Por Cambio16
15/02/2018
El primer ministro de Etiopía, Hailemariam Desalegn, dimitió. Su partida se ha producido luego de la excarcelación de varios dirigentes de oposición y periodistas que mantenían la condición de presos políticos. Pero la tensión persistió. Por lo cual en un discurso televisado, Desalegn dijo que renunciaba «para permitir que el diálogo continúe». «Los disturbios y una crisis política han provocado la pérdida de vidas y el desplazamiento de muchos», dijo . «Veo mi renuncia como vital en el intento de llevar a cabo reformas que conduzcan a una paz y una democracia sostenibles».
Etiopía ahora se debate entre cómo abordar la renuncia de Desalegn. Principalmente en cuestiones relacionadas con el federalismo, la justicia social, la reforma agraria, el desarrollo económico equitativo. Asimismo, el diálogo político y el consenso nacional. Estos dos últimos temas han mantenido en tensión a la nación del Cuerno del África por más de dos años.
El hasta hoy primer ministro de Etiopía llegó al poder en 2012 después de la muerte del ex primer ministro Meles Zenawi. Bajo su reinado de seis años, el país tomó giros cruciales tanto política como económicamente. Giros encabezados por un autoritarismo progresivo a la par de un crecimiento económico inmenso. La renuncia del Desalegn llega a menos de 24 horas de la renuncia de Jacob Zuma en Sudáfrica.
El detonante del primer ministro de Etiopía
La situación derivó en protestas. Las comunidades étnicas Oromo y Amhara -las más grandes del país- lideraban los movimientos exigiendo una reforma agraria, una participación política plena y el fin de los abusos contra los derechos humanos en el país. El gobierno respondió con una fuerza letal. Impuso una regla de emergencia. Prohibió la publicación de actualizaciones en Facebook. Bloqueó repetidamente Internet y declaró que mirar a la oposición y a las estaciones de televisión dirigidas por etíopes en el exilio era ilegal.
Desalegn admitió la mano dura del gobierno y anunció la muerte de más de 500 personas. Los activistas y el grupo de defensa Human Rights Watch hablaron de más de 1.000 muertos y decenas de miles de personas detenidas. La violencia étnica dejó decenas de muertos. Asimismo desencadenó una crisis humanitaria que ha dejado a decenas de miles de personas desplazadas.
Desalegn anunció a principios de enero que el gobierno liberaría a algunos presos políticos. Los indultos fueron una forma de «fomentar la reconciliación», afirmó, y los observadores dijeron que señalaba un giro prometedor hacia la democracia real. Desde entonces, más de 6.000 prisioneros han sido liberados.
Qué país deja el primer ministro de Etiopía
El primer ministro de Etiopía deja un país que, pese a los abusos, estaba comenzando a crecer económicamente. Una población en expansión, la mejora de la infraestructura y el aumento de la alianza con China hacen de Etiopía un lugar brillante en África. Los niveles de pobreza cayeron en el segundo país más poblado del continente. Y el crecimiento económico se mantuvo constantemente alto durante más de una década sin depender del auge de los recursos naturales.