Sanidad ha adelantado que anunciará la continuidad del plan antitabaco o Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo en España orientado a ampliar los espacios libres de humo y subir los impuestos al tabaco, aunque no cuente con el respaldo unánime de las comunidades autónomas. Tras cumplirse una prórroga de 24 horas para adherirse o no a la propuesta oficial -cumplidas el 4 de abril a la 14:00 horas- varios gobiernos autonómicos reiteraron su rechazo al plan que tiene como objetivo reducir el número de fumadores y que los no fumadores «puedan desempeñar su día a día sin verse expuestos»,
La ministra de Sanidad Mónica García y su equipo han rescatado la mayor parte del plan que se creó hace dos años y nunca se aprobó. Las comunidades gobernadas por el PP argumentan premura por avalar y ejecutar el plan, entre otras muchas alegaciones y contrapropuestas. Cantabria, Murcia, Aragón y Baleares han comunicado su oposición. Esperan que todavía se pueda abrir un debate en el Consejo Interterritorial de Salud. Sin embargo, la intención de Sanidad es la de aprobar el plan antitabaco aunque no se adhieran todos los territorios.
Plan antitabaco en España: sí o sí
Las posiciones de ambos flancos están tomadas antes del anuncio oficial de Sanidad de aprobar el plan antitabaco. Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, lamentó la lista de excusas que han dado las autonomías populares. Reiteró que el PIT marcará el rumbo de la futura reforma de las leyes que regularán los nuevos espacios sin humo, la equiparación de los vapeadores o el empaquetado genérico y las políticas para que los españoles dejen de fumar.
La negociación con las comunidades se ha complicado más de lo esperado. Solo Cataluña, Canarias, Navarra y Asturias se adhieren a la estrategia antitabaco. El resto no han emitido su parecer porque consideran que el procedimiento de Sanidad no es el adecuado.
La Comunidad de Madrid no está muy a favor de la fórmula propuesta por Sanidad. Criticó que se pida a las comunidades decidir si se unen al plan o no «especificando sus líneas rojas». La directora general de Salud Pública, Elena Andradas, dijo que la mejor opción es ir avanzando «año a año» en acciones concretas con inversión específica.
Sanidad sacará adelante el plan en el Consejo Interterritorial de Sistema Nacional de Salud, durante el pleno con las comunidades, mediante un acuerdo de cooperación y no por votación. Una fórmula contenida en el artículo 14 del CISNS que establece que «para llevar a cabo acciones sanitarias conjuntas», los acuerdos de cooperación «se formalizarán mediante convenios».
Varias comunidades piden consenso
La fórmula es rechazada por las comunidades que reclamaron la autorregulación de los espacios sin humo en lugar de la prohibición. Hasta ahora, el gobierno presentó la actualización del plan con 147 enmiendas de las autónomas incorporadas, que «implican una modificación o aclaración del texto». Se ha negado una decena de propuestas. Entre ellas, la autorregulación de nuevos espacios sin humo que quería Galicia, Madrid o Aragón. A última hora, Sanidad eliminó del borrador inicial la prohibición de fumar en espacios privados, pero se mantiene la intención de incluir «ciertos espacios del ámbito privado» dentro de la ampliación de espacios sin humo, «especialmente si hay presencia de menores».
En España el tabaquismo es la primera causa aislada de mortalidad y morbilidad evitable. La evidencia científica es concluyente sobre los riesgos que conlleva su consumo. La Sociedad Española de Epidemiología estima que el número de fumadores mayores de 15 años ha disminuido desde 1987. También que ha caído el consumo diario en los jóvenes de entre 14 y 18 años. A pesar de este dato positivo, el número de muertes atribuibles al tabaco continúa siendo muy elevado: 63.000 anuales.
El director general de Salud Pública, Pedro Gullón, indicó que los objetivos maestros del plan antitabaco es que menos gente fume, que la gente que fuma tenga facilidades para dejarlo y proteger a los no fumadores y el medioambiente ampliando los espacios sin humo. «Esta propuesta no impone medidas, sino que crea un paraguas que tendrá que concretarse en leyes. Por ejemplo, no delimita en qué espacios al aire libre estará prohibido fumar, se ampliarán una vez se apruebe en una norma que deberá contar con el apoyo de una mayoría del Congreso de los Diputados», precisó.
El plan también recoge una subida de los impuestos al tabaco que deberá pactarse con el Ministerio de Hacienda. Una regulación de los vapers como los cigarrillos tradicionales y más recursos para que el sistema sanitario dé una respuesta a las personas que quieren dejar de fumar.
Contrapropuestas, rechazos, abstenciones
Aragón tampoco se sumará al plan. Según la directora de Salud Pública, Nuria Gayán, no es el momento de darlo por terminado. Solicitó más tiempo para «trabajarlo con rigor». Extremadura se ha mostrado a favor de un plan de control y prevención del tabaquismo. «Es un problema de salud pública», dijo la consejera de Salud y Servicios Sociales, Sara García Espada, pero rechaza que la prohibición de fumar en terrazas sea obligatoria.
Baleares indicó que no apoyará el plan antitabaco por la falta de una memoria económica. También se opone a la obligatoriedad de las terrazas sin humo y cuestiona las prisas con las que se ha abordado el plan. Las consejerías, en general, alegan falta de tiempo para revisar las enmiendas que han sido aceptadas y la ausencia de una memoria económica de la estrategia. En el plan se ha trabajado durante dos años y se han dado 15 días para hacer alegaciones, con prórroga de 24 horas, muchas de las cuales se han incorporado. «La memoria económica no es necesaria», aseguró Padilla. Vale más la salud de los españoles.