El Gobierno central y la Generalitat de Cataluña acordaron, antes de las vacaciones, ampliar el aeródromo de Barcelona para convertirlo en un hub intercontinental. Un mes después, el Ejecutivo anunció dejar en suspenso el ambicioso proyecto del aeropuerto de El Prat «por una pérdida de confianza manifiesta» de las autoridades autonómicas por el proyecto.
Con esta decisión se suspende la inversión por 1.700 millones de euros que el Gobierno y la Generalitat catalana pactaron a principios de agosto para la ampliación del aeropuerto barcelonés. Segundo en tránsito de pasajeros al de Barajas, en Madrid.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, dijo que el proyecto «es imposible sin un apoyo nítido y sin fisuras» del Govern. En su opinión «es evidente» que esa instancia no ha tomado una «decisión madura sobre esta gran inversión».
Horas más tardes indicó que “evidentemente no hay margen para hacerlo en esta legislatura. Todos salimos perdiendo, no es una buena noticia”. Comentó a la Cadena SER que este es un momento en que todas las administraciones y grupos políticos deberían estar “centrados” en la recuperación económica. Y en Cataluña lo han pasado “muy mal” durante la pandemia y han perdido “muchas oportunidades”.
La ampliación amenaza el espacio natural de La Ricarda, protegido por la red europea Natura 2000 y no cuenta con la aprobación de los colectivos preocupados por el medioambiente, la biodiversidad y el calentamiento global
Coincidente con la ministra, el presidente de Aena, Maurici Lucena, planteó analizar de nuevo el proyecto de ampliación del aeropuerto “dentro de cinco años. Si las circunstancias en Cataluña han cambiado y hay un sustrato político que vea más adecuada esta inversión”.
Manifestó que “la inversión propuesta para El Prat queda en suspenso hasta que se abra una nueva ventana de oportunidad regulatoria, que es de aquí a cinco años”. En referencia al Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA), que regula el quinquenio entre 2022 y 2026.
En suspenso la ampliación del aeropuerto de El Prat
La posición oficial ocurrió después de que el gabinete de Pere Aragonès informara que no avalaría una propuesta que implicara «destrozar» la laguna de La Ricarda, en el delta del Llobregat.
El proyecto de ampliación del aeropuerto de El Prat amenazaba el espacio natural de La Ricarda, protegido por la red europea Natura 2000. Esto provocó la oposición de colectivos ecologistas, de figuras como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y desde las filas de Unidas Podemos.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, tachó de «chantaje» que se suspenda la inversión para ampliar el aeropuerto de Barcelona y afirmó que el Gobierno no quiere invertir en Cataluña.
«Hoy ha quedado patente lo que se sospechaba desde el primer minuto: que el Gobierno español y Aena han hecho una operación de chantaje. Y que nunca han tenido la voluntad de invertir en Cataluña ni de hacer del Aeropuerto de El Prat un hub internacional», comentó.
Aragonès afirmó que la Generalitat buscaba concretar desde el consenso entre administraciones la fórmula para ampliar la infraestructura. Y que esto ha provocado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se haya «echado atrás».
Refirió que «el Govern considera que las inversiones –y más en el caso de una de tanta trascendencia– se tienen que llevar a cabo mediante el diálogo y el consenso. Nunca desde la imposición».
Entretanto, Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, sostuvo que «queda demostrado que todo ha sido una farsa del Estado. Que solo entiende de sumisiones¨. Por otra parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (Unidas Podemos) celebró que «se replantee» para conservar el espacio natural de La Ricarda. «Estoy segura de que con diálogo y colaboración lograremos avanzar en propuestas de futuro, que apuesten por la movilidad sostenible», escribió en tuit.
La Ricarda, máxima protección de la UE
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, había pedido la paralización del proyecto de ampliación del aeropuerto de El Prat, por el daño medioambiental que implica. Y como «alternativa», propuso apostar por el transporte ferroviario. «Se nos plantea destrozar un territorio natural, La Ricarda, que tiene la máxima protección de la Unión Europea», dijo.
También Ecologistas en Acción ha estado activo en relación a ese proyecto. Precisó que esta ampliación supondría un nuevo atentado contra la laguna de La Ricarda, en el delta del Llobregat.
Se trata de un ecosistema clave para la soberanía alimentaria y la conservación de la biodiversidad. Además, el proyecto pondría en riesgo el sistema de acuíferos, que garantiza el consumo de agua potable del área metropolitana.
El 60% del territorio del Delta ya se ha perdido, advirtió la organización. la Comisión Europea ha abierto un procedimiento de infracción en España por el incumplimiento de las directivas de agua, hábitats y aves de la anterior ampliación aeropuerto.
Aena, argumentan los ecologistas, plantea compensar los impactos con terreno agrario, como si la crisis climática y la destrucción del Delta fueran una cuestión de intercambio de hectáreas. Ignorando la importancia de la producción de alimentos de proximidad y cuando hace más de 20 años que incumplen los acuerdos de compensación que se definieron.
Además, en 2019 El Prat llegó a la cifra récord de 52 millones de pasajeros y generó 8,4 millones de toneladas de CO2. Más del doble de todas las emisiones derivadas del consumo de energía de la ciudad de Barcelona. Teniendo en cuenta la ampliación de capacidad prevista de 55 a 70 millones de pasajeros al año, las emisiones de CO2 podrían llegar a aumentar, como mínimo, un 33%, según la Agencia de Desarrollo Urbano de Barcelona
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