Decrecimiento de la eurozona. Las políticas económicas de EEUU, la incertidumbre sobre los términos del Brexit y los planes de gastos elevados en países muy endeudados como Italia constituyen tres factores que pueden desacelerar el crecimiento de la eurozona en los próximos años.
La Comisión Europea publicó este jueves su informe de pronósticos económicos trimestrales, donde revisó a la baja sus estimaciones de crecimiento para la zona euro el próximo año y pronosticó una desaceleración prolongada hasta 2020. Modificó las previsiones para Italia, recortando las de crecimiento y elevando las de déficit.
Según las previsiones anunciadas, el crecimiento será del 2,1 por ciento este año después de una expansión del 2,4 por ciento en 2017. En 2019 se espera sea del 1,9 por ciento, ligeramente por debajo de la estimación anterior del 2,0 por ciento.
Aunque se espera que todos los estados de la zona euro continúen creciendo, las primeras estimaciones de la CE para el 2020 prevén que la economía del bloque reduzca aún más el ritmo de su expansión cayendo al 1,7 por ciento.
The European economy has enjoyed five consecutive years of growth and is forecast to continue expanding. Investment continues to rise and new jobs are being created.
Watch for an overview of the economic outlook #ECForecast ↓ pic.twitter.com/kyf9F3oAQm— European Commission (@EU_Commission) November 8, 2018
La decisión de Bruselas de rebajar las tasas de crecimiento esperadas en la eurozona podría complicar los planes del Banco Central Europeo para reducir su programa de estímulos este año, aunque el BCE verá con buenos ojos que la Comisión pronosticara una mayor inflación este año (del 1,8 por ciento) y el próximo, reseñó Reuters. El BCE tiene como objetivo una tasa cercana al 2 por ciento.
Menor crecimiento en Alemania, Francia y castigo a Italia
Alemania, la mayor economía del bloque, crecería un 1,7 por ciento este año después del 2,2 por ciento de crecimiento en 2017, dijo la Comisión, revisando a la baja su estimación anterior, que estaba en el 1,9 por ciento. El próximo año, el crecimiento alemán será del 1,8 por ciento en lugar del 1,9 por ciento. Volverá al 1,7 por ciento en 2020.
Las previsiones de crecimiento también se revisaron a la baja para Francia e Italia, la segunda y tercera economías más grandes de la zona euro.
El informe hace énfasis en Italia. La Comisión pronosticó que su economía crecerá más lentamente en los próximos dos años de lo que Roma cree. Esto implica que los déficit públicos previstos sean mucho más altos que los asumidos por Italia, mientras la deuda pública se mantendría en niveles similares a los actuales en lugar de disminuir.
El Producto Interior Bruto (PIB) italiano crecería un 1,1 por ciento este año, por debajo de la proyección de Roma del 1,2 por ciento incluida en su proyecto presupuestario. En 2019, el PIB italiano aumentaría un 1,2 por ciento, según la Comisión, en lugar del 1,5 por ciento previsto por Italia, y en 2020 aumentaría un 1,3 por ciento, en lugar del 1,6 por ciento estimado por Roma.
Growth in euro area: forecast to ease from 10-year high of 2.4% in 2017 to 2.1% in 2018 before moderating further to 1.9% in 2019, and 1.7% in 2020.
Same pattern is expected for EU27: 2.2% in 2018, 2.0% in 2019, and 1.9% in 2020.https://t.co/fRe13nc5fC #ECForecast pic.twitter.com/t50o3qbhyI
— European Commission (@EU_Commission) November 8, 2018
Mayor déficit en Italia
Un menor crecimiento supone que el déficit presupuestario general de Italia sería del 1,9 por ciento del PIB este año, por encima del pronóstico del Ejecutivo italiano, de un 1,8 por ciento.
El próximo año, la brecha presupuestaria, impulsada por los planes de mayor gasto y recortes de impuestos para cumplir promesas electorales, aumentará a un 2,9 por ciento, en lugar del 2,4 por ciento previsto por Italia, y al 3,1 por ciento en 2020, en lugar de caer al 2,1 por ciento como prevé Roma. Las normas de la UE estipulan que los déficits de los países miembros deberían permanecer por debajo del 3 por ciento.
Bajo las normas de la UE, cuya ejecución corre a cargo de la Comisión, Italia debería reducir su déficit estructural el próximo año al 1,2 por ciento del PIB en lugar de dejar que aumente, y debería continuar reduciéndolo cada año hasta que alcance un superávit.
Las previsiones apuntalan la opinión de la Comisión, respaldada el pasado lunes por todos los ministros de finanzas de la zona euro, de que el proyecto de presupuestos de 2019 de Italia infringe flagrantemente las normas fiscales de la Unión Europea, que exige reducciones anuales en el déficit y la deuda.
Presupuesto de España
La Comisión Europea cree que el déficit de España se quedará en un 2,7 por ciento en 2018, gracias a la «sólida» marcha de la economía, pero estima que en 2019 la brecha quedará en el 2,1 por ciento, tres décimas por encima de la previsión del gobierno.
En su estimación para 2019 la Comisión expresa «precauciones» ante la posibilidad de que algunas de las medidas incluidas en el borrador de presupuestos para 2019, que se remitió a Bruselas a mediados de octubre, cumplan los objetivos.
La CE sostuvo que algunas medidas introducidas en el presupuesto de 2018, como la revalorización de las pensiones, han aminorado la reducción del agujero de las cuentas públicas. Hay «incertidumbre» sobre la recaudación que tendrán algunas medidas impositivas así como el impacto fiscal de la nueva subida del salario mínimo. También pone en duda que se cumplan todas las medidas de gasto planteadas.
Asimismo, Bruselas rebajó la previsión de crecimiento para España hasta un 2,6 por ciento para 2018, lo que empeora en dos décimas la anterior de previsión del organismo. La nueva previsión está en línea con la del Ejecutivo español y sigue liderando la de la media de los países del euro. Se espera que el crecimiento para el año próximo sea de hasta un 2 por ciento.
Habló presidente del BCE
No obstante estos resultados, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, restó importancia a la debilidad de los últimos datos económicos. Argumentó que espera continúe la expansión de la zona euro.
«Aunque algunos datos sectoriales específicos y algunos sondeos seleccionados han sido algo más débiles de lo esperado, la última información recibida sugiere que la expansión generalizada en la zona euro y en Irlanda continuará», dijo Draghi a diputados irlandeses.
Draghi también reafirmó los planes del BCE para reducir las compras de bonos al cierre del año y mantener los tipos en un mínimo histórico al menos hasta el próximo verano.
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