La vacuna contra la COVID-19 de la farmacéutica Moderna comenzará a probarse a partir del 27 de julio en 30.000 personas. Los resultados obtenidos en la primera fase de investigaciones muestran que la vacuna ARNm-1273 es capaz de desarrollar anticuerpos del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad.
Los resultados, publicados en la revista The New England Journal of Medicine, se basan en pruebas a 45 personas entre 18 y 55 años. El experimento demostró que esta vacuna “provoca una respuesta inmune en todos los niveles de dosis”, aseguró el responsable médico de Moderna, Tal Zanks, citado por la agencia Efe.
Son “muy buenas noticias”, dijo el epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Alérgicas e Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés), que ha financiado la investigación con 500 millones de dólares. El NIAID forma parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), dependientes del gobierno federal de Estados Unidos.
“Los anticuerpos neutralizantes son lo más importante para la protección contra una infección viral. Y los datos del estudio, aunque los números sean pequeños, deja claro que esta vacuna es capaz de inducir muy buenos niveles de anticuerpos neutralizantes”, expresó.
El objetivo central de la próxima fase es comprobar si la vacuna es segura y evita la infección del coronavirus. También buscar verificar si puede detener el avance de los síntomas en las personas contagiadas.
Aunque está previsto que el estudio dure hasta octubre de 2022, Moderna estima que tendrá resultados antes de esa fecha. La farmacéutica aseguró que tiene suficientes dosis para toda la investigación y que está en condiciones de producir 500 millones de dosis al año.
La enfermedad, descubierta en diciembre pasado, ha afectado a más de 13.000.000 de personas y causado la muerte a más 270.000 en el mundo.
La vacuna contra la COVID-19 de Moderna
De esta manera, Moderna se coloca en la punta de la carrera por lograr una vacuna contra la COVID-19. La firma china SinoVac está en la segunda fase de desarrollo de otra vacuna. Científicos rusos también habrían terminado estudios clínicos de una vacuna, reveló la agencia rusa de noticias TASS sin dar más detalles.
Moderna inició sus investigaciones para la vacuna el 16 de marzo, casi dos meses después de que se publicara la secuencia genética del virus. La vacuna candidata ARNm-1273 codifica la proteína de pico de SARS-CoV-2 de prefusión estabilizada.
El ensayo consistió en una prueba de aumento de dosis en 45 pacientes adultos, sanos, de 18 a 55 años de edad, divididos en 3 grupos. Todos recibieron 2 vacunas de ARNm-1273, con 28 días de diferencia, en dosis de 25, 100 o 250 microgramos.
Después de la primera vacunación, las respuestas de los anticuerpos fueron más altas con dosis más altas. Tras la segunda ronda, los participantes tenían más anticuerpos que la mayoría de pacientes de COVID-19 que habían generado sus propios anticuerpos.
Más de la mitad de los participantes sufrió efectos secundarios leves o moderados pero no a un nivel como para cancelar la prueba. Los efectos incluyeron fatiga, escalofríos, dolor de cabeza, dolores en el cuerpo y dolor en el lugar de la inyección.
La conclusión es que la vacuna ARNm-1273 “indujo respuestas inmunitarias anti-SARS-CoV-2 en todos los participantes”. En cuanto a los efectos secundarios se informaron que no representaron “problemas de seguridad limitantes de los ensayos”.
“Estos hallazgos apoyan un mayor desarrollo de esta vacuna”, subrayan en las conclusiones.
El seguimiento realizado a los participantes fue hasta el día 57, por lo que no se evaluó la durabilidad de las respuestas inmunes. Sin embargo, a los participantes se les hará seguimiento durante 1 año después de la segunda vacunación con tomas de sangre programadas. Durante ese período se caracterizarán las respuestas inmunológicas humorales y celulares.
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