En el último Consejo de Ministros de 2022, el gobierno español aprobó un real decreto que obliga por primera vez a los productores de botellas de plástico a decir anualmente cuántas ponen en el mercado. Una medida, aplaudida por las organizaciones ecologistas, que ayudará a limitar los envases de bebidas que se usan y se tiran. Y dañan el entorno y la salud.
La Alianza Residuo Cero, conformada por las organizaciones Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace España, Retorna, Rezero y Surfrider España, apoyaron la decisión oficial. Valora que finalmente se haya apostado “por una hoja de ruta sólida y transparente para la llegada del sistema de depósito de envases de bebidas”.
Las organizaciones celebran que el real decreto haya priorizado el medio ambiente y la salud frente a “las presiones del lobby del plástico” y “la industria del usar y tirar”. Las organizaciones ecologistas de la Alianza Residuo Cero -integrada por 30 organizaciones de 24 países europeos- respaldan la acción del gobierno al priorizar la salud y el medio ambiente.
Según la disposición, se deberá asegurar la medición de los objetivos de recogida separada de botellas de plástico de menos de tres litros. En línea con la ley de residuos, de abril de 2022, que determinó unos objetivos por debajo de los cuales se implantaría el sistema de depósito de envases.
Esta normativa podría poner fin a los 35 millones de envases de bebidas que cada día contaminan el entorno y dañan la salud de las personas.
Asimismo, el depósito o “devolución del casco” podría aplicarse en el caso de que para 2023 no se recuperara a través del contenedor amarillo el 70 % de las botellas de plástico de bebidas puestas en el mercado.
Regulan uso de las botellas de plástico España
Para cumplir con “esta hoja de ruta”, era fundamental que el propio gestor de la recogida separada de residuos de envases “no se encargara de contabilizar las botellas de plástico recuperadas separadamente” en España. Una cuestión finalmente resuelta, según los ecologistas.
De esta forma se construirá una metodología que permita medir la recogida separada de botellas de plástico de manera correcta, con una contabilidad “fiable”, dijo a Efe el responsable del área de residuos de Ecologistas en Acción, Carlos Arribas.
Por otra parte, las organizaciones respaldan que el reglamento confirme la prohibición de usar Ftalatos y Bisfenol A en los envases alimentarios. Esta prohibición estaba ya contemplada en la Ley de Residuos y es básica para proteger la salud de las personas. Especialmente de las embarazadas, ante sustancias conocidas por ser disruptores hormonales y tener gran impacto en determinados cánceres.
El Gobierno debe extremar su vigilancia para asegurar el cumplimiento de esta prohibición y respetar lo acordado en la Ley. Y desde la sociedad civil señalan en Amigos de la Tierra, estarán igualmente vigilantes.
“Los reglamentos se hacen para poder cumplir la ley, no al contrario. Reconocemos el esfuerzo de Teresa Ribera, del Ministerio de Transición Ecológica y del Gobierno en respetar este orden natural pese a las fuertes presiones de la industria del usar y tirar”, indicaron las organizaciones. Y reiteraron su colaboración para, a partir de ahora, construir una metodología que permita medir la recogida separada de botellas de plástico de manera correcta.
Convertir los residuos plásticos del mar
Otra buena noticia para el medio ambiente y la salud. Además de acentuar la regulación de las botellas de plástico en España, han surgido otras iniciativas de interés. El Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), junto con el Instituto Español de Oceanografía (IEO), coordinan una nueva tecnología. Impulsada por un consorcio de empresas, para convertir los residuos plásticos recuperados del mar en productos reciclables y sostenibles para su uso en productos relacionados con la acuicultura.
El objetivo del proyecto ÑCostas es aprovechar los residuos plásticos del mar y desarrollar nuevos productos para el sector acuícola. Y que, además, sean procesables mediante tecnologías de transformación convencionales y conserven. E incluso mejoren, las propiedades de los productos actuales y su vida útil.
El proyecto se centra en una metodología óptima que permita recuperar, seleccionar y tratar el material plástico del mar y los residuos del sector acuícola, teniendo en cuenta tanto su heterogeneidad y sus diferentes grados de degradación al encontrarse en el mar en períodos de tiempo diferentes.
En este sentido, Aimplas aporta su experiencia en materia de reciclado, economía circular y las diferentes tecnologías de transformación del plástico en este proyecto. Con el respaldo de un consorcio de empresas formado por Acteco, Durplastics, Ecoplas Barbanza, Plastire, Rotogal y Solteco. Compañías de referencia que cubren todos los sectores y tecnologías de fabricación en el reciclado de productos plásticos y fabricación de productos relacionados con el sector de la acuicultura.
“Los resultados de este proyecto nos permitirán adelantarnos a la legislación actual. España es uno de los países de la Unión Europea con más kilómetros de costa. Por lo que el desarrollo de ÑCostas convertirá a nuestro país en pionero en el recuperado de desechos plásticos marinos”, explica Raúl Araque. Investigador de Agricultura y Medio Acuático en Aimplas.
Regiones de aplicación del proyecto ÑCostas
La mayoría de los productos plásticos encontrados en los mares y costas son poliolefinas. El material más utilizado para obtener botellas de plástico o bolsas en España. Y que, combinado con otros polímeros en menor proporción, se utiliza para obtener envases de todo tipo, como por ejemplo los estirénicos. Estos materiales tienen una gran resistencia química, lo que los hace ideales para reciclarlos en productos para su uso en ambientes marinos.
El proyecto ÑCostas se está ejecutando principalmente en la Comunitat Valenciana, Galicia y La Rioja. Se enmarca en la línea de financiación de ‘Proyectos de investigación y desarrollo en cooperación’, subvencionado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI). Apoyado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.