La distancia entre Washington y Nueva York se ha hecho más grande en estos días. No geográficamente, sino políticamente. Las autoridades discuten sobre qué hacer frente a la propagación del coronavirus, mientras que parece difícil salvar al mismo tiempo las vidas y la economía.
El gobernador Andrew Cuomo de Nueva York ha repetido que si todas sus medidas costosas y amplias para detener el coronavirus salvan una vida, valdría la pena el esfuerzo. Pero, desde Washington, el presidente Donald Trump ha expresado otra opinión: los costos de cerrar la economía superan los beneficios.
La pugna Trump-Cuomo es, quizás, la punta del iceberg en una diatriba que enfrenta las perspectivas que ven la crisis desde el punto de vista de las dos mayores víctimas del coronavirus: la economía, por un lado, y las vidas, por el otro.
El valor de una vida
Aunque parezca duro, el Gobierno federal ha calculado al imponer regulaciones «el valor de una vida estadística«, que pone un precio a la vida humana. Se ha utilizado para considerar el uso obligatorio de cinturones de seguridad, bolsas de aire o regulaciones ambientales, pero nunca se ha aplicado en un contexto de salud pública.
Desde el gobierno de Reagan, las agencias federales deben realizar un análisis de cualquier regulación propuesta que tuviese un impacto de 100 millones de dólares o más en la economía.
La Agencia de Protección Ambiental, por ejemplo, realiza un análisis de costo-beneficio para estimar en dólares la cantidad de personas que están dispuestas a pagar por la reducción de su riesgo de muerte por condiciones adversas de salud causadas por la contaminación. El Departamento de Transporte estima el costo adicional que los consumidores estarían dispuestos a pagar por mejoras en la seguridad.
Una pregunta incómoda
El debate ahora es urgente. Trump se ha aferrado a la idea de que la cura para la pandemia no debería ser peor que la enfermedad y argumentó que más vidas se perderán «si la economía permanece cerrada».
Ahora, el impulso de cuándo reabrir la economía durante la crisis del coronavirus se centra en una pregunta sombría. ¿Qué número de muertes es económicamente aceptable? Poner cifras en dólares sobre el valor de la vida y la salud es intrínsecamente incómodo, dicen los expertos.
La resurrección de la economía
Hace unos días, Trump hizo un llamamiento para que los estadounidenses dedicaran 15 días al distanciamiento social, incluido quedarse en casa y cerrar bares y restaurantes para ayudar a detener la propagación de la enfermedad. Pero ahora ha cambiado de tono. Se ha quejado de que «el país no fue construido para ser cerrado«.
El mandatario está apuntando al Domingo de Pascua, 12 de abril, como la fecha para una suerte de «resurrección» de la economía.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 25, 2020
A favor y en contra
Los críticos dicen que a la nación se le está presentando una opción falsa, en un momento en que las muertes e infecciones por el virus aumentan.
«No vamos a aceptar la premisa de que la vida humana es desechable«, dijo Cuomo, cuyo estado ha visto muchas más infecciones y muertes por COVID-19 que los demás.
We are going to fight every way we can to save every life that we can.
That’s what it means to be an American and that’s what it means to be a New Yorker. pic.twitter.com/1cREWGx9t9
— Archive: Governor Andrew Cuomo (@NYGovCuomo) March 25, 2020
«Y no vamos a poner una cifra en dólares en la vida humana».
Los demócratas dicen que Trump prioriza la economía por sobre las vidas y la seguridad de los estadounidenses.
«Me gustaría decir que volvamos a trabajar el próximo viernes. Eso sería maravilloso. Pero no puede ser arbitrario», dijo el ex vicepresidente Joe Biden, el favorito para la nominación presidencial demócrata.
El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, dijo que está «de acuerdo» en levantar las pautas de distanciamiento social.
El cálculo no es sencillo
Algunos expertos en finanzas y políticas públicas dicen que la pandemia sigue presentando demasiadas incógnitas para emplear el tipo de análisis de costo-beneficio que se ha utilizado para evaluar el impacto de una carretera federal o las leyes sobre la calidad del aire.
Los economistas de la Universidad Northwestern Martin Eichenbaum y Sergio Rebelo y el economista alemán Mathias Trabandt publicaron en un documento de trabajo que los esfuerzos de contención óptimos conducirían a un daño económico más profundo y que la recesión en los Estados Unidos era inevitable.
Pero también proyectaron que mantener medidas de distanciamiento social antes de que el país alcance su pico de infecciones «salvará aproximadamente medio millón de vidas«.
A quick result from ongoing work on the macroeconomics of epidemics with @EichMartin and Mathias Trabandt. In anticipation of a vaccine being discovered, it is optimal to take immediate containment measures. #COVID19 pic.twitter.com/a1lfBQ5gw7
— Sergio Rebelo (@SergioRebelo6) March 23, 2020
Un bajo riesgo
Con frecuencia se le ha dicho a los estadounidenses que 35.000 personas mueren al año a causa de la gripe común. Para la mayoría de las personas, el nuevo coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos que desaparecen en dos o tres semanas. Algunos, especialmente los adultos mayores y las personas con problemas de salud, pueden desarrollar afecciones más graves, como neumonía y muerte. El grueso de las personas se recuperan. Estos datos han servido para colocar sobre la balanza el efecto del brote, para las vidas y para la economía.
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