Por Cambio16
06/03/2018
La producción petrolera venezolana y la política energética de EEUU rondan como avalancha en los cerebros de la OPEP. Sus altos funcionarios se encuentran en Houston atendiendo la jornada del CERA. Por consiguiente, están escuchando atentamente los discursos de los CEO de las mayores compañías petroleras independientes de EEUU sobre las perspectivas del aumento de la producción estadounidense en 2018 y 2019.
Probablemente no les gustará lo que escuchan. Los líderes de la industria estadounidense dicen que la producción de esquisto de EEUU podría sumar otro millón de barriles por día (b/d). Asimismo, prevén otros aumentos ya sustanciales, si los precios del petróleo se mantienen estables. Las mejores conjeturas apuntan a que un precio sostenido de $ 50 a $ 60 podría dar lugar a una marca de quince millones de b/d para la producción de EEUU. Un incremento notable de los diez millones que actualmente produce.
La OPEP ha recibido ayuda inesperada para dejar espacio para las crecientes exportaciones petroleras iraquíes y estadounidenses. El repentino colapso de la industria petrolera venezolana les ha obligado a tomar medidas. Los trabajadores de la estatal petrolera venezolana no están a salvo de la voraz crisis económica del país. Por ende muchos han abandonado sus puestos de trabajo. Otros, en el peor de los casos, venden tubos y cables robados para ayudar al sustento familiar, según reportes de la prensa venezolana.
Las consecuencias se muestran en la data. La producción petrolera de Venezuela está generando 1,5 millones de barriles por día (bpd) por debajo de su producción histórica. Y cayó un 13 por ciento en 2017 a un mínimo de 28 años de aproximadamente 2.072 millones de bpd.
Producción petrolera venezolana, al abismo
Energy Intelligence Group informa esta semana que la producción de petróleo de Venezuela cayó a 1.4 millones de barriles diarios el mes pasado, frente a los 1,8 millones de barriles diarios del otoño pasado. En un marco de control de la producción por parte de la OPEP tal situación podría no revestir mayor impacto. No obstante, un nuevo colapso de la producción petrolera venezolana podría dificultar las deliberaciones del bloque. Si demasiados trabajadores petroleros venezolanos abandonan sus puestos de inmediato por desesperación, el destino del país podría reflejar más de cerca a Irán en 1979 cuando una paralizante obrero petrolero redujo a cero las exportaciones petroleras iraníes y convirtió el gobierno del Sha en insostenible.
Especialmente relevante es que Estados Unidos continúa considerando sanciones adicionales contra Venezuela. Las más fuertes apuntan precísamente al comercio de petróleo. Comerciar con PDVSA, propiedad del estado, se está volviendo más difícil. Más notable, Venezuela ha estado utilizando el petróleo estadounidense como diluyente para su petróleo pesado.
¿Cómo puede tocar la situación de la producción petrolera venezolana a la OPEP?
Históricamente, durante muchas interrupciones del petróleo en el pasado, los miembros árabes de la OPEP como Arabia Saudita y Kuwait han aumentado las exportaciones para evitar que los precios del petróleo se disparen. Kuwait, por ejemplo, ha sido uno de los mayores defensores de evitar que los precios del petróleo suban demasiado ya que es muy consciente de que los altos precios de principios de los años 2010 fueron exactamente lo que estimuló las inversiones estadounidenses en petróleo de esquisto bituminoso y las tecnologías de eficiencia energética que está dando puntapiés al bloque.
Pero Arabia Saudita podría preocuparse de que un relajamiento prematuro del acuerdo de la OPEP pueda bajar los precios de los $ 70 que apunta a mantener su gasto interno en camino y posicionar a la petrolera estatal Saudi Aramco para una exitosa oferta pública inicial de cinco por ciento (IPO) venta. Los saudíes han estado buscando un acuerdo de «no garesión» con Rusia que evite un retorno a la competencia desestabilizadora por la participación en el mercado. Pero las exportaciones en expansión de EEUU se han comido en las ventas de Medio Oriente a Asia. Rusia también busca vender más petróleo y gas hacia el este.
Todo esto deja a la OPEP (y su asociación con Rusia) en un dilema. Tradicionalmente, los miembros del Consejo han realizado inversiones adicionales para tener capacidad excedente para responder a shocks de oferta repentinos. Asimismo, para castigar a los usurpadores que podrían desafiar la cuota de mercado de la OPEP. Pero en la era de la abundancia de petróleo estadounidense, vale que se cuestiones si este enfoque tiene sentido.
Bombear o no bombear…
En un mundo en el que se debate la demanda máxima de petróleo, ¿los gobiernos ordenará a sus compañías petroleras nacionales gastar miles de millones de dólares para desarrollar nueva capacidad disponible, incluso si no fuera necesaria?.
Y si los productores no logran hacer esas inversiones, los precios del petróleo pueden aumentar a niveles extremadamente elevados. ¿Puede eso impulsar el mercado de la movilidad con bajas emisiones de carbono? China se está posicionando claramente para aprovechar tal eventualidad con una política de exportación industrial multimillonaria para energías renovables y tecnología limpia de su propia creación.