A dos meses de las elecciones en Estados Unidos, justo el 3 de noviembre, el mapa electoral se torna difuso y complejo. Las críticas a la gestión de Donald Trump, de cara a la reelección, las protestas de los «antirracistas» del Black Lives Matter y lo que el mismo Trump ha denominado «terrorismo interno» se reflejan en las encuestas.
«Todos lo dan por derrotado», dicen le echan en cara «los desaciertos en la gestión de la pandemia». Sin embargo, el mismo politólogo que predijo con seis meses de antelación en las elecciones de 2016, ahora anuncia que Trump ganará con un margen inequívoco de 362-176 los colegios electorales.
A Trump los medios le critican el alto número de muertos por la pandemia. Ya no se trata de comparar con Rusia cuyas cifras de fallecidos no concuerdan con el número de contagios, sino la cantidad de cadáveres sin tomar en cuenta la población. Trump no les resulta simpático a los grupos progres ni a la izquierda internacional. Quizás sea la razón que obvian que Estados Unidos tiene 330 millones de habitantes y registra 188.000 fallecidos por la COVID-19. Si España tuviese esa cantidad de habitantes y no los 46,7 millones que tiene , con el porcentaje de mortalidad registrado le faltarán unos cientos para los 200.000 muertos. Los desaciertos son muy comunes en la gran mayoría de los gobiernos, pero por el número de «fallecidos» China es el que aparece como el más eficiente en la contención de la pandemia, no así en su generación. Un punto extraño.
Años exitosos, de fuerte crecimiento económico
Los primeros años del gobierno de Trump se apuntalaron en la consolidación económica. Logró exhibir importantes indicadores. Pero sus desplantes y desatinadas declaraciones han servido para tratar de inclinar la balanza en su contra. Además, habría que sumar el clima de violencia, los fuertes disturbios que han acompañado las bien organizadas protestas de los herederos de las Panteras Negras, o de sus viudas.
El demócrata Joe Biden ha tratado de sacar ventaja en tan nubloso horizonte. Incluso, algunos sondeos de opinión lo han señalado como favorito en la contienda. Aunque en política todo es posible …hasta en el último minuto. Ocurrió en 2016. Entonces analistas y la mayoría de encuestas aseguraban el triunfo de Hilary Clinton y la contundente derrota de Trump.
En este escenario con tantas cortinas de humo reales y virtuales surge la opinión de un politólogo conocido por sus apreciaciones en materia electoral: Helmut Norpoth. Profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Stony Brook. A sus análisis les prestan mucha atención, sobre todo desde hace cuatro años, cuando predijo con total acierto el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Los cálculos de Norpoth afirman que la victoria de Trump está asegurada con un 91% de posibilidades, a pesar de lo que marquen las encuestas.
Helmut Norpoth y su ojo puesto en Trump
Volviendo a los comicios de 2016, por ejemplo, Nate Silver, de FiveThirtyEight ,y Nate Cohn, del New York Times, publicaron sus proyecciones finales en las primeras horas del 8 de noviembre.
Durante seis meses y en forma constante, un pronosticador publicaba sus predicciones. Era Norpoth, que pronunció su última palabra sobre la disputa Trump-Clinton, 246 días antes de que los votantes acudieran a las urnas. Entonces predijo con seguridad que Donald Trump sería elegido presidente. No solo contradijo a Silver, Cohn e innumerables otros expertos, sino que tuvo el descaro de tener razón.
Ahora el politólogo advierte, con la misma confianza, que Trump derrotará a Joe Biden en noviembre. Le da al presidente un 91% de posibilidades de ganar las elecciones. Con un margen inequívoco de 362-176 en el Colegio Electoral. La apreciación se contrapone a muchas encuestas que no perciben que Trump repita en la Casa Blanca.
Lo de Norpoth no es nuevo. Con su “modelo primario” ha acertado cinco de las últimas seis elecciones presidenciales. Asimismo proyectó el resultado en todas menos 2 de las últimas 27 contiendas, reseñó The American Spectador.
Modelo primario, todo un acierto
Este modelo, que se enfoca en las primarias, es la diferencia clave con los basados en encuestas de opinión. Se trata de una representación estadística de las elecciones presidenciales de Estados Unidos basada en datos que se remontan a más de un siglo. En 2020, el modelo proyecta una victoria de Trump. Le da al presidente en funciones un 90% de posibilidades de ser reelegido de manera aplastante. Todo lo contrario de lo que anuncian las encuestas.
En una publicación de la Universidad Stony Brook, de Nueva York, se explica el trasfondo del análisis de Helmut Norpoth y Trump. Con el “modelo primario” predijo correctamente 5 de las últimas 6 elecciones presidenciales. Solamente no acertó la elección de 2000 en la que George W. Bush derrotó a Al Gore y los comicios de 1960 en los que John F. Kennedy derrotó a Richard Nixon. Dos votaciones extremadamente parejas y polémicas, empañadas por acusaciones de inexactitudes en la votación.
Norpoth comenzó a trabajar en su modelo después de las elecciones presidenciales de 1992, y lo puso a prueba por primera vez en 1996. “Mi primer pronóstico fue la elección en la que Bill Clinton fue reelegido para un segundo mandato. En ese momento se consideró exagerado predecir una victoria de Clinton, estuvo bastante mal en su primer mandato».
Encuestas vs números reales
Después de las elecciones de 2008, en las que Barack Obama ganó la nominación y luego las elecciones a pesar de no ganar las primarias de New Hampshire, Norpoth amplió la gama de primarias para incluir también las primarias de Carolina del Sur.
«Eso es todo -dijo Norpoth-, me concentro en las primeras primarias y en la forma en que los candidatos se desempeñan en esos primeros comicios. Es un muy buen predictor y un indicador adelantado de lo que sucederá en noviembre «.
A pesar de otras “circunstancias inusuales”, como la pandemia de la COVID-19 y los violentos disturbios civiles a raíz del asesinato de George Floyd, Helmut Norpoth defiende su proyección respecto a Trump.
“Mi predicción es lo que llamo ‘final incondicional’”, dijo. “No cambia. Es un modelo matemático basado en cosas que han sucedido. La elección presidencial de 2016 ha sucedido, los resultados de las primarias ya están disponibles. Puedo agregar los resultados de más primarias, pero incluso esos números han sucedido y tampoco pueden cambiar”.
Sin embargo, Norpoth introdujo un cambio en las próximas elecciones. Se centra en el Colegio Electoral: “Ahora pronostico directamente el Colegio Electoral. Nunca lo había hecho antes. Hice del agregado debido al desajuste que tuvimos en 2016. Esta predicción se trata completamente de los votos electorales”.