Desde que fue presentado con bombos y platillos, las ofertas arquitectónicas y de avances tecnológicos de The Line duran lo mismo que las de un mercado de verduras. El megaproyecto futurista que adelanta Arabia Saudita en el desierto para dejar atrás su dependencia del petróleo ha tenido un devenir lleno de vaivenes. Primero fue el recorte del colosal tamaño prometido para 2030, de 170 a 2,7 kilómetros. Y también las previsiones de personas para habitarlo, que quedó en 300.000 cuando en principio esperaban cerca de 1,5 millones.
Ahora se anuncia un gigantesco parque acuático que abriría al púbico en 2025, pero a la vez se habla de que las autoridades de ese país habrían ordenado detener la construcción de una planta desaladora de agua que abastecería del líquido potable a The Line. El coste previsto era de entre 1.500 y 2.000 millones de dólares. La mayoría de los reveses están relacionados con el mal desempeño de los últimos meses del Fondo Soberano de Arabia Saudita, cuya cotización ha caído 75%, según reporte de The Wall Street Journal.
El problema de financiamiento podría afectar otros proyectos que forman parte de NEOM, como Siranna, el balneario de lujo tipo fortaleza medieval; Aquellum, un rascacielo invertido que sería construido dentro de una montaña, y los rascacielos Epicon, Mukabo y la torre Jeddah. El único que ha visto la luz es el parque energético para fabricación de hidrógeno verde denominado Helios. El fondo invirtió 8.000 millones de dólares para hacerlo realidad. Lo irónico es que por ahora esta infraestructura posiciona a Arabia Saudita, uno de los principales productores de combustibles fósiles, en un puesto estratégico en el mercado de energía verde.
Aquarabia, la última aventura
Construir un parque acuático en medio de una sequía extrema en muchas partes del planeta parece una idea descabellada, más si se trata de un país donde se sufre de crisis hídrica y se deben bombardear nubes para obtener agua de lluvia. Y al parecer no es una atracción común, sino un enorme parque acuático en medio del desierto.
Aquarabia es una pieza más del rompecabezas de proyectos faraónicos de NEOM. Según un comunicado del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, la construcción está asociada al proyecto de la ciudad de Al-Qiddiya. Este nuevo proyecto se sumará a la red de parques de atracciones temáticos Six Flags, como el de Dragon Ball. Se espera que abra al público el próximo año. El positivismo alrededor de esta idea es porque no se necesita montar tanta estructura como el resto de proyectos, aunque en su comunicado evitan establecer una fecha de apertura concreta.
El texto no aporta muchos datos sobre la extensión exacta del parque, más allá de indicar que contará con 22 atracciones. Sin embargo, la empresa encargada del diseño de las atracciones, White Water, adelantaron algunos detalles de la obra que contará con equipamiento para actividades familiares y restaurantes repartidos en ocho zonas temáticas con 1.692 metros de toboganes.
La idea entusiasma
Prometen, además de los habituales toboganes de agua, que tendrá la primera piscina de olas para surf en el interior del país. La llamaron Surftopia. Impulsada por la tecnología Endless Surf, afirman que la piscina ofrecerá la experiencia más auténtica de este deporte fuera del océano. Permite la personalización de olas de manera ilimitada y zonas de surf para acomodar a surfistas dependiendo de los niveles de habilidad. Aseguran que la revolucionaria tecnología puede crear ondas cada 8-16 segundos con olas personalizadas que coincidan con las habilidades de las personas en la piscina. Esta flexibilidad garantiza que múltiples surfistas puedan disfrutar simultáneamente; principiantes cerca de la costa y surfistas avanzados probando nuevos trucos en una variedad de olas.
“El surf es un deporte global en rápida expansión, y estamos emocionados de presentarlo a la gente de Arabia Saudita», comentó Paul Chutter, presidente de Endless Surf. “Nuestra tecnología de punta está preparada para capacitar a los surfistas para que traspasen los límites de sus habilidades, ofreciendo un escaparate para los espectadores mientras ven a los deportistas conquistar olas desde la proximidad de la costa de la piscina». Se espera que este desarrollo ayude a hacer crecer el deporte del surf en la región, pues permitirá organizar competiciones de surf en el futuro.
La duda que surge es cómo se gestionará el agua necesaria para el funcionamiento de la atracción acuática. Las autoridades gubernamentales dicen que será sostenible pues se incorporan sistemas de agua reciclada para el riego y la refrigeración de las instalaciones, así como la implementación de controles que evitan el derroche del líquido. Sin embargo, no explican de dónde sacarán el agua para llenar todo el complejo.
La más larga
Otra de las excentricidades es una enorme piscina en la región de Treyam. Pero entre los planes de NEOM es uno de los más plausibles. Se construirá en un resort de lujo ubicado en una de las lagunas del extremo sur del golfo de Áqaba. Se trata de un hotel dividido en dos partes que ofrecerá 250 habitaciones de lujo y estará conectado sobre el golfo por un enorme puente de 450 metros de largo y a 36 metros sobre el nivel del mar. Lo llamativo es que el puente es también una piscina.
En el interior habrá habitaciones y otras estancias, pero en la azotea estará la piscina. La compañía asegura que la estructura se fundirá con el paisaje y será la piscina infinita más larga del mundo. Además contará una espectacular terraza que va de un lado a otro.
Esperan que este sea un destino de lujo con deportes acuáticos, spas, restaurantes, centros deportivos y de cuidado personal. Se encontrará a poca distancia de The Line y la idea es que sea un destino vacacional para quien quiera pasar unos días fuera del otro faraónico proyecto. Más allá del lujo, aseveran que será sostenible, pero sin adelantar detalles al respecto.
Hasta ahora, el récord de la piscina más larga lo tenía el complejo One Za’abeel, también en Dubái. Mide 120 metros de largo y se eleva unos 100 metros sobre el resto de la ciudad. Y no es exclusiva de los huéspedes del hotel, también visitantes sin habitación la pueden disfrutar pagando unos 270 euros al día. Eso sí, el pago es solo por la piscina.
La desalinizadora no va
La última pieza del proyecto afectada por los recortes presupuestarios fue la construcción de la planta desalinizadora, con la que se abastecería el 30% de las necesidades de agua prevista para la ciudad. Se calculaba que la planta suministraría unos 2 millones de metros cúbicos de agua al día a la infraestructura de The Line.
Iba a funcionar con un sistema de energía renovable que separa la sal del agua mediante un innovador sistema de membranas. Su instalación se haría en la cercana ciudad industrial flotante de Oxagon, que NEOM está edificando al noroeste del país. “Las necesidades de agua de NEOM han evolucionado durante el último año, lo que nos ha llevado a adoptar un enfoque gradual para expandir la capacidad. Como resultado, hemos decidido descontinuar nuestro acuerdo de desarrollo conjunto para este proyecto», declaró el encargado de la obra.
La medida podría estar relacionada por los recortes de previsiones tanto en distancia construida, como en población. Los recursos directos disponibles en la zona que iban a cubrir el 70% de la demanda inicial ya serían más que suficientes para abastecer a la ciudad en 2030. Sin embargo, las autoridades no descartan que el proyecto pueda retomarse en el futuro.