El aumento en el precio de los combustibles fue el detonante de una oleada de protestas masivas en Kazajistán. El presidente, Kasim-Yomart Tokáyev, ordenó «disparar a matar contra los manifestantes sin previo aviso. La brutal acción represiva del régimen se tradujo en el despliegue de miles de policías y batallones del Ejército, además de pedir ayuda a Rusia y sus aliados.
Las fuerzas de seguridad informan de la muerte de decenas de manifestantes en un esfuerzo para «restablecer el orden» en Almaty, la principal ciudad de Kazajistán. Además, reportan más de 1.000 heridos, cientos de ellosde gravedad.
Pese a las bajas, Tokáyev ha extremado su verbo y sus actuaciones. “Di la orden a los órganos de la policía y el Ejército de disparar a matar sin previo aviso. No dialogará “con bandidos armados y preparados, tanto locales como extranjeros”, anotó.
Insistió en calificar de terroristas a los manifestantes y aseguró que “dañan la propiedad estatal y privada y utilizan sus armas en contra de los ciudadanos”.
El polvorín en que se han convertido las principales ciudades de Kazajistán ha sido una verdadera sorpresa. Mucho más por la presencia de tropas de una alianza militar liderada por Rusia, enviadas por Vladimir Putin para aplacar la violencia. Opiniones de analistas, recogidas por BBC Rusia, suponen que esta polvareda social no es solo producto del alza de los costos de energía y que hay otros motivos políticos para el descontento. A Kazajistán lo gobierna un régimen autoritario. Las elecciones las gana siempre el partido gobernante casi siempre con el 100% de los votos. No existe oposición política efectiva.
Orden de acabar con los manifestantes en Kazajistán
Las principales ciudades de Kazajistán, antigua república soviética, están tomadas por manifestantes y las fuerzas de seguridad que mantienen una intensa confrontación desde el domingo. Ese día las autoridades levantaron los límites de precios del gas licuado de petróleo, que muchas personas usan en sus automóviles. La medida causó un aumento desmesurado en los precios de alimentos y medicinas..
El descontento se hizo sentir en las calles y a la vuelta de cuarenta y ocho horas, la mayoría de ciudades y pueblos tenían concentraciones masivas que se tornaron violentas cuando la policía utilizó gases lacrimógenos y granadas paralizantes contra manifestantes.
El miércoles se declaró estado de emergencia en muchas zonas de Kazajistán, pero miles de ciudadanos seguían saliendo a las calles. El servicio de Internet fue reportado como caído en varias regiones, al igual que las comunicaciones y los servicios de electricidad. El presidente Kasim-Yomart Tokaev destituyó a su gabinete. Lo culpa de permitir los disturbios.
Aunque el jueves restauró los precios del combustible «para asegurar la estabilidad en el país» las molestias y protestas continúan.
¿Qué hay detrás de las manifestaciones? El gobierno personalista de Nursultán Nazarbáyev se dedicó al culto a la personalidad. Se erigió estatuas y la capital del país fue rebautizada con su nombre. En 2019 ascendió al poder Tokaev, que fue designado a dedo como candidato y ganó unos comicios anticipados que fueron criticados por los observadores internacionales.
Desde entonces, la población de Kazajistán observa un bajo nivel de vida y limitadas libertades cívicas. Además, de pobreza y ausencia de progreso .
Sociedad pide cambio de gobierno y libertades
De las aparatosas manifestaciones en Kazajistán, una de las ciudades que se ha mantenido en pie de lucha es Janaozen. Sus voceros han reunido las principales demandas de sus habitantes: la urgencia de un cambio de gobierno y un régimen con partidos, con oposición y con libertades. Asimismo, piden elecciones directas de gobernadores, que son nombrados por el presidente. También aúpan el retorno de la constitución de 1993 que limitaba los términos y poderes del presidente. Y la no persecución de activistas y permitir que personas ajenas al régimen ocupen puestos de poder.
No hay líderes claros o bien establecidos hasta el momento. Los analistas señalan que durante décadas toda la disidencia fue sofocada y que la democracia en Kazajistán efectivamente no existe.
El politólogo Grigorii Golosov, de la Universidad Europea de San Petersburgo, le dijo a BBC Rusia que al tomar las calles la gente encontró una manera de ser escuchada. «Bajo condiciones autoritarias, la protesta callejera es una reacción normal de la población a las medidas económicas impopulares», sostuvo.
Algunos expertos tienen visiones encontradas sobre el desenlace de las revueltas y el clamor de la sociedad civil. Alexander Baunov, del Centro Carnegie de Moscú, dice que Kazajistán no es un aliado tradicional de Occidente. Por tanto, los líderes occidentales optarán por interpretar estos eventos como «un levantamiento democrático contra un gobierno opresor».
Por otra parte, Diana Kudaibergenova, investigadora de la Universidad de Cambridge, indica que hay indicios de que las autoridades kazajas intentarán resolver la situación de forma pacífica. «Una forma de terminar esto pacíficamente es que el presidente se siente a la mesa de negociaciones con algunos de los manifestantes y que la gente vea que sus voces están representadas».
¿Más represión o diálogo?
Aunque el presidente de Kazajistán informó a la nación que «el orden constitucional ha sido restablecido en gran medida en todas las regiones del país», los manifestantes no se han replegado.
«Se ha lanzado una operación antiterrorista. Las fuerzas de seguridad están trabajando intensamente, los terroristas siguen usando las armas y causando daños a las propiedades de los ciudadanos. Es necesario continuar las acciones contra el terror hasta exterminar a los terroristas por completo», subrayó Kasim-Yomart Tokáyev.
Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa del Este y Asia Central, comentó los hechos. “Las protestas que se desarrollan en Kazajstán son una consecuencia directa de la violación generalizada de los derechos humanos básicos por las autoridades. Durante años, el gobierno ha perseguido implacablemente la disidencia pacífica y ha dejado al pueblo kazajo en un estado de agitación y desesperación”.
Manifestó, además, que “en lugar de amenazar con tomar medidas enérgicas contra los manifestantes, las autoridades kazajas deben resolver la situación de manera pacífica. Liberando inmediata e incondicionalmente a todos los que han sido detenidos arbitrariamente y abordando los abusos cometidos por el Estado. Los manifestantes acusados de delitos reconocidos internacionalmente por acciones violentas deben recibir juicios justos de conformidad con el derecho internacional de los derechos humanos.
En las últimas horas, el presidente anunció la creación de un grupo interdepartamental “que se encargará de encontrar y aprehender a criminales y terroristas. «Prometo a la ciudadanía que todas estas personas serán sometidas a las más rigurosas sanciones penales», agregó.