Una investigación multinacional indica la importancia de establecer áreas protegidas en lugares estratégicos para conservar la naturaleza y evitar un mayor riesgo de extinción. Habría que proteger al menos el 30% de la superficie terrestre para lograrlo.
El objetivo también es hacerle frente al cambio climático. El causante, entre otros efectos, de que se modifique la distribución de los animales en los hábitats o que cambien de sitio. Sin la conservación de la tierra, y sin un uso sostenible, la pérdida del hábitat de las especies se enfrenta a un mayor riesgo de extinción.
Los autores de la investigación proponen conservar al menos el 30% de la superficie terrestre. Se basan en lo propuesto en el Convenio sobre la Diversidad Biológica de 2020.
La introducción del estudio agrega que, con base en la CDB de 1992, la conservación de las áreas naturales y el uso sostenible de la naturaleza son factores importantes para evitar la pérdida de la biodiversidad en general. Señala que un aspecto clave tiene que ver con la conservación de sitios de importancia para la biodiversidad a través de áreas protegidas y conservadas que cubran al menos el 30% de la tierra y de los océanos:
“El establecimiento de las áreas protegidas y conservadas en los lugares correctos para facilitar los cambios de distribución de las especies a lo largo del tiempo puede ayudar a evitar la extinción por el cambio climático”.
La investigación la hicieron expertos de Chile, Sudáfrica y Estados Unidos, entre otros países, y fue publicada en Ecography.
El estudio asegura que si se protege al menos el 30% de la superficie terrestre de Suramérica, África y el Sureste de Asia, permitiría un logro notorio: salvar el 50% de las especies que se extinguirían a causa del cambio en el clima y otros factores de transformación mundial desde ahora hasta el año 2050. Sería un freno a la extinción.
¿Qué áreas de la superficie terrestre se deberían proteger?
El científico chileno Pablo Marquet, que participó en el estudio analizando sitios que van desde México hasta Chile, dijo que es esencial resguardar los humedales costeros. Asimismo, crear áreas protegidas que sirvan de corredores biológicos a la altura de Iquique y Arica, al igual que en Valdivia.
El estudio partió de datos que especifican la distribución y el tamaño poblacional de más de 289.000 especies de flora y fauna mediane modelos matemáticos. El trabajo destaca la importancia de establecer áreas protegidas en lugares escogidos estratégicamente para que las especies se puedan mover en respuesta al cambio climático.
La conservación de los sistemas naturales proporciona una gran cantidad de beneficios: 1. Minimiza las extinciones. 2. Puede haber servicios de ecosistema fundamentales como la purificación y retención del agua, el control de la erosión. A su vez, la disminución de las inundaciones. También el mantenimiento de las corrientes de los ríos y las oportunidades para el ecoturismo. Las áreas protegidas que tienen bosques proporcionan agua potable a más de un tercio de las 100 ciudades más grandes del mundo».
Población en peligro de extinción
La Organización de las Naciones Unidas, basada en un informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas, teme que 1.000.000 de especies de animales y plantas se extingan dentro de pocas décadas. En el mundo hay 8.000.000 de especies conocidas.
La tasa global de especies extintas es de diez a cientos de veces mayor que la tasa promedio en los últimos 10 millones de años. Y se está acelerando. Se calcula que han sufrido alteraciones un 75% de los ecosistemas terrestres y un 66% de los marinos. Más del 85% de los humedales que existían en 1700 se han perdido.
El daño a la superficie terrestre y el riesgo de extinción están presentes.
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