Portugal es uno de los países que apura su carrera por alcanzar cero emisiones netas en 2050 y, a inicios de noviembre, dio un anticipo de sus objetivos verdes al cubrir la demanda energética nacional con energías renovables. Sobrevivir 6 días continuos sin energía fósil.
El país luso batió récords al funcionar con energía completamente renovable desde el 31 de octubre al 6 de noviembre. En total fueron 149 horas consecutivas, habiéndose establecido el récord anterior en 2019, con 131 horas. Durante este período, en todo el país se produjo más energía a partir de fuentes renovables de la que se consumió.
Portugal también logró quedarse sin gas natural durante 131 horas consecutivas, y durante 95 de ese total produjo suficiente energía limpia como para que una parte pudiera exportarse a España. Se trata de un nuevo récord, ya que el anterior hito se hizo durante 56 horas consecutivas.
«Estos importantes logros confirman que Portugal ha mantenido una trayectoria sostenible en la integración progresiva de las fuentes renovables. Respetando los objetivos primarios de seguridad del suministro y calidad del servicio», señaló en su boletín Redes Energéticas Nacionais (REN). La empresa responsable del suministro de electricidad y gasolina en el país.
Sin embargo, para alcanzar los objetivos climáticos del Acuerdo de París para 2050, las naciones deben mantener sus redes libres de carbono, no solo durante tres o seis días, sino durante todos los días del año.
Algunos países ya lo hacen a través de la energía hidroeléctrica. Mientras que otros logran altos resultados en energía libre de carbono gracias a grandes flotas de centrales nucleares. Las principales fuentes de energía renovable de Portugal son la eólica y la solar, que en el futuro podrían combinarse en plantas híbridas.
Portugal se blinda en energías renovables
La producción de electricidad en Portugal es una de las más limpias y avanza a pasos agigantados para lograr la descarbonización de Europa, dentro del llamado Pacto Verde. Según datos del think tank Ember, el 78,02% del total generado en el país en octubre procedía de fuentes renovables (40,06% eólica, 23,8% hidráulica, 7,23% solar y 6,93% de bioenergía). Las últimas plantas de carbón cerraron en 2022, dejando atrás el gas fósil (importado), como protección para emergencias.
El uso de gas natural para la producción de electricidad en Portugal cayó 39% respecto al año pasado, considerando el período de enero a octubre. Esto provocó que el consumo de gas alcanzara su nivel más bajo desde 2006. La tarea para la descarbonización de la red portuguesa es reducir hasta eliminar el número de horas en las que el país necesita quemar gas. Los líderes quieren que la producción de gas, que representó el 21% del consumo de electricidad de enero a octubre, se elimine para 2040.
Para lograr sus objetivos climáticos, Portugal diversificó las fuentes renovables, evitando la dependencia de un único recurso. La energía proveniente de plantas eólicas, solares e hidroeléctricas son fundamentales en el plantel que sostiene el Sistema Eléctrico del país.
Las empresas energéticas portuguesa ahora están buscando grandes oportunidades adicionales de energía eólica marina, ampliando las instalaciones solares y modernizando proyectos eólicos más antiguos para aprovechar mejor las mejores ubicaciones.
Decisiones a tiempo
Miguel Prado, experto en el sector energético portugués, explica que los logros de Portugal en materia de energías renovables son el resultado de varias decisiones tomadas en el pasado.
Se comprometió a construir energías renovables tempranamente y con frecuencia, prometiendo una fecha límite de 2050 para emisiones netas de carbono cero en 2016, varios años antes de que la Unión Europea en su conjunto encontrara la convicción de dar ese paso. El país optó por invertir en nueva capacidad hidroeléctrica y, hace 18 años, mantuvo una subasta eólica a gran escala.
«También era importante que el país no hiciera una inversión masiva en capacidad solar cuando la tecnología todavía era cara», explicó. “Ahora Portugal se enfrenta a una enorme demanda de construcción de nuevas plantas fotovoltaicas en gran magnitud. Así como a una enorme demanda de proyectos solares descentralizados, aprovechando la tecnología de bajo coste para aumentar la cuota de energía renovable en el futuro”.
El país aún tiene una difícil tarea por delante para alcanzar la meta nacional de 85% de energía renovable para 2030, agregó Prado. Los desafíos clave incluyen los lentos procesos de obtención de permisos y las complejidades de equilibrar los impactos ecológicos con la necesidad de energía más limpia.
Una forma de mitigar los retrasos en la autorización de nuevas fábricas es renovar las antiguas. Portugal tiene una superficie terrestre limitada para trabajar y los mejores sitios eólicos en tierra ya están ocupados. Pero según el experto, en los primeros proyectos todavía se utilizan turbinas de 500 kilovatios, mientras que las nuevas turbinas pueden producir 6,2 megavatios. Por lo tanto, cambiar una turbina vieja por una nueva podría desbloquear 12 veces la capacidad existente.