma del poder por los guerrilleros comandados por Fidel Castro. Ahora muerte por el SARS-CoV-2, por la falta de medicinas y equipo sanitario; y hambre, mucha hambre por falta de comida.
En las últimas décadas, después de la implosión de la Unión Soviética y con la negativa del Partido Comunista de abrirse a los nuevos tiempos todos los problemas se agravaron. Solo se aliviaron y una especie de burbuja de bienestar con la llegada de Hugo Chávez en Venezuela, que cayó rendido en su brazos y se convirtió en el gran mecenas.
Con el fracaso del socialismo del siglo XXI y la destrucción de Pdvsa, Cuba volvió a quedarse sin subsidio y ha tenido los graves problemas de desabastecimiento de alimentos, que se agravan con la pandemia de COVID-19 y la ineptitud de los gobernantes, que todo lo quieren resolver con represión, juicios por traición a la patria y cárcel.
El domingo, en las calles de una gran cantidad de ciudades reapareció la protesta. Sin miedo, los ciudadanos empezaron a salir con banderas y letreros exigiendo vacunas para apaciguar la crisis por la COVID-19, alimentos, electricidad y empleos, pero también patria y libertad, mientras llamaban singao a Díaz Canel.
Récord de infecciones y sin jeringas para administrar la vacuna
Desde finales de junio, la isla ha batido el récord de infecciones diarias. Los pocos hospitales están desbordados, sin contar con la escasez de medicinas, equipos de protección sanitaria e instrumentos médicos, como respiradores.
Las redes sociales han sido fundamentales en la información lo que acontece en las provincias más alejadas y aisladas por el mal estado de las carreteras y ausencia de transporte colectivo. El sábado, activistas, artistas y grupos ciudadanos denunciaron en Internet la crisis sanitaria y pidieron al Gobierno establecer un corredor humanitario a los largo del país. Díaz Canel, el heredero de Raúl y Fidel Castro, rechazó la propuesta y calificó la solicitud como una «campaña mediática para sacar provecho político de la crisis de salud».
Un pueblo en la inopia empieza a despertar
El sábado cientos de cubanos salieron a las calles en las localidades de San Antonio de los Baños, cerca de La Habana, y Palma Soriano, en Santiago de Cuba. “Estamos hartos de las colas y de escasez. Por eso estoy aquí”, dijo un hombre de unos 40 años de edad. En poco tiempo las manifestaciones abarcaron todo el país, incluidas las provincias de Matanzas, Camagüey y Cienfuegos.
Una de las soluciones que ha presentado el Partido Comunista de Cuba ha sido la vacunación masiva. El régimen ha alardeado a través de los medios de comunicación convencionales, todos bajo su estricto control, que adelanta varias vacunas. Una, la denominada Abdala, le atribuye 97% de efectividad. Sin embargo, se mantiene en estado de prueba y ningún organismo científico independiente le ha dado el visto bueno.
La otra candidata, la Soberana 02, tiene un 60% de efectividad. Con todo, entre los cubanos se ha impuesto la desconfianza, la duda y la incredulidad. Han sido víctimas de los «adelantos» en materia de salud, y en los que el «viagra cubano» en el chiste más recurrido. Lo más doloroso ha sido el programa para eliminar cataratas, que dejó en las tinieblas más oscuras a miles de personas mayores de Cuba y de muchos países latinoamericanos.
Díaz Canel y el resto del aparato de gobierno se jactado de haber desarrollado las dos primeras vacunas para la COVID-19 de América Latina. Sin embargo, los hospitales y centros de salud carecen de jeringuillas para administrarlas, tampoco guantes ni mascarillas ni hidrogel. Y los peor, ni suficientes médicos y enfermeros.
El Gobierno responde con represión, como siempre
Las protestas se multiplicaron el domingo. Los cubanos, que han venido organizándose a través de Internet y siguiendo el ejemplo del colectivo San Isidro, aprovecharon la protesta contra la mala gestión gubernamental de la pandemia para denunciar, no solo la escasez de alimentos y medicinas en general, sino también los largos corte diarios de electricidad por el colapso del sistema eléctrico. Muy pronto las manifestaciones se convirtieron en gritos de “libertad” y otras consignas antigubernamentales. «No tenemos miedo», coreaban.
