Ya va más de un mes de confinamiento total en España y los plazos se alargan. Los expertos en psicología advierten que la pandemia no solo tiene efectos en la salud física, sino también en la salud mental. Advierten que los problemas psicológicos durante el confinamiento –depresión, estrés, insomnio y ansiedad– podrían durar meses o años. Una opción a la que se suma vivir el duelo en cuarentena.
La muerte de un familiar es un hecho en sí muy difícil de aceptar y superar, pero la muerte de un familiar en cuarentena bajo medidas de confinamiento total resultan más difíciles de sobrellevar. Los expertos señalan que los duelos van a ser más largos por ser menos sociales y muy poco compartidos.
Un cuadro de estrés agudo
Un cuadro de estrés agudo es lo que pronosticaba hace un mes un grupo de psicólogos de la Universidad Complutense de Madrid como producto del confinamiento. El cuadro de estrés agudo describe con un estado de alerta acompañado de angustia fisiológica, ansiedad, problemas para dormir y síntomas depresivos.
Un estudio en el que participaron los profesores Alfredo Rodríguez Muñoz, Mirko Antino, y Paula Ruíz-Zorrilla, en colaboración con Ana Sanz-Vergel, de la Universidad de East Anglia (Inglaterra), apuntaba ya en la primera semana de confinamiento la aparición de malestares psicológicos como consecuencia del encierro.
El estudio se enfocó en la salud mental de 2.000 personas de 17 comunidades durante la primera semana de confinamiento del 15 al 22 de marzo. En ese momento los autores señalaban que un cuadro de estrés agudo era lo normal, debido a lo traumático de la situación.
Apuntaban a que una vez finalizara el estado de alarma, la mayoría de las personas dejaría de experimentar los problemas psicológicos derivados del confinamiento. Sin embargo, advertían que un alto porcentaje de personas se encontraban en riesgo de que los problemas psicológicos perduraran meses o años.
Un duelo bloqueado y prolongado
La cuarentena se ha alargado, y en este mes y algo de confinamiento muchísimas cosas han pasado. Entre ellas la pérdida de miles de familiares y allegados. De por sí la muerte de un familiar o un ser querido es una situación difícil de superar. En las actuales circunstancias, los sentimientos de pérdida pueden agravarse y extenderse, dado el impedimento para despedirse, velar, hacer un funeral o enterrar a esa persona amada.
Psicólogos de distintos centros advierten que el duelo por la pérdida de un familiar será más largo, y se corre el riesgo de que se produzca un duelo patológico. Guillermo Mattioli i Jacobs, decano del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña (COPC), explica que el duelo patológico sucede cuando el duelo se bloquea. Una circunstancia que puede empeorar con el confinamiento.
En un duelo normal, las personas tienen la oportunidad de realizar rituales de despedidas y estar acompañadas, lo que les ayuda a superar el vacío. En las actuales circunstancias no hay posibilidad de despedirse y de ser contenidas por lo menos por un abrazo, lo que agrava muchísimo la pérdida.
Agrega Mattioli que un duelo bloqueado en medio del confinamiento puede generar problemas psicológicos como síntomas depresivos y somatizaciones. También pérdida de energía, del deseo de vivir, del placer por las cosas y hasta el gusto por la comida. Tampoco seon extraños los trastornos del sueño.
María Dolores Gómez Castillo, que ejerce y enseña Psicología en Castilla-La Mancha, apunta a que dadas las circunstancias pueden aparecer sentimientos de culpa. A pesar de que nadie es culpable por estar confinado, se puede sentir culpa por la muerte de un ser querido por no haber estado, por no haber hecho, por no haber contenido.
Abordar problemas psicológicos
Todas las opiniones de los expertos apuntan a que ante esta vorágine de sentimientos que aplastan y pueden quitar la voluntad de vivir, lo más importante es expresarse y abordarlos a tiempo. Alfredo Rodríguez Muñoz dice que «las intervenciones tempranas evitan que los problemas psicológicos iniciales evolucionen a problemas psicopatológicos posteriores».
Lo peor es evitar pensar en lo que ha pasado. Evitar los sentimientos dolorosos solo produce más dolor. En este sentido, Gómez Castillo señala que es importante trasladarse del yo al nosotros, esforzarse por ver el lado positivo de la situación y entender que el confinamiento no será para siempre.
Aceptar la realidad de la pérdida para poder gestionar la emociones y el dolor es un paso necesario para abordar los problemas psicológicos que puede dejar un duelo interrumpido. Quizás hacer un ritual con una vela o llamar a alguien para desahogarse sean herramientas útiles que sustituyan de alguna manera los abrazos y la contención. Si es necesario buscar ayuda psicológica, buscarla.
Los problemas psicológicos durante el confinamiento son una realidad. Evitarlos solo incrementaría su gravedad y duración. A pesar de todo, los expertos son optimistas. Señalan que la pandemia y el consecuente confinamiento pueden estrechar los lazos comunitarios desaparecidos en las sociedades que privilegian la producción.
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