El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, dijo que las grabaciones del asesinato de Jamal Khashoggi son “espantosas” y conmocionaron a un oficial de inteligencia saudí que las escuchó.
Según medios de comunicación turcos, Erdogan dijo en su avión de regreso de una visita de fin de semana a Francia, que habló del asesinato del periodista saudí con los líderes estadounidenses, franceses y alemanes en una cena en París.
«Entregamos las grabaciones del asesinato de Jamal Khashoggi a todos los que las querían. Nuestra organización de inteligencia no ocultó nada. Se las pusimos a todos los que quisieron, incluidos los saudíes, EEUU, Francia, Canadá, Alemania y Reino Unido«, dijo.
El periodista de The Washington Post entró el 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul para realizar varios trámites legales por su próximo matrimonio y más nunca se supo de él. Desde ese momento varias fueron las versiones esgrimidas por el reino saudí de lo ocurrido. También se inició un movimiento mundial con el fin de que se esclareciera su crimen.
«Las grabaciones son realmente espantosas. De hecho, cuando el oficial de inteligencia saudí escuchó las grabaciones, se sorprendió tanto que dijo: ‘Este debe haber tomado heroína, solo alguien que toma heroína haría esto‘», agregó.
Según el mandatario turco Erdogan, Khashoggi, un crítico del gobernante de facto saudí, el príncipe Mohammed bin Salman, fue asesinado hace seis semanas en una operación ordenada desde los «niveles más altos» del Gobierno saudí.
Dijo que estaba claro que el asesinato estaba planeado y que la orden provenía del más alto nivel de las autoridades saudíes, pero que no podía pensar tal cosa del rey Salman, a quien tiene «respeto ilimitado«.
Un asesinato premeditado
Aunque el gobierno de Tayip Erdogan no ha dado detalles del contenido de las cintas, dos fuentes con conocimiento del tema dijeron a Reuters que Turquía tiene varias grabaciones de audio. Unas están relacionadas con el asesinato y otras con las conversaciones antes de la operación. Estas les han permitido sustentar a Ankara desde los inicios que el asesinato fue premeditado, a pesar de que Arabia Saudí negó en un principio tener algo que ver con la desaparición del periodista.
El presidente turco sostuvo en días reciente que el príncipe heredero le ha dicho que hará lo necesario por aclarar el asunto y “estamos esperando pacientemente”.
En repetidas ocasiones Erdohan ha expresado que los autores del asesinato se encontraban entre los 18 sospechosos detenidos en Arabia Saudí. Las investigaciones también condujeron al despido de seis altos cargos, entre ellos Saud al-Qahtani, un asesor de la corte real considerado como la mano derecha del príncipe, y el subjefe de inteligencia Ahmed Asiri. Desde la detención de esos 18 sospechosos nada se sabe sobre su estado o paradero.
«Debe revelarse quién les dio la orden de asesinar«, afirmó Erdogan.
Según el gobierno estadounidense, uno de los países que recibió las grabaciones del asesinato de Jamal Khashoggi, el príncipe heredero no está involucrado.
U.S. says Khashoggi audio recording does not implicate Saudi crown prince in killing https://t.co/YZbkW97J2t
— The Washington Post (@washingtonpost) November 13, 2018
El periódico progubernamental de Turquía, Sabah, informó este martes que el equipaje del equipo saudí que fue enviado a Estambul en el momento del asesinato de Khashoggi contenía jeringas, tijeras grandes, pistolas de grapas, walkie-talkies, dispositivos de descarga eléctrica y un bloqueador de señales.
El diario publicó fotos de radiografías de bolsas tomadas cuando los saudíes pasaron por controles de seguridad en el aeropuerto a su salida. Reuters no pudo verificar de inmediato el artículo de Sabah.
Operación limpieza
El pasado viernes 2 de noviembre, cuando se cumplió el primer mes del crimen de Khashoggi, un consejero del presidente de Turquía informó sobre la disolución de su cuerpo con ácido, una acción que permitió deshacerse de él con más facilidad.
El periódico Hurriyet publicó las declaraciones de Yasin Aktay, asesor del mandatario Erdogan y amigo del columnista de The Washington Post, quien afirmó que el cadáver fue eliminado tras ser desmembrado y disuelto.
Al parecer, un “equipo de limpieza” saudí compuesto por dos hombres identificados en la prensa como Ahmed Abdulaziz al-Jonabi y Khaled Yahya al-Zahrani, llegaron al consulado en Estambul para borrar las pruebas del crimen una semana después de su desaparición en el consulado.
Los dos agentes eran especialistas en química y el otro en toxicología. Tenían la tarea de borrar las pruebas antes de que los investigadores turcos tuvieran acceso al consulado y a la residencia del cónsul saudí. Las dos personas realizaron operaciones de limpieza hasta el 17 de octubre y abandonaron el país tres días después.
El periódico progubernamental turco Sabah señaló que ambos llegaron a Turquía como parte de un equipo de 11 personas enviado para llevar a cabo las inspecciones junto con agentes turcos.
https://www.youtube.com/watch?v=r-edbL6YlOw
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