Extendiéndose desde la meseta tibetana hasta el mar de China Meridional en unos 4.350 km, el río Mekong es un salvavidas agrícola y pesquero para decenas de millones de personas en China, Laos, Myanmar, Tailandia, Camboya y Vietnam. Pero, con China construyendo más represas para generar energía hidroeléctrica y afrontar las alteraciones generadas por el cambio climático, son muchos los temores. Y se acrecientan ante la posibilidad del colapso de los afluentes, la desaparición de especies de la forma de vida de esas poblaciones y la actividad económica.
La cuenca del Mekong alberga los recursos de pesca continental más grandes del mundo. Más de 60 millones de personas dependen de ellos para su subsistencia. Comunidades enteras, asimismo, han vivido por décadas de la recolección de hierbas del río o khai, y arroz. Sin embargo, las cosechas se han reducido desde que China construyó casi una docena de represas río arriba.
Las centrales han alterado el flujo de agua y bloquean gran parte del sedimento que es vital para el cultivo de khai y arroz, dicen los investigadores. «Por lo general, el agua es clara y el nivel es más bajo en la estación seca, y podemos entrar fácilmente y cosechar khai. Pero ahora, el nivel del agua es más alto durante la estación seca. Lo hace más difícil», comentó Kam Thon a Context, una plataforma de medios de la Fundación Thomson Reuters. Kam vende khai en el mercado y vive en Chiang Khong, en la frontera entre Tailandia y Laos. Se queja de que solo gana un tercio de lo que ganaba cuando las aguas del Mekong se agotaban en la estación seca y el khai abundaba. La captura de pescado de su esposo también ha caído.
Atentan contra el poderoso río Mekong
El futuro del río Mekong, el más largo del sudeste asiático, está siendo moldeado por poderosas corporaciones respaldadas por los Estados. Las comunidades locales y los activistas dicen que sus preocupaciones y quejas están siendo ignoradas en el impulso de la energía limpia. «Las represas aguas arriba están afectando la captura de peces, el cultivo de arroz y la maleza de los ríos. Una importante fuente de ingresos para las mujeres y los ancianos», afirmó Pianporn Deetes de Rivers International, un grupo de defensa.
“Cuando el río se convierte simplemente en una fuente de energía hidroeléctrica, afecta la vida y el sustento de millones de personas. Se trata de su comida, su tradición y costumbre, su forma de vida”, señaló.
Hace 15 años, este inmenso río transportaba unos 143 millones de toneladas de sedimentos tan pesados como unos 430 edificios Empire State- hasta el delta del río Mekong cada año. Vertiendo nutrientes a lo largo de las riberas esenciales para mantener intactas decenas de miles de granjas productivas.
Pero a medida que las hidroeléctricas construidas en China se han multiplicado río arriba, gran parte de ese sedimento está siendo bloqueado. Así lo muestra un análisis de datos satelitales realizado por la empresa alemana de teledetección acuática EOMAP y Reuters.
El análisis refuerza una estimación de la Comisión del Río Mekong, de que en 2020 solo un tercio de esos suelos fluviales llegarían a las llanuras aluviales de Vietnam. Y al ritmo actual de disminución, menos de 5 millones de toneladas de sedimentos llegarán al delta cada año para 2040.
Impacto ambiental de las represas y en las poblaciones
Durante décadas, científicos y ambientalistas han advertido del impacto de los proyectos de represas aguas arriba que ponen en peligro los medios de subsistencia en una región de centenares de millones de personas. Y un mercado anual de arroz de 10.500 millones de dólares. Una importante fuente de alimentos para unas 200 millones de personas en Asia, según estimaciones de WWF, Reuters y la Cámara de Comercio e Industria de Vietnam.
La preocupación compartida por las naciones del Bajo Mekong ha llevado a Camboya a detener sus planes para construir dos represas en el río, informó Mekong Dam Monitor. Una plataforma en línea que proporciona datos sobre las represas y su impacto ambiental.
Pero en China y Laos, la construcción de represas continúa. De las siete nuevas represas que se planea construir en Laos, al menos cuatro están cofinanciadas por empresas chinas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que el país representaba solo una quinta parte del área total de la cuenca del Mekong. Y solo el 13,5% del agua que sale del estuario del Mekong. Agregó que había un «consenso científico» sobre el impacto general de las represas aguas arriba de China. Sin embargo, no abordó la dramática disminución de los niveles de sedimentos ni el papel de las presas chinas en esa disminución.
Usando datos derivados de miles de imágenes satelitales, EOMAP y Reuters analizaron los niveles de sedimentos alrededor de cuatro represas principales en el Mekong: dos en China y dos río abajo en Laos. Cada represa redujo drásticamente el sedimento que de otro modo fluiría a través del río en esos lugares. En promedio el 81% de la carga de sedimentos se quedan en las represas.
Sucumben cultivos de arroz y caen ingresos
“Las represas están atrapando sedimentos. Cada una atrapa una cierta cantidad y no llega suficiente a las llanuras aluviales”, indicó Marc Goichot. Especialista en ríos de WWF en Vietnam.
Señala que “los sedimentos y los deltas deberían poder regenerarse y reconstruirse por sí mismos. Pero el ritmo al que se obliga a cambiar el equilibrio natural en el río Mekong es demasiado rápido para que el sedimento lo mantenga”.
Los agricultores de la región vietnamita del delta del río no estaban preparados para la velocidad a la que ha cambiado su paisaje y su fortuna. El área de cultivo de arroz se ha reducido en un 5% en cinco años. Muchos agricultores se vieron obligados a adoptar el cultivo de camarones en agua de mar salada como alternativa.
Mientras, los ingresos en esta región, que alguna vez fue próspera, ahora se encuentran entre los más bajos de Vietnam, incluso cuando la economía crece a un 8% al cierre de 2022. En medio de la incertidumbre sobre las perspectivas futuras, el delta del río Mekong ha visto más migración hacia el exterior que cualquier otra región vietnamita desde 2009.
En 2018, la Comisión del Río Mekong estimó que el flujo total de sedimentos en 2023 sería de alrededor de 47 millones de toneladas por año. Pero, de hecho, es mucho menor. Varios estudios publicado en julio de 2021, en la revista Nature Communications, calculan menos de 32 millones de toneladas por año.
Proliferan las centrales hidroeléctricas
China, ansiosa por aumentar su capacidad de energía renovable para reducir su dependencia del carbón, ha construido unas 95 represas hidroeléctricas en los afluentes que desembocan en el río Mekong. Desde 1995 se han construido otras 11 represas en el río principal de China, incluidas 5 megarrepresas de más de 100 metros de altura cada una.
Docenas más están planeadas en China. Yuan Xianghu, presidente de la hidroeléctrica del río Huaneng Lancang, dijo que su meta es duplicar la capacidad de 21,3 gigavatios de la red para 2025. El análisis de imágenes satelitales tomadas durante tres décadas alrededor de cuatro represas importantes en China y Laos encontró evidencia de que las represas han reducido drásticamente el flujo de sedimentos.
La investigación se basó en mediciones de turbidez representadas en las imágenes (la cantidad de luz dispersada por partículas sólidas suspendidas en el agua). Los sedimentos enturbian el agua a medida que la corriente ls arrastra. Cuanto más turbia esté el agua, mayor será la turbidez y más sedimento probablemente transportará.