La inflación de la eurozona alcanzó un récord en abril, al llegar a 7,5% interanual. Impulsado fundamentalmente por la escalada de precios de los combustibles durante la guerra en Ucrania.
Estimaciones preliminares de Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, señalan que la inflación de este mes, supera en una décima el antiguo récord del 7,4% de marzo. Con el indicador de abril se suman seis los marcadores topes reportados por los 19 países que utilizan el euro.
La energía repitió en el cuarto mes de 2022 como principal factor de incremento de los precios. Aunque por primera vez este año su tasa de crecimiento es menor a la registrada en el mes anterior. Al pasar del 44,4 % de marzo se redujo hasta el 38 % en abril.
El crecimiento del componente energético en la inflación de la zona euro fue el único que se contrajo en abril, pero sigue registrando cotas muy elevadas que contrastan con el aumento anual de 10,4 % de hace un año.
El salto en los precios europeos refleja factores similares a los que incitaron la inflación anual de EE UU al 8,5% en marzo, la más alta desde 1981.
Los temores de que la guerra pueda conducir a una interrupción del suministro de petróleo o gas de Rusia han disparado los precios del petróleo y el gas natural. Como en efecto ocurrió recientemente cuando la estatal rusa Gazprom decidió cortar el aprovisionamiento de gas a Polonia y Bulgaria por no pagarles en rublos.
Además, a la incertidumbre se suma el repunte de la demanda mundial durante la recuperación de la pandemia. Y un enfoque cauteloso para aumentar la producción de la OPEP y países aliados, incluida Rusia.
Cifra récord de inflación en la eurozona
La inflación subyacente en la eurozona, que excluye la energía y los alimentos frescos por tener unos precios más volátiles, se situó en abril en un 3,5 %. Tras crecer seis décimas durante este cuarto mes del año.
Por su parte, el precio de los alimentos procesados, el alcohol y el tabaco aumentó un 5,5 % en abril, frente al 4,1 % de marzo. Y el de los alimentos no procesados creció casi un punto y medio hasta el 9,2 %.
Asimismo, indicó Eurostat, el precio de los bienes industriales no energéticos aumentó cuatro décimas en abril hasta el 3,8 %. Mientras la inflación de los servicios fue del 3,3 % en ese mes frente al 2,7 % de marzo.
Estonia registró la mayor inflación de los socios de la moneda común (19 %), seguido de Lituania (16,6 %), Letonia (13,2 %), Países Bajos (11,2 %) y Eslovaquia (10,9 %). Son los cinco países cuyo crecimiento de los precios superó los dos dígitos en abril, registros históricos.
Según la oficina estadística de la Unión Europea, se encuentran por debajo del 10 %, Grecia con 9,4 %, Bélgica (9,3 %) y Luxemburgo (9 %). También Chipre (8,6 %), España (8,3 %) y Alemania (7,8 %), formando el grupo de países del euro con una inflación por encima de la media.
Por debajo del promedio se encuentran Portugal y Eslovenia (ambos un 7,4 %), Irlanda (7,3 %), Austria (7,2 %), Italia (6,6 %), Finlandia (5,6 %), Francia (5,4 %) y Malta 4,9 %), reseñó Efe.
Entretanto, el Banco Central Europeo cree que la inflación se reducirá en la segunda mitad del año, aunque se mantendrá en niveles altos, en torno al 4%, en el último trimestre. Y estima una ralentización del crecimiento, que seguirá siendo positivo en el presente ejercicio.
La guerra es un revés para la recuperación económica
Tanto los gobiernos como los hogares están sintiendo los efectos de la alta inflación en la eurozona. Alemania está eliminando un cargo por apoyar la energía renovable en las facturas de electricidad. Ahorrando a una familia de cuatro miembros alrededor de 300 euros (317 dólares) al año.
Mientras, el sindicato industrial IG Metall de Alemania propone un aumento anual del 8,2% para los trabajadores siderúrgicos del país que entran en negociaciones salariales.
Y en Francia, la líder derechista francesa Marine Le Pen hizo de la inflación un tema clave en su desafío fallido a Emmanuel Macron. En las elecciones presidenciales de ese país este mes, en las que Macron fue reelecto.
Las preocupaciones sobre los precios aún más altos de la calefacción, la electricidad y el combustible para automóviles impiden a los gobiernos europeos detener las importaciones de energía de Rusia. Como parte de las sanciones por la invasión de Ucrania por parte del Kremlin.
“La guerra en Ucrania es un gran revés para la recuperación económica de la eurozona”, indicó Tej Parikh, director del equipo de economía de Fitch Ratings a The Associated Press.
La inflación también está ejerciendo una presión incómoda sobre el Banco Central Europeo para que busque aumentar las tasas de interés desde mínimos históricos en los próximos meses. Las tasas más altas para sofocar la inflación también podrían pesar en una recuperación que se ha visto sacudida por la crisis energética, la guerra y los últimos brotes de la COVID-19.
Crecimiento de la economía se desacelera
Eurostat informó, además de la inflación en la eurozona, un reporte del crecimiento económico en esos países.
Precisó que la expansión económica se desaceleró al 0,2% en los primeros tres meses del año. Debido a que las restricciones voluntarias y gubernamentales durante la propagación de la variante ómicron, se unieron a una mayor inflación para frenar la demanda. A medida que las personas hacían menos uso de en los últimos tres meses de 2021.
Entre las principales economías europeas, Alemania creció un 0,2 %, evitando una recesión después de que la producción cayera un 0,3 % a fines de 2021. Francia se estancó en un crecimiento cero debido a que las restricciones gubernamentales durante la ola omicron afectaron la actividad. La economía de Italia se contrajo un 0,2% a medida que disminuyeron las exportaciones.
Es probable que la guerra, que comenzó el 24 de febrero, más de la mitad del trimestre, afecte el crecimiento durante los próximos meses.
«El aumento de la inflación y las consecuencias de la guerra de Ucrania significan que es probable que el PIB se contraiga» en el segundo trimestre. «Mientras que el gran aumento adicional de abril en la inflación subyacente fortalece el argumento para un aumento de las tasas en julio», dijo Andrew Kenningham, director del BCE para Europa.
Lee también en Cambio16.com: