La prohibición establecida el año pasado por Ministerio de Sanidad a las ventas de ibuprofeno de 600 mg sin receta logró su propósito inicial. Ahora, este medicamento solo se expende con su respectiva prescripción médica. Pero la medida trajo algunos efectos colaterales que aparentemente el ente regulador no se esperaba.
Una primera consecuencia no prevista fue el aumento de las ventas del analgésico a dosis más bajas. Pero hay más. Las «leyes del mercado» llevaron a que las compañías farmacéuticas subiesen los precios de, por ejemplo, el ibuprofeno de 400 mg.
Cumplimiento de la Ley
Un asunto importante a tener en cuenta es que la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos de 2015 dice que el ibuprofeno de 600 miligramos solo se puede dispensar con receta médica. Sin embargo, múltiples reportes aseguraban que las farmacias expendían el medicamento sin prescripción.
Fue por eso que el Gobierno español decidió a mediados del año pasado endurecer los controles en las farmacias para evitar esta práctica.
La medida expone a aquellos profesionales que incumplan la ley a sanciones de entre 30.000 y 90.000 euros. Quedaba excluido de dicha normativa el ibuprofeno de 400 miligramos.
Esta prohibición fue tomada, según el Ministerio de Sanidad, para frenar la automedicación y concienciar a la sociedad de tomar dosis más pequeñas.
Los farmacéuticos han dicho que la gente tiene costumbre de pedir dosis muy altas, cuando es conveniente usar la más baja posible.
La vía hacia las dosis más bajas
La permisividad que se dio a la adquisición libre de presentaciones de dosis más bajas, buscaba estimular el uso de la adecuada cantidad del medicamento. Sin embargo, ello generó un aumento en la demanda y, con ello, un incremento en los precios.
El informe de Iqvia no apunta a que la subida sea una práctica generalizada, ni siquiera que sea común. Sin embargo, las tendencias de aumentos en el consumo y en la facturación avalan que se esté presentando una situación de incremento de precios.
Ya está disponible el nuevo informe de la evolución del mercado de la #farmacia española con datos de enero https://t.co/88PiyTtev3 pic.twitter.com/dYit1gkxJK
— IQVIA Spain (@IQVIA_Spain) February 21, 2020
En este sentido, la facturación en euros por el ibuprofeno de 400 mg sin receta aumentó en 2019 un 327%, un alza que se disparó particularmente a partir de mediados de año. Este incremento, según los datos de Iqvia, es equivalente a unos 9,8 millones de euros adicionales para el mercado de este medicamento.
Sin embargo, en unidades, las ventas de ibuprofeno de 400 mg cerraron 2019 con un incremento cercano al 3%. Esa disparidad entre el leve aumento volumétrico y el notable incremento monetario se explicaría solo con una significativa alza en el precio.
Un elemento curioso es que las ventas de ibuprofeno 400 mg con receta también se dispararon. Para Iqvia, esto puede deberse a casos en los cuales el farmacéutico no diferencie entre las opciones de 400 y de 600 mg a la hora de pedir el récipe.
La razón para esta medida
El ibuprofeno pertenece a una clase de medicamentos llamados antiinflamatorios no esteroides (AINE). Actúa deteniendo en el cuerpo la producción de una sustancia que provoca dolor, fiebre e inflamación.
El de venta con receta se usa para aliviar el dolor, la sensibilidad, la inflamación y la rigidez ocasionados por la osteoartritis (artritis debida a la degradación del revestimiento de las articulaciones) y la artritis reumatoide (artritis debida a la inflamación del revestimiento de las articulaciones). También se usa para aliviar dolores leves y moderados, como el dolor menstrual.
Mientras, el de venta libre se usa para bajar la fiebre y para aliviar dolores leves como dolores de cabeza, dolores musculares, artritis, cólicos menstruales, molestias del resfriado común, dolores de dientes y dolores de espalda.
Por sus propiedades, el ibuprofeno se ha convertido en el recurso mayoritario para cualquier tipo de dolencia, incluso cuando no está indicado para ella. Sin embargo, cada vez son más numerosos los estudios que advierten sobre los efectos adversos que puede tener su uso desmesurado.
Entre ellos está un mayor riesgo de infarto, pérdida de audición o esterilidad. Además, la Aemps (Agencia de Medicamentos y Productos Sanitario), ha advertido que el ibuprofeno puede producir eosinofilia y síntomas sistémicos, también conocido como síndrome Dress.
Una estudio de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) concluyó que el tratamiento a largo plazo con ibuprofeno a altas dosis aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares, como los infartos o los ictus.
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