Por Cambio16
08/06/2017
El Banco Central de Venezuela, controlado por el Gobierno, estaría ofreciendo US $ 5.000 millones en bonos al 2036 entre fondos de Wall Street con un descuento de hasta un 80%, dijeron este martes a Reuters un diputado opositor y un operador financiero. La noticia, que corrió como pólvora en los medios y escenarios económicos mundiales, genera una creciente polémica pues es más que claro que la oferta es parte de las negociaciones de funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro para levantar dinero fresco que sostenga a una economía en seria crisis como actualmente es la venezolana.
Y no sólo eso. Mayor polémica genera el anuncio siendo éste desvelado luego que Goldman Sachs y Nomura compraran en mayo -con un descuento de hasta un 70%- unos US $ 2.900 millones en bonos de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) a través de intermediarios. Las operaciones recibieron las críticas del Parlamento venezolano, que acusa a los bancos de financiar a un «dictador», y de elevar los riesgos reputacionales y legales del país petrolero.
Los nuevos títulos en venta, que están en manos del banco estatal desde su emisión a fines de 2016, habían sido ofrecido a principios de mayo precísamente a Goldman Sachs, pero la entidad rechazó la operación. «En Nueva York ahora se los están ofreciendo a fondos y no a grandes bancos, con un descuento de hasta 80%», dijo el diputado opositor Angel Alvarado, parte de un equipo que busca frenar el financiamiento extranjero al Gobierno socialista. «Siguen rematando los activos», agregó.
El Banco Central de Venezuela también busca vender los papeles que posee a través de intermediarios, entre ellos la firma Haitong Securities, con sede en Hong Kong, que coordinó la emisión de los títulos en 2016. Analistas y operadores creen que Venezuela no ha conseguido colocar los papeles hasta ahora, porque fueron emitidos en físico y no se pueden intercambiar de forma electrónica.
Primera pista: Un impago
La probabilidad implícita de que el país incumpla un pago durante los próximos 12 meses subió a 52% de 50% a finales de abril, de acuerdo con datos de permutas de riesgo crediticio compilados por Bloomberg.
Nicolás Maduro, que ha enfrentado casi dos meses de protestas contra su gobierno, ha reducido drásticamente las importaciones de alimentos y medicamentos para conservar el dinero necesario para pagar a los tenedores de bonos en medio de la disminución de la producción de petróleo y las reservas internacionales cerca de un mínimo de 15 años. De hecho, esta «capacidad de pago» ha sido utilizada engañosamente como un argumento por el Gobierno para «salir al paso» de quienes recurrentemente llevan el registro del agravamiento de la crisis en el país caribeño.
El gobierno, sin embargo, recibió un salvavidas. The Wall Street Journal informó que la división de administración de activos de Goldman Sachs Group Inc. pagó cerca de US$865 millones, o 31 centavos por dólar, por los bonos emitidos por la petrolera estatal PDVSA y mantenidos por el banco central, mientras que la rama de negociación de Nomura Holdings Inc. pagó cerca de US$30 millones.
La moralidad de invertir en la deuda del país también enfrenta un renovado escrutinio. El economista de la Universidad de Harvard Ricardo Hausmann, reseña Bloomberg, instó a JPMorgan Chase & Co. a retirar a Venezuela de sus índices de bonos para que los inversores cuyas carteras siguen los indicadores no se vean obligados a comprar bonos emitidos por un gobierno acusado de violaciones a los derechos humanos.
Venezuela enfrenta pagos de capital e intereses de más de US$5.000 millones el resto del año, aunque no debe pagar grandes cantidades antes de octubre.
Segunda pista: Los indicadores
La negociación de los bonos en dólares de Venezuela fue menos volátil en mayo después de registrar el mejor mes en dos años en abril, cuando el referente de US$ 4,000 millones en bonos con vencimiento en 2027 cayó 1.4% a 52.6 centavos por dólar; los rendimientos subieron a 20.4%.
El referente de US$3.000 millones en bonos con vencimiento en 2035 de PDVSA subió un 3.1% a 48,97 centavos por dólar y el rendimiento que cayó al 20.6% El precio de la cesta de exportación de petróleo de PDVSA aumentó un 5.6%, a US$ 44.83 por barril y las reservas internacionales de Venezuela cerraron el mes en US$ 10,600 millones.
El tipo de cambio oficial más débil, utilizado principalmente para importaciones consideradas no esenciales, fue devaluado 64% a 2,010 bolívares por dólar en tanto el gobierno lanzó a mediados de mayo su sistema de subasta de divisas Dicom. En el mercado negro, el dólar aún cuesta más de tres veces más que la tasa de Dicom.
Tercera pista: Rusia
Si hay algún país con el que el Gobierno de Maduro no quisiera verse en controversia es con Rusia. El gigante del este de Europa ha resultado ser un aliado estratégico para Maduro, no sólo a nivel económico -Rusia, junto con China, es actualmente el mayor inversor en el país caribeño, por supuesto con grandes beneficios-, sino porque representa un aliado diplomático internacional y eventualmente militar.
Para muestra están las propias declaraciones del ministro venezolano para el Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Jesús Faría, quien recientemente estuvo en Rusia para manifestarle a la nación de Vladimir Putin la importancia de que ambos países estrechen relaciones.»Rusia representa un gran bloque económico regional con nuevas expectativas de negocio para distintos países», manifestó el funcionario.
https://twitter.com/JesusFariaPSUV/status/870620407900106752
Quizá el funcionario aprovechó la oportunidad para dialogar con el gobierno ruso la morosidad que actualmente tiene con él: El gobierno de Venezuela dejó de cancelar -en septiembre de 2016- una deuda por concepto de préstamo contraído con Rusia. El monto en mora es de $ 955 millones, señaló la Cámara de Auditoría rusa en un documento difundido.
El incumplimiento de las obligaciones del gobierno venezolano tendrá como consecuencia una disminución del presupuesto ruso, de acuerdo con la información reseñada por Reuters. “Venezuela no ha cumplido con sus obligaciones desde septiembre de 2016 bajo el protocolo intergubernamental ruso-venezolano, una enmienda a un préstamo ruso otorgado en diciembre del 2011 al país caribeño”, se lee.
Según el protocolo, Venezuela debía a Rusia $ 2.840 millones a septiembre de 2016 e incluía deuda vencida e intereses.
Rusia publicó el documento a propósito de la revisión del presupuesto estatal para el periodo 2017-2019. Como se ve, después de haberse engullido un torrente de dólares provenientes del petróleo, no todo es color rosa para el gobierno venezolano.