Si algo ha definido la campaña del FC Barcelona, ha sido, paradójicamente, su irregularidad. Los de Valverde, renovado hace unos días, no muestran la misma solidez del curso pasado y esta temporada pueden pasar de rozar lo sublime, como fueron las goleadas al Madrid o al Sevilla, a lo ridículo, como el último partido ante el Valladolid. Y es precisamente esta irregularidad la que los puede poner en peligro en estas dos semanas que se antojan decisivas para el éxito de la temporada.
La primera prueba para los azulgrana será mañana en Lyon por el partido de ida de los octavos de final de Champions League. Luego, volverán a España para visitar al Sevilla por la Liga y después viajarán a Madrid por partida doble para resolver las semis de Copa e intentar asestar un golpe en la competición doméstica.
Fácil no la tiene el Barça, especialmente debido a sus últimas actuaciones: tres empates seguidos y la pírrica victoria del fin de semana ante el Valladolid con un penal de Messi y muchas dudas. «No hemos jugado bien. No ha sido un gran partido, ni mucho menos. La única buena noticia ha sido la victoria”, expresó Gerard Piqué tras el encuentro.
Las palabras de Piqué, uno de los mejores el sábado, expresan un sentir generalizado. El Barça no parece tener más señas de identidad que Messi. Le falta fluidez en la circulación, velocidad, presión. Pero, sobre todo, da la sensación que a los azulgrana les falta orden, especialmente cuando no se encuentra en el medio campo Arthur, ahora mismo lesionado y quien había sido protagonista en la mejor versión de los culés.
Sin éxito fuera de casa
A principio de temporada, Messi, en su papel de capitán, aseguró que este año harían todo lo posible por regresar la Champions al Camp Nou. Y lo primero que deberán hacer los de Valverde es ganar fuera de casa en las eliminatorias europeas, algo que no logran desde el curso 2015/16. En sus seis últimas visitas en estas instancias, solo han ganado un partido, marcando tres goles y concediendo 13.
«Nuestro problema ha sido siempre a domicilio. Luego depende del orden de ida y vuelta. Tenemos que ser más sólidos. Saber competir, saber sufrir, porque en Champions vas a sufrir”, explicó Sergio Busquets en rueda de prensa. “Ofensivamente siempre tienes ocasiones, acostumbramos a llevar el peso del partido. Esperamos mejorar respecto años atrás y tener un mejor resultado para la vuelta», expresó el centrocampista.
“La competición es dura, pero los retos como ganar fuera de casa están para superarlos”, expresó por su parte Valverde. “También se decía que no marcamos fuera de casa y lo hemos hecho ante rivales importantes como el Tottenham y el Inter«, agregó el entrenador.
El Barça ha caído en la fase de cuartos de final de la Liga de Campeones las tres últimas temporadas, desde que ganó por última vez en 2015, con una eliminación particularmente humillante la temporada pasada frente a la Roma después de contar con una ventaja de 4-1 en el partido de ida de la eliminatoria. Un partido que, para bien o para mal, sigue persiguiendo a los de Valverde.
«La manera en que caímos la temporada pasada a todos nos dolió, por la manera que fue. Tampoco hay que obsesionarse. Depende en gran parte de nosotros que no vuelva a pasar y en eso estamos, respetando a los rivales«, aseguró Busquets.
¿Qué versión del Barça se verá mañana?
Como se ha visto a lo largo de la campaña, el once de mañana podría condicionar mucho el juego de los culés. Más allá de los nombres inamovibles (Ter Stegen, Piqué, Alba, Busquets, Rakitic y Messi, principalmente), la clave estará en quién completará el centro del campo.
Lo más probable parece ser que Valverde se decida por Vidal, a pesar del juego del sábado, y descarte a Aleñá, al menos de inicio. Sin embargo, otra opción podría ser Coutinho como interior. “Es una posibilidad que tenemos en los partidos y durante los partidos. Veremos”, explicó el técnico sobre la posible inclusión del brasileño en el once.
Otras dudas podrían ser Semedo o Sergi Roberto en el lateral derecho, aunque el portugués tiene ganada la partida. Igualmente, se espera que Dembélé complete la delantera, junto a Messi y Suárez, al que Valverde elogió. “Es importantísimo por lo que genera”, indicó el entrenador.
Los nombres que pueden ser protagonistas mañana en el Parc OL distan mucho de las estrellas que hace 10 años protagonizaron los últimos precedentes ante el Olympique en la campaña 2008/2009, la del primer triplete con Guardiola. La visita a Francia se saldó con un empate (1-1), mientras que la vuelta se decidió gracias a un primer tiempo de ensueño de los azulgrana con goles de Henry, Messi, Eto’o y Keita (5-2).
Pero si el Barça de Guardiola era impredecible por los muchísimos recursos que salían de las botas de sus jugadores y el ingenio del técnico, el espectador podía confiar en que los azulgrana serían los protagonistas del encuentro anclados en el juego de posesión y posición, en la presión, el orden. Algo que no sucede siempre (casi nunca) en el Barça de Valverde, más proclive a la incertidumbre.
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