Desde hace varios años, Google está desarrollando el primer ordenador cuántico doméstico. Su objetivo es corregir errores, simular moléculas o realizar cálculos mucho más complejos, unos cálculos que van a servir para descubrir nuevos materiales o incluso para poder crear nuevos medicamentos. El anuncio de esta nueva tecnología se realizó en la Conferencia Anual de Desarrolladores de Google.
La compañía sabe que no es una tarea sencilla. Sin embargo, pretende llevarla a cabo en esta década y en un nuevo campus de inteligencia artificial cuántica, ubicado en Santa Bárbara, California (EE UU). Este nuevo campus de Google también incluye un laboratorio de investigación de hardware y una instalación de fabricación de procesadores cuánticos.
Con este ordenador cuántico con corrección de errores se podrá simular cómo se comportan e interactúan las moléculas. «Podremos probar e inventar nuevos procesos químicos y nuevos materiales antes de invertir en costosos prototipos de la vida real”, ha señalado Erik Lucero, ingeniero principal de Google Quantum AI.
Un camino de varios años para Google
Google sabe que requerirán varios años y unos cuantos pasos adicionales para construir 1.000.000 de qubits (una conjugación de las palabras ‘bit’ y ‘cuántico’ que se usa en esta área). Estos funcionarán al mismo tiempo dentro de un ordenador cuántico con corrección de errores. No obstante, cuentan con que en un futuro no muy lejano las grandes corporaciones son las que van a requerir un ordenador de este calibre para realizar avances en beneficio de la humanidad.
Este prodigioso aparato no está creado para entrar en tu mochila, ni en tu casa, ni siquiera en tu oficina. De hecho, para adquirirlo no habrá una tienda en la que se pueda comprar. Solo se podrá acceder remotamente, a través de la nube.
El invento estará listo para 2029, según Google. «Esto representa un cambio fundamental, porque esta tecnología aprovecha las propiedades de la mecánica cuántica y nos brinda una oportunidad para comprender el mundo natural», enunció Sundar Pichai, CEO de la compañía.
IBM prepara su ordenador cuántico para 2030
Mientras tanto, la compañía IBM no se queda atrás pues también anunció hace unos años un nuevo hito dentro del sector de la computación cuántica. Su 14º ordenador cuántico, el cual operará con 53 qubits y promete ser el más potente hasta el momento. El nuevo invento estará disponible en 2030 para todos los clientes que trabajan con los servicios cuánticos de IBM en la nube.
La manera en que trabaja un ordenador cuántico no es sencilla. Parte de la premisa de que si un bit, la unidad mínima de información en la informática tradicional puede adoptar el valor del 0 o el 1 en grupos de 8, 16, 32 o 64 bits, el qubit, su semejante en computación cuántica puede estar en ambos estados de 0 y 1 de manera simultánea. Esto lo hace mucho más rápido, potente e interesante debido a que los procesos que antes implicaban horas de procesamiento, ahora implicarían minutos o segundos.
Amazon interesado en la computación cuántica
La revista Nature publicó hace unos días el hallazgo de un joven de 21 años con respecto a la corrección de errores en los ordenadores cuánticos. Pablo Bonilla es la cara detrás de la tecnología que posiblemente marque el rumbo de la innovación en los próximos años. Con un trabajo que realizó para la universidad, logró mirar los tipos de errores particulares que ocurren en un ordenador cuántico, e intentar corregirlos.
Ahora, la brillantez de este joven universitario llamó la atención de Amazon Web Services y la Universidad de Yale, quienes están experimentando con este nuevo código para implementarlo en sus propios ordenadores cuánticos que seguramente utilizarán para resolver problemas internos, sobre todo vinculados a la seguridad informática.
«Nosotros demostramos cómo corregir estos errores en un nivel muy bueno, pero ahora los ingenieros tienen que implementar este sistema y tienen que ver cómo funciona en la práctica. Nosotros estamos en el medio de la teoría y la ingeniería; lo que hicimos fue crear una idea de cómo tendrían que organizar sus estructuras para corregir estos errores, pero ahora tienen que invertir un montón de dinero y tiempo en implementar este sistema», señala Bonilla.
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