La propuesta del Gobierno de prohibir la venta de vehículos de combustión a partir de año 2040, continúa causando revuelo. Tras la polémica que provocó en su momento el anuncio, en 2018, una nueva diatriba parece tocar a la puerta.
Las críticas hicieron que el Gobierno diera marcha atrás, al menos de forma. Y es que, aunque eliminó la palabra prohibición, su proyecto de borrador de Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 que envió a Bruselas la mantiene de forma implícita.
Esta iniciativa forma parte del anteproyecto de la Ley del Cambio Climático. La norma no permitirá en 2040 la matriculación y venta de vehículos que emitan dióxido de carbono (CO2). Ello incluye a los que llenan sus depósitos con gasolina, diésel, híbridos, gas natural y gas licuado del petróleo.
Para la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, “2040 es un plazo razonable”.
Ahora la comisaria europea de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska, ha asegurado que prohibir completamente la venta de vehículos nuevos con motores de combustión (gasolina y diésel) por parte de los Estados miembro «no es compatible» con la legislación comunitaria.
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El reto de España
La Comisión Europea ha aprobado que las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse de forma drástica. En este sentido, el transporte, sobre todo individual, ha de ser clave.
Y España está en el punto de mira por no cumplir con lo que está estipulado. De hecho, la Comisión Europea ha denunciado a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por incumplir la normativa europea de calidad del aire en Madrid, Barcelona y Vallès-Baix Llobregat. En esas ciudades se excede los niveles máximos de dióxido de nitrógeno de la normativa europea vigente desde 2008.
Europa en la mira
La Unión Europea es el tercer emisor de gases de efecto invernadero del planeta, tras China y Estados Unidos. En el grupo hay otros ocho países, además del nuestro, que ya contemplan prohibir la venta de vehículos de combustión.
Austria es el más tempranero y pretende que sea en 2020. Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Eslovenia e Irlanda han establecido como fecha límite 2030. Mientras, Francia y Reino Unido han puesto la meta en 2040. Y fuera de la Unión Europea, Noruega ha establecido la prohibición para 2025.
Francia prohibirá la venta de vehículos de combustión a partir de 2040 https://t.co/GI2cITXkIC
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Los gobierno locales también han adelantado esfuerzos. Amsterdam tiene planes firmes de prohibir todos los vehículos de gasolina y diésel de la ciudad para 2030. Para cumplir con ese objetivo, la ciudad tiene solo una década para construir la infraestructura para alimentar una ciudad de autos eléctricos y el plan ya se ha formulado.
Para avanzar en esa dirección, las autoridades prohibirán que ciertos vehículos diésel ingresen al centro de la ciudad a partir del próximo año. De 2022 en adelante solo se permitirán autobuses y vagones en el centro de la ciudad si funcionan con motores eléctricos o de hidrógeno. Para 2030, el sistema de transporte completo en la ciudad debe estar libre de emisiones.
Además de Amsterdam, ciudades como París, Madrid y Atenas han comenzado a reducir el consumo de vehículos contaminantes. También se han comprometido a prohibir los vehículos diésel para 2025.
Este año, Londres comenzó a imponer cargos de alto precio a los vehículos en su centro de la ciudad que no cumplen con los estrictos estándares de emisiones.
Así mismo, varias ciudades en Alemania también han impuesto restricciones a los vehículos diésel.
La posición de Bienkowska
En una carta en respuesta a una pregunta realizada por el Parlamento danés (Folketinget), Bienkowska subraya que los Estados miembros tienen la posibilidad de restringir el acceso de los coches con motores que utilicen gasolina o diésel a los centros urbanos, como parte de sus esfuerzos para mejorar la calidad del aire. Sin embargo, prohibir la venta de vehículos de combustión va en contra de la normativa comunitaria.
«Bajo la actual normativa de homologación de la Unión, una prohibición completa de la comercialización, importación y matriculación de coches nuevos de gasolina y diésel en un Estado miembro no es compatible con la ley de la Unión Europea (UE)«. Así lo aclara la comisaria en la misiva, que fue citada por la agencia Europa Press.
En este sentido, recuerda que otros países como Francia, España, Reino Unido, Holanda e Irlanda han anunciado planes de prohibición de los vehículos de combustión para el período 2030-2040.
Además, destaca la necesidad de que el sector del transporte contribuya a la descarbonización de la economía y aboga por un «cambio profundo» hacia vehículos de cero emisiones, algo que califica como «indispensable».
Por otro lado, recuerda que competidores de la UE, como China y EEUU, también están buscando fórmulas para afrontar el cambio climático a través del impulso a la movilidad sin emisiones y con prohibiciones a los coches de combustión.
En esta línea, demanda «mayores esfuerzos» por parte de las industrias europeas. Asegura que éstas «se están quedando atrás» en el desarrollo de tecnología alternativas de movilidad.
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