Portugal, a través del Gobierno de la Región Autónoma de Madeira, informó que amplía el área protegida de las Islas Salvajes a 12 millas náuticas alrededor. Con la resolución crea el área protegida más grande de Europa.
Las Islas Salvajes conforman un archipiélago en el Atlántico Norte entre las Islas Canarias y Madeira a 280 km al sur de la isla de Madeira, al noroeste de África. La nueva reserva de 2.677 kilómetros cuadrados acerca al mundo al objetivo de proteger el 30% de la tierra y el agua para 2030.
Paul Rose, quien dirigió una expedición a las Islas Salvajes en 2015, se mostró entusiasmado. «Cuando decimos la reserva marina más grande de Europa es emocionante. Es un sentido de liderazgo y ambición», declaró Rose, de Pristine Seas. «En el contexto del objetivo 30X30, el anuncio de Portugal es una muestra de que realmente podemos hacer algo», agregó.
Pristine Seas es una organización que trabaja para inspirar la protección de ecosistemas marinos únicos. Organiza expediciones que documentan la variada biodiversidad de estos lugares. En el proyecto de exploración submarina, fundado por National Geographic Explorer en Residencia, Enric Sal, viajó a 31 lugares, y 24 de ellos recibieron medidas de protección.
Las nuevas áreas protegidas creadas gracias al proyecto Pristine Seas cubren un área de más de 6 millones de kilómetros cuadrados, más del doble del tamaño de la India.
Área protegida más grande para el aniversario
El anuncio de la ampliación del área protegida de las Islas Salvajes coincidió con el aniversario de la declaración del archipiélago como reserva natural. Fue en 1971 cuando su área se declaró como la primera Reserva Natural clasificada en la historia de Portugal. Las masas volcánicas que las constituyen, prácticamente deshabitadas por humanos, son el hogar de una de las colonia de pardela cenicienta más grande del mundo de aves marinas.
Su declaración de protección se debe a esa población, según explicó Rose. La isla no solo alberga a la pardela cenicienta. La vida marina alrededor es muy activa y variada. La expedición de 2015 de Pristine Seas visualizó 51 especies de peces, incluidos tiburones, barracudas y morenas.
Para 2015 las islas ya estaban protegidas a una profundidad de 200 metros, pero fue insuficiente. No alcanzaba a muchas especies “como las aves marinas, los mamíferos marinos y el atún”. La asociación de Pristine Seas con Océano Azul, fue la principal responsable en reclamar mayores protecciones para las Islas Salvajes con el gobierno de Portugal. Rose aseguró que no se requería mucho convencimiento. «Los lugares hermosos que no están protegidos se venden solos», indica.
Mientras tanto, con miras a cumplir el objetivo de proteger el 30% de la tierra y el agua para 2030, Pristine Seas tiene 40 expediciones planeadas en los próximos 9 años. “Es enormemente energizante darse cuenta de que tantos países, tantos líderes y tantas organizaciones e individuos están detrás de esto», aseguró.
Rose espera que la decisión de Portugal también aliente a los países europeos, en particular, a ser más ambiciosos en la protección de sus aguas. Actualmente están rezagados con respecto al resto del mundo.
La importancia de proteger el océano
Una investigación, publicada por la revista Nature, señala que proteger el océano tiene un triple efecto adverso sobre la crisis climática. Salvaguarda el clima, los alimentos y la biodiversidad.
Además, establece un marco para priorizar áreas protegidas del océano. En la actualidad, solo el 7% del océano está protegido. El profesor Boris Worm, de la Universidad de Dalhousie, en Halifax, Nueva Escocia, afirmó que el océano cubre el 70% de la Tierra y, sin embargo, se ignora su importancia para afrontar y superar los desafíos actuales.
«Los beneficios son claros. Si queremos resolver los tres desafíos más apremiantes de nuestro siglo: la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la escasez de alimentos, debemos proteger nuestro océano», señaló a la BBC.
El estudio desarrolló un algoritmo que puede identificar los lugares en el océano del mundo más óptimos para ser protegidos. De esta forma las áreas marinas protegidas y la gestión pesquera responsable podrán brindar los mayores beneficios en cuanto a la protección de la biodiversidad, producción de productos del mar y mitigación climática.
El mapeo permitió crear un modelo que los gobiernos pueden usar en la planificación e implementación de compromisos para proteger el océano de la sobrepesca y la destrucción del hábitat. Una opción que permite que los países tengan un instrumento para decidir qué áreas proteger según las prioridades nacionales.