Los «expertos» han manifestado con particular caradura que el descontento político se debe, «en parte», a que la renuncia de Raúl Castro, que padece un cáncer terminal en el recto y otro en la garganta, dio paso a la instalación de un gobierno «muy débil», incapaz de resolver la crisis económica y el desabastecimiento de medicinas y alimentos. Como si del aparato represivo de Díaz Canel hubiesen salido las opiniones de los «expertos», fueron desplegados los «boinas negros». Una fuerza élite de la Fuerza Armada Revolucionaria entrenada para acabar las protestas por cualquier medio y en el menor tiempo posible.
En varios puntos del oeste de la isla fueron saqueadas a tiendas y mercados estatales que cobran sus productos en monedas extranjeras a las que la mayoría de los cubanos no tiene acceso. También volcaron un coche de policía en Cárdenas, a 145 kilómetros al este de La Habana. Varios piquetes policiales y agentes de civil fueron correteados y golpeados por los manifestantes.
A las pocas horas, Díaz-Canel llamó a las «fuerzas revolucionarias» a salir a la calle para combatir las manifestaciones. “Convocamos a todos los revolucionarios a salir a las calles a defender la revolución en todos los lugares. Lo leales a la revolución estamos dispuestos a dar su vida para defender al gobierno. tendrán que pasar por encima de nuestros cadáveres”, alardeó.
Ya el régimen había desplegado al grupo élite. “Me acaban de decir desde San Antonio que hay una brigada gigantesca de boinas negras, golpean y tiran gases lacrimógenos, que el pueblo no cede. Les han quitado la luz y están sin Internet para que no puedan publicar el testimonio de lo que está pasando”, dijo la activista Tania Bruguera.
La brutal represión desbordada había dejado cientos de heridos y millares de detenidos. La directora de Amnistía Internacional para las Américas, Erika Guevara-Rosas, publicó en su cuenta de Twitter que hay “personas heridas por disparos de la policía, detenciones arbitrarias, amenazas y ataques a periodistas”. El fotógrafo español de la agencia AP, Ramón Espinosa, fue uno de los agredidos por los funcionarios.
Las redes sociales, un tejido de libertad
Durante la dictadura de Fidel Castro el acceso a Internet en la isla estuvo muy restringido. Sin embargo, al llegar al poder su hermano Raúl los cubanos empezaron a tener una conectividad bastante estable, pero muy primitiva y lenta. Los cubanos lo utilizan para denunciar toda incomodidad con el Gobierno, que son todas las imaginables. En la isla falta todo y lo que hay no sirve de mucho.
Aunque no hay un liderazgo abierto, existen colectivos que se han ido organizando y cuestionan la situación política y social de la isla. Sobre todo entre los jóvenes, que se ven sin futuro y sin preparación para hacerse la vida en otros lugares. Así, cubanos de todos los sectores sociales se fueron sumando de forma espontánea y pacífica a las protestas documentadas y transmitidas por las redes sociales.
En Facebook, por ejemplo, se difundieron unos videos en directo de los manifestantes gritando “Abajo la dictadura” y “No tenemos miedo al comunismo”. Pero las transmisiones en vivo desaparecieron repentinamente en menos de una hora. Cortaron Internet.
Las redes también han sido el canal para que temas musicales de protesta se difundan masivamente. La canción
En Twitter, el hashtag #SOSCuba ha ganado terreno y ha impulsado el movimiento por todo el mundo. Numerosas celebridades lo han difundido, como el cantante puertorriqueño Residente, la cubana Gloria Estefan y el cubano-estadounidense Willy Chirino. También la cantante Camila Cabello y la exactriz de cine para adultos Mia Khalifa han denunciado la represión de la dictadura cubana.
La etiqueta #SOSMatanzas también se ha vuelto viral en las redes sociales para pedir ayuda internacional y una «intervención humanitaria» ante la crítica situación por el coronavirus. También se compartieron masivamente videos de los hospitales de Cuba colapsados. El domingo por la tarde cesó el flujo de las informaciones. Díaz Canel cortó Internet y los datos móviles en toda la isla.
Más de 60 años en dictadura
Miguel Díaz-Canel asumió en 2019 la dirección de la dictadura que se implantó en 1959 bajo las directrices de la Unión Soviética y con mucha influencia de la China de Mao Tse-tung, y el apoyo de Corea del Norte. El régimen atribuye los problemas económicos de la isla al embargo comercial estadounidense. “Los cubanos sabemos perfectamente que el gobierno de Estados Unidos es el principal responsable de la situación en Cuba. Cuba y sus calles son de los revolucionarios”, publicó el Ministerio de Relaciones Exteriores en su cuenta en Twitter.
Jorge G. Castañeda, que fue secretario de Relaciones Exteriores de México de 2000 a 2003 y profesor de política y estudios sobre América Latina en la Universidad de Nueva York, declaró que culpar al bloqueo de la espantosa situación que padece hoy la población cubana es pura demagogia. «No hay comida, ni medicinas, ni luz ni gasolina porque la isla no exporta ya nada y por tanto no tiene divisas; no produce nada y por tanto no consume. Si mañana la Virgen de Guadalupe levantara el bloqueo, Cuba seguiría igual: la isla es un páramo económico completo», señaló.
Agregó que en 2020 Cuba importó más alimentos de Brasil por 158 millones de dólares. «Pero de Estados Unidos importó casi lo mismo: 157 millones. De Francia, importó 64 millones de dólares de trigo. El gran aliado argentino, país exportador de productos agrícolas por excelencia: 22 millones. Ciertamente es complicado comprarle a Estados Unidos: los alimentos y las medicinas en muchos casos están exentos del embargo, como lo llaman los norteamericanos, pero existen mil restricciones, no hay crédito ni transporte sencillo, pero de allí no comen los cubanos», acotó.
Díaz-Canel aseguró que las protestas eran un “nivel de provocaciones sistemático” por parte de apátridas que cumplían órdenes de Estados Unidos. También dijo que Washington trataba de desestabilizar y debilitar la economía de la isla como parte de una política para provocar un estallido social masivo”.
El presidente Joe Biden, por su parte, manifestó su apoyo al pueblo de Cuba y a su protesta pacífica. También el expresidente Donald Trump: “Apoyo al pueblo cubano 100% en su lucha por la libertad. El gobierno debe dejarlos expresarse y ser libres. El pueblo cubano merece libertad y derechos humanos! Ya no tienen miedo”, sentenció.
Descontento en Cuba
El estallido ha sorprendido tanto al mundo porque Cuba es un país conocido por sus medidas represivas contra la disidencia. Sin embargo, los cubanos han declarado que en las últimas semanas las condiciones extremas se han vuelto demasiado difíciles de soportar. “Ya no es un tema de libertad de expresión, es un tema de hambre”, ha dicho Adonis Milán, un director de teatro en La Habana.
Diversos activistas y analistas dijeron que era la primera vez que tanta gente protestaba abiertamente contra el gobierno comunista desde el llamado levantamiento del Maleconazo, que estalló en el verano de 1994 en una enorme ola de cubanos que abandonaron el país por mar. Pero ninguna de las dos protestas ha sido política, estas manifestaciones tienen una base social, están motivadas únicamente por las necesidades de la gente.
El descontento también se ha acrecentado por la reforma de la Constitución en 2019. Esta asegura institucionalmente la transición de los Castro a Díaz-Canel e introduce un doble control con las fuerzas armadas a través de la figura del primer ministro Manuel Marrero. Sin embargo, no altera el sistema político del unipartidismo.
En 2020, la economía de Cuba se contrajo un 11%, su peor dato en tres décadas. La solución del Gobierno cubano fue proponer un nuevo paquete de medidas económicas que aumentaron los salarios y las pensiones, pero también los precios. Ante la falta de pesos cubanos hay varias opciones para pagar. Aunque desde el mes pasado el Gobierno prohibió «temporalmente» el uso de los dólares en efectivo, la moneda que más reciben los cubanos por las remesas.
La pandemia del coronavirus ha colmado el vaso, pues ha golpeado muy fuerte al turismo. Además, muchas personas no han podido trabajar porque hay miles de negocios y tiendas cerradas por la crisis sanitaria. A esto se le suma que la gente pasa horas en largas colas para comprar alimentos y productos básicos y el sistema eléctrico del país ha colapsado, provocando varios apagones diarios.
La situación desesperada ha desencadenado un repunte en la migración por distintas vías. Desde octubre de 2020 la Guardia Costera de Estados Unidos ha reportado a más de 512 cubanos huyendo de Cuba. El año anterior solo se interceptaron a 49 personas en el mar. Pero muchos de ellos ni siquiera sobreviven a la peligrosa ruta. El sábado, la Guardia Costera suspendió la búsqueda de nueve migrantes cubanos cuya embarcación se volcó en el mar frente a Cayo Hueso, Florida.
Los líderes se solidarizan con Cuba
Diversos líderes políticos se han manifestado sobre lo que sucede en Cuba. Uno de ellos fue José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, quien se refirió a las protestas como «una situación de una incertidumbre total, absolutamente sin precedentes». Sobre las causas de las manifestaciones, explicó que evidentemente, esto está motivado por una combinación de factores. «La falta de libertades públicas, la recesión, pero también el Covid, las condiciones económicas, los apagones constantes eléctricos, la falta de oportunidades y futuro”, dijo.
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, se expresó hacia los cubanos diciéndoles que «Madrid es la casa de los cubanos valientes que estos días se levantan contra quienes llevan seis décadas robándoles la vida, la democracia y los derechos más básicos». Además, agregó que hoy más que nunca los cubanos deben decidir: «comunismo o Libertad».
Rusia también declaró, esta vez advirtiendo contra «cualquier injerencia externa» en Cuba. «Consideramos inaceptable cualquier injerencia externa en los asuntos internos de un Estado soberano y toda acción destructiva que favorezca la desestabilización de la situación en la isla», indicó la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zajárova.
En esta misma línea, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado a EE UU a que suspenda el embargo comercial contra Cuba como un «gesto humanitario para ayudar al país», tras las protestas contra la crisis económica, sanitaria y el desabastecimiento.
Apresan a periodistas cubanos y corresponsales extranjeros
La Unión Europea insto al régimen dictatorial de Cuba que preside Miguel Díaz Canel a “liberar inmediatamente a los ciudadanos arrestados en las protestas y al grupo de periodistas.
El portavoz comunitario Peter Stano recalcó que la detención y agresión de periodistas por los cuerpos policiales cubanos es absolutamente inaceptable
Entre los periodistas detenidos se encuentra Camila Acosta, la corresponsal de diario ABC de España. Las fuerzas de seguridad la apresaron cuando salía de su domicilio en La Habana para efectuar un trámite personal.
Stano afirmó que el lugar los ciudadanos cubanos y los periodistas no es la prisión. “Pedimos que sean liberados inmediatamente todos los detenidos por sus convicciones políticas o su trabajo periodístico”, recalcó
El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, había pedido al gobierno que lidera Díaz Canel a «permitir las manifestaciones pacíficas de protesta y a escuchar a los participantes”. Los parlamentarios europeos se quejaron de la poca fuerza de Borrell en la defensa de la protesta pacífica y el ejercicio libre del periodismo.
Stano señaló con firmeza que la Unión Europea espera ver más libertad para la gente en Cuba y también más prosperidad. “Las manifestaciones que irrumpieron las ha impulsado el descontento popular, la falta de alimentos y medicinas y por la situación de crisis general en la isla”, agregó
Reiteró que la Unión Europea exige que se respete “el derecho de la gente a manifestarle pacíficamente y expresar sus opiniones de manera pacífica”. Obviamente respondía a Díaz Canel que por televisión y radio conminó a sus partidarios a salir a afrontar a los manifestantes y defender la Revolución “hasta con la vida si fuese necesario”.
La periodista de ABC será procesada por delitos contra la seguridad del Estado
En su sección editorial ABC, publicó La detención en Cuba de la corresponsal Camila Acosta, «así como la de muchos otros de sus compañeros de profesión, que se limitan a cumplir con su derecho y deber de informar, es completamente inadmisible. El diario exige su inmediata puesta en libertad, la devolución de todo el material profesional que le ha sido requisado en su domicilio y, por supuesto, el levantamiento de los cargos que el régimen cubano le ha imputado por presuntos «delitos contra la seguridad del Estado». «Exigimos asimismo una restitución de su honor y el fin de la campaña de hostigamiento que sufren tanto Camila Acosta como su familia a través de los agentes castristas de su vecindario», apunta.
Asimismo, señala que ABC ha solicitado al Gobierno español que ejerza sus oficios diplomáticos ante La Habana para que se haga justicia no solo con la corresponsal del diario sino también con todos los periodistas que han sido detenidos y amenazados en la isla.
Acosta se encuentra detenida en la Cuarta Unidad de Policía de Infanta, municipio de Cerro. Además a han sido detenidos más de veinte profesionales de la comunicación, cubanos y extranjeros, entre ellos Iris Mariño, de Camagüey, y Orelvis Cabrera, de Matanzas.
La organización no gubernamental Prisoners Defenders informó que ha registrado 112 detenciones o desapariciones forzosas, además de varios muertos. El régimen cimentado por los hermanos Castro y el Partido Comunista que heredó Miguel Díaz Canel sacó a reprimir a policías uniformados y civiles, a militares y paramilitares para contener las protestas.
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