Por Benito Guerrero Foto: Failte Ireland
11/01/2018
Si hay algo en lo que los fans de Star Wars están de acuerdo con respecto a la última entrega de la saga, Episodio VIII: Los últimos Jedi, es en la belleza de sus paisajes. Unos escenarios calificados como «un mundo de cuento de hadas” en el que “simplemente no puedes creer lo que ves” tal y como ha señalado el actor Mark Hamill, Luke Skywalker en el filme.
La película, que se ha convertido en la más taquillera de Estados Unidos en 2017, se ha rodado prácticamente en su totalidad en Irlanda, en los espectaculares parajes de la Ruta Costera del Atlántico, que se transformaron en el Planeta de Ahch-To al que Rey (Daisy Ridley) fue a buscar al último maestro Jedi.
SKELLIG MICHAEL
Skellig Michael, frente a la costa del Condado de Kerry, es el Planeta de Ahch-To, el refugio de Luke Skywalker en el largomertaje. Una pequeña isla deshabitada declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no sólo por tratarse de una reserva natural, santuario de aves, sino en el siglo VI los robustos monjes tallaron cientos de escalones para ascender la abrupya y puntiaguda roca, en cuya cima construyeron un santuario cuyos restos aún pueden verse hoy en día. El acceso es limitado y solo los operadores de embarcaciones autorizados pueden atracar en ella, lo que hace aún más exclusivo disfrutar de un crucero alrededor de las islas Skellig, para apreciar una zona que Mark Hamill ha calificado como «indescriptible».
MALIN HEAD
Situado en el punto más septentional de Irlanda, en la península de Inishown, constituyendo el inicio o final de la ruta costera del Atlántico, Malin Head es el lugar en el que aterriza el Halcón Milenario en Star Wars: Los últimos Jedi. El rodaje se centró en Hell’s Hole, una cueva subterránea excavada en la roca por el mar rompiente a lo largo de millones de años, no accesible para el público. Aclamado por su paisaje costero épico, repleto de aves y que sobrevuelan las turbulentas aguas que bañan la costa, Malin Head es una zona repleta de curiosidades históricas.
LOOP HEAD
Una península con increíbles vistas, una carretera costera, un destino galardonado por expertos en viajes, un faro marítimo y paraíso para el avistamiento de ballenas. Descrito por Jacques Cousteau como el mejor lugar para bucear de Europa, Loop Head, en el Condado de Clare, es un rincón en el que destacan kilómetros de acantilados verticales de granito y cuevas, en cuyo extremo se encarama el emblemático faro. Este se mantuvo cerrado al público durante el rodaje de la última película de Star Wars, rodeando de mayor misterio el resultado final de la entrega.
PORTMAGEE
Portmagee es un pequeño pueblo pesquero ubicado en el Condado de Kerry cuyo habitual ajetreo se vio alterado por el rodaje del Episodio VIII de la saga, ya que alojó a numerosos miembros del reparto y del equipo de la película. Entre sus principales atractivos destaca la oportunidad de admirar la Vía Láctea desde la Reserva Internacional de Cielo Oscuro de Kerry. Este pueblo ya era bien conocido por el equipo del episodio VII, El Despertar de la Fuerza, llegando a acoger su fiesta de final de rodaje, con Daisy Ridley y Mark Hamill uniéndose a los lugareños para disfrutar de la tradicional música irlandesa. Sin duda, es un lugar muy especial para disfrutar del sosiego que se respira en la Ruta Costera del Atlántico de Irlanda.
BROW HEAD
Brow Head, junto a la península de Mizen Head (Condado de Cork), fue el enclave elegido por el equipo de la película para rodar escenas entre cuevas escarpadas y pozos mineros. Un área que fue declarada como ‘no-fly zone’ durante la grabación para evitar spoilers. Algunos de los lugares de visita obligada son el premiado Centro de visitantes de Mizen Head, que muestra la tradición marítima de la zona, y desde el que se inicia un descenso hasta la estación de señales, conectada con tierra firme a través de un puente que se eleva sobre el agua y desde el que se pueden ver focas, delfines y ballenas jorobadas.
SYBIL HEAD
Situado en la península de Dingle, en el Condado de Kerry, que en su día fue descrita como “el lugar más hermoso de la Tierra” por National Geographic, el rodaje de Star Wars se centró en el espectacular cabo Ceann Sibéal (Sybil Head), ubicado en la comunidad de Ballyferriter, donde se recrearon las emblemáticas cabañas de piedra seca de Skellig Michael. Entre serpenteantes caminos, casas con tejados de paja, cielos infinitos y verdes praderas, no hay que perderse sin duda la playa Beál Bán, junto a los acantilados Three Sisters.
Los bares de Star Wars
Pero no todo han sido horas de rodaje para el equipo de Star Wars: Los últimos Jedi. En Portmagee ‘Luke Skywalker’ aprendió a servir una pinta de Guinness en The Bridge Bar y disfrutó de una deliciosa comida en The Moorings junto al resto de sus compañeros. Hugh Farren, propietario del bar Farren’s en Malin Head, aprovechó la ocasión para pintar un mural de Yoda en la pared de su pub llamando la atención de Mark Hamill que solía ir durante los descansos a pedir una pinta y hablar con el resto de clientes. Por su parte, Dairy Ridley, quien encarna el personaje de Rey, asiduamente descansaba en el ecléctico Pub Dick Mack’s, en Dingle, con muchos otros miembros del reparto y el equipo